En total, 560 cabezas distribuidas así: 360 vacas de vientre, siete sementales, cincuenta utreros, catorce cuatreños y el resto, entre erales y añojos. La suma provinente de ‘Los Derramaderos’ incrementa y condiciona cara al futuro; los ganaderos esperan que para bien.
La amplia finca que acoge todo este conglomerado de reses bravas, oferta buenos pastos y agua suficiente dentro de un entorno de frondosa vegetación con encinas, pinos, retamas y verdor que configura un panorama hermoso y muy campero. En lo taurino, espléndido con su funcional y preciosa plaza de tientas donde se llevan a cabo labores inherentes a ganadería de bravo con participación de toreros de renombre: Luguillano, Leandro, David Mora y Diego Urdiales, entre otros.
En esta magnífica finca denominada ‘Quintanar’, al responder al nombre de su propietario, Antonio Gallego de Chaves, Marqués de Quintanar, se compagina con lo bravo y agricultura una yeguada de puro español que el señor marqués y familia cuidan y seleccionan con esmero y alto grado de consideración. El amor al caballo y al toro de lidia quedan de manifiesto en estos vitales conceptos.
Visitamos el lugar para realizar este reportaje, primicia por lo inesperado en el conocer de improviso la adquisición de la ganadería de ‘Los Derramaderos’, lo más puro Núñez-Rincón de toda la cabaña española. Los titulares de ambas ganaderías, Alfonso Quintanar y Ricardo Muñoz, atentos a los movimientos de ganado y a las correspondientes explicaciones. A caballo, de manera hábil y competente, el mayoral de la ganadería Jorge Gómez. En una zona cercana a unas laderas en lo alto de la finca, observamos una res muerta y medio despedazada. Comenta el ganadero: “Es obra de los lobos que vienen castigando de manera continuada a la vacada. Este es un añojo, pero se atreven con todo. Lástima de la falta de atención hacia el problema por parte de la Administración. Sufrimos y penamos esta carencia oficial y pagando las consecuencias los ganaderos”.
Ganadería los derramaderos
El encaste Núñez forma parte de los tres encastes primordiales de la cabaña española: Santa Coloma, Domecq y el referido Núñez. El toro del encaste Núñez se caracteriza por su esbelta conformación y por básicos conceptos en cuanto a movilidad, bravura y casta y, naturalmente, en mayor medida cuando el toro se complementa con fijeza, con entrega y humillando.
La ganadería ‘Los Derramaderos’ fue formada por Manuel Valladares pasando a su muerte a sus herederos, que la aumentaron con reses de Benjumea y de Carvajal, anunciándola a nombre de Valladares y Rincón. En 1908 se hizo cargo de la ganadería Manuel Rincón, eliminando todo lo anterior y adquiriendo vacas y sementales de Fernando Parladé. En 1925 fue adquirida por Antonio Urquijo, el cual la vende en 1928 a Indalecio García Mateo. En 1936 la adquiere Carlos Núñez, que la agregó una punta de vacas de Mora Figueroa y en 1941 un lote de vacas de ‘Villamarta’, creando un encaste propio y legendario, deseado y exigido por las figuras de la época respectiva, como Manolete, Antonio Ordoñez y El Cordobés. Al fallecimiento de Carlos Núñez, en 1964, se anuncia a nombre de Herederos de Carlos Núñez. En 1999 cambia la denominación y pasa a anunciarse ‘Los Derramaderos’.
Nueva titularidad Productos de esta ganadería, última camada de hembras y machos, irán dejando futuros ejemplares que serán herrados con el logotipo de Marqués de Quintanar. Nos comentan: “Hemos adquirido esta acreditada ganadería aprovechando una ventajosa coyuntura. Siendo lo de mayor pureza Núñez-Rincón, nos produce gran ilusión incrementar no sólo en número, sino en calidad, nuestra ya consolidada ganadería. Mejoraremos el encaste y consecuentemente los resultados. Las cerca de seiscientas cabezas de ganado entre ambas ganaderías se unifican y eso sí, nos causan mayor grado de dedicación y esmero de selección y cuidados cotidianos”.
http://www.eladelantado.com
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