martes, 13 de enero de 2009
"VA POR USTED"
Ayer cuando iba de recogida a mis aposentos, sonó en el CD del coche la copla de Rocío Jurado “Va por usted”, y me vino a la mente ese pedazo de torero que me impacto en mis años de juventud, siendo uno de los culpables para encandilarme al maravilloso arte de la tauromaquia.
En cuantas tertulias de barra, defendí y comente a varios amigos mas jóvenes, que José Ortega Cano, estuvo unos años en torero. Juro que yo lo vi.¡¡¡ que recuerdos!!!……..la faena al toro de Martínez Benavides, la corrida de la beneficencia, mano a mano con Cesar Rincón, tantas veces repetida, mañana tarde y noche por la televisión, como el gran acontecimiento taurino de la época……..no tuve la suerte de ver la faena de indulto al toro Belador.
He defendido al diestro de Cartagena (que casi se queda en frutero de San Sebastián de los Reyes) por que es el torero, si se le puede considera en activo después de tantas idas y venidas, qué mas duro le han dado los toros, gravísimas cogidas al borde de la muerte y muchos meses en cama. Las Ventas en 1979, la de Zaragoza en 1987 y Cartagena de Indias (Colombia) en 1995, siendo a partir de entonces el declive de su carrera, el querer y no poder. Ortega Cano se despedirá “con bronca” en las madrileña plaza de las Ventas en la Feria de Otoño, 1998, lidiando en solitario seis toros de Núñez del Cubillo.
Ha sido difícil conseguir información grafica, para el montaje de este bonito pasodoble,letra de Antonio Burgos que canta Rocío Jurado, es curioso, hay más documentación con la tonadillera, programas de baile, marujeo, etc.……..que del arte de Cúchares.
Una crónica de Joaquín Vidal, buenísima, son los comienzos de entrar rotundamente Ortega Cano en la afición de Madrid.
Y ES DE CARTAGENA
Plaza: Las Ventas, Madrid
Terna: Ortega Cano, Tomás Campuzano, "Yiyo"
Toros: Ramón Sánchez; Martínez Benavides
Fecha: 25 de mayo de 1985
Cómo toreó Ortega Cano al cuarto toro. ¡Cómo lo toreó! Cualquiera que estuviese en la plaza y no conociera la biografía del torero, habría jurado que es de Ronda y se llama Cayetano. Y no: es de Cartagena y se llama José. ¿Hay arte taurino en Cartagena? En Cartagena, está demostrado, hay tanto arte taurino como les falta a ciertos toreros sevillanos, que parecen oriundos del norte de Noruega.
El arte de torear es, también, como lo creó Ortega Cano ayer en el cuarto toro. Está convenido por ahí, naturalmente entre taurinos, que el arte sólo es "de pellizco", según definen muy gráficamente de Despeñaperros para abajo, y como la creación del diestro cartagenero no recogía esta característica, a lo mejor le ponen en entredicho.
Pero el arte no admite dogmatismos ni conoce límites. El arte es una creación libre y en toreo puede abarcar desde la sutilidad del lance alado a la solemnidad abacial de un muleteo hondo. Caramba qué cosas puede abarcar el arte taurino. Y si vale, es necesario añadir que de todo ello hubo en el toreo de Ortega Cano al cuarto toro de ayer.
Era un toro de una vez, con trapío, muy serio y agresivo de pitones, además poderoso. Es decir, un toro importante. Llegó noble y encastado al último tercio y admitía faena, como luego se vio, pero había que hacérsela. Había que plantearla en el terreno preciso y cogerle el ritmo, que es el temple del toreo. El terreno lo fijó Ortega Cano en los medios y el ritmo fue suyo en cuanto le embarcó en una tanda de redondos, de asombrosa ejecución.
La plaza ya se desbordaba en entusiasmo cuando Ortega Cano cuajó esos redondos y loquita la volvió al recrear el toreó al natural en su versión más pura. ¿Loquito estaba el público? Pues más fuera de sí lo puso el artista cartagenero con los muletazos con que devolvió el toro al tercio, y allí, con otra serie de redondos, cruzándose en el cite, parando en el embroque; mandando en el semicírculo del viaje, vaciando detrás de la cadera para ligar, apenas sin solución de continuidad, el siguiente muletazo, que aún era mejor. Después, se dobló por bajo a dos manos y ese toreo también fue de alta escuela.
Faena grande la de Ortega Cano; faena concebida e interpretada con autoridad y categoría propias de una figura del toreo. Sólo le quedaba coronarla con la estocada por el hoyo de las agujas, según mandan los cánones, y eso fue lo que faltó, qué lástima torero, porque el estoque entró bajo y tendido. Era el momento de disimular y disimulamos todos. La obra artística, con tanta grandeza concebida, no podía des- merecer por un error mecánico de última hora. La oreja estaba ganada y el diestro cartagenero dio la vuelta al ruedo bajo un auténtico clamor. El público se rompía las manos de aplaudir.
Parecía mentira que ese torero fuera el mismo que le había dados pases mediocres al primer torillo de la tarde. La inspiración es así de caprichosa. 0 quizá se trataba de que ese torillo, insignificante e inválido, no le inspiraba la torería. Hasta con las banderillas estuvo mejor en el toro serio que en el de risa. El toro primero, en efecto, había sido de risa, y así salieron otros. En todo lo que llevamos de feria, no habían salido por los chiqueros tantos tullidos. Con ellos estuvieron muy vulgares Tomás Campuzano y Yiyo, que seguramente también son oriundos del norte de Noruega. Tuvieron que aparecer los sobreros, cojos y todo, para que volviera la seriedad a la plaza. El primer sobrero derribó a un caballo, le sacó las tripas y lo mató. El segundo sobrero derribó también, y El Pimpi, que es el contratista de la cuadra, le echó una bronca al picador, que se había pegado una costalada de abrigo. Porrazo y encima gritos; hay días en que debiera uno quedarse en la cama.
Amostazada la afición con tanto cojo, la que ocupa el tendido del 7 había protestado ese segundo sobrero, que salió acalambrado. Y como después exhibió fortaleza y dio juego, la masa que ocupa el tendido 6 emprendió una pelea dialéctica con los vecinos. El 6 contra el 7, qué situación. Los del 6 voceaban mortificantes frases a los del 7, con intolerables acusaciones a sus ancestros, en tanto los del 7 les respondían «ignorantes», que en una plaza de toros es gravísima acusación, la peor de todas, y hasta puede provocar duelos en el campo del honor. El guirigay subía de tono y por los altos del 8 surgieron otros beligerantes espectadores, que se ponían del lado de los del 6. Sitiados los del 7, braceaban en todas direcciones y les faltaban palabras para replicar a tanto chillón.
Pero en esto se iluminó el ruedo y surgió la faena cumbre de un artista genial, y en cuanto empezó a crearla, ya estaban todos de acuerdo. El toreo puro obró el prodigio de llevar la concordia al acalorado tendido, y cuando acabó la corrida los antes enemigos irreconciliables pegaban la hebra y se daban tabaco. Naturalmente, la afición sesuda ilustraba con datos a la desinformada: «Que sí, le juro a usted, por mis hijos, que es de Cartagena, ¿qué quiere que yo le haga?».
MUCICA-Va por Usted-Rocío Jurado-Letra-Antonio Burgos.
EL UTERO DEL ARTE
Indudablemente, "La Señá Gabriela", tenía un don especial para dar artistas a este mundo.
Aquí va el primero:
JOSELITO EL GALLO
domingo, 11 de enero de 2009
LOS HIJOS DE LA GABRIELA
Gabriela Ortega Feria (Cádiz, 1862/ Sevilla, 1919). Bailaora
Trabajaba en el primitivo Café del Burrero, después llamado de La Escalerilla, cuando ya el torero la pretendía, y algunas noches aparecía por allí e invitaba a todo el personal del cuadro de la casa, organizándose unas juergas memorables que a veces tenían continuidad en la antigua Venta de la Victoria.
Casó con Fernando el Gallo.El matrimonio tuvo amplia descendencia, de rango excepcional en el planeta de los toros. Nada menos que Rafael, Joselito y Fernando, los Gallos, fueron sus hijos varones. Y tuvo también tres hembras que casaron con toreros: Gabriela, mujer de su primo Enrique Ortega el Cuco; Trini, quien casó con Manolo Martín Vázquez, y Dolores, esposa de Ignacio Sánchez Mejías.
"¿Usted ha oído hablar de la Sinfonía Incompleta?", preguntaba Rafael al periodista Martínez Gandía. Y, en seguida, apostillaba: "Pues mi madre, cuando bailaba, tocaba con los tacones la sinfonía completa..
Gabriela Ortega interprete de baile flamenco. Bailo en los cafes cantantes de mediados del s. XIX, forjo las soleares y seguiriyas tal y como hoy se conocen. Su hermano Enrique, llamado el Gordo o el señor Enrique (Cadiz, primer tercio del s. XIX), fue uno de los mas eminentes cantaores de la epoca y destaco como interprete de tonas y siguiriyas y creo escuela. Regla (Chipiona, principios del s. XX), tambien integrante de esta dinastia, fue una popular bailaora de soleares, alegrias y tanguillos carnavalescos de Cadiz entre 1920 y 1930. (Cadiz,
Seguramente es ésta la más amplia y fabulosa dinastía gitana, de flamencos y toreros. Familia cuyo primer gran patriarca fue Enrique Ortega Díaz el Gordo Viejo, cantaor. Casó con Carlota Feria, perteneciente también a una familia cantaora gaditana, y el matrimonio tuvo los siguientes hijos: Enrique el Gordo, cantaor; José el Águila, cantaor; Paquiro, bailaor; Gabriela, bailaora; Chano, cantaor; Manuel, cantaor, y Rita la Rubia, bailaora. Hubo otras generaciones de la misma familia. Enrique el Gordo casó con La Morala, cantaora y bailaora, y tuvieron cuatro hijos: Rita la Gorda, cantaora; Joselito la Morala, cantaor y bailaor; Rosario y Carlota, de quienes no se conoce actividad flamenca. Joselito la Morala tuvo tres hijos: Rafael, cantaor y bailaor; Manuel y José, sin relevancia flamenca. Rafael casó con la bailaora malagueña Trini Heredia, unión de la que nació Manzanita. El Águila casó con Rufina Fernández Espeleta, hija de Curro Dulce, ahijado a su vez del Gordo Viejo. Del matrimonio nacieron seis hijos: Carlota, bailaora; Enrique el Cuco, torero; Rita, bailaora; Manuel el del Bulto, cantaor; Joselón, cantaor, y Rosario, bailaora. Del matrimonio de Manuel el del Bulto y Dolores Juárez nació Manolo Caracol, padre a su vez de Enrique (cantaor), Luisa (cancionera y cantaora) -quien casó con Arturo Pavón hijo-, Lola y Manuela, bailaoras. Gabriela Ortega casó con el torero Fernando Gómez el Gallo, matrimonio del que nacieron Rafael -quien casó con la bailaora Pastora Imperio-, Joselito y Fernando, los Gallos, toreros; Dolores, bailaora no profesional, casó con el torero Ignacio Sánchez Mejías; Gabriela, quien casó con su primo Enrique el Cuco, y Trini, mujer del torero Manolo Martín Vázquez, ninguna de las cuales tuvo actividad artística. Gabriela y el Cuco fueron padres de Gabriela, recitadora flamenca; Trini; José y Rafael, los Gallitos, toreros. Manuel Ortega fue padre del cantaor y banderillero Enrique el Almendro y Carlota, y el bailaor Rafael. Otras dos interesantes figuras de esta inagotable familia fueron la bailaora Regla Ortega y la cantaora Inés Ortega Niña del Columpio.
MUSICA-Lola Flores-Los hijos de la Gabriela.
viernes, 9 de enero de 2009
TERTULIA EN EL AULA DE TUROMAQUIA C.E.U.
Ayer en la tertulia en el Aula de tauromaquia C.E.U..
La critica taurina.
Entre sonrisas y lágrimas.Por Rafael Cabrera Bonet.
Una interesante ponencia que
mostró una visión de la critica taurina y literaria.
Lo mas granado de los revisteros, no son profesionales
exclusivos,se encontraban,medicos,militares,abogados
filosofos,etc.
Según el criticó y literario Edmundo González Acebal,
Que perteneció a la Peña de José y Juan.Con obras como,
Disección de la forma de torear.Grandeza y servidumbre de la crítica taurina.1957.
Según Edmundo González Acebal la prensa es en gran parte culpable
de los vicios que existen.El critico debe orientar a los descarriados,
educar a los entusiastas y enseñar a los ignorantes.
Virtudes del crítico según Acebal.
Vocación.
Cultura.
Lealtad consigo mismo y con los demás.
Pasión.
Ecuanimidad.
Generosidad (la misericordia como parte integrante de la justicia).
Valentía.(no solo física,sino cívica “que da al hombre categoría intelectual”)
Independencia moral.
Pero la realidad,poca vocación,pocos conocimientos y lo que es peor aun,
Poco amor a la vedad. Los peligros del revistero es que vive en contacto con los hombres del negocio taurino y se crea amistades que perturban su independencia
E intereses que hipotecan su libertad de juicio.
Características del crítico.
Honestidad y ética.
Equidad.
Veraz.
Imparcialidad.
Fidelidad.
Capacidad de expresión.
Didáctica.
-Venalidad de la critica ( posibilidad de ser vendido, consentimiento para ser sobornado.).
-Orígenes
Apoyo decidido a determinados diestros.- Tato o Gordito-
Costeo de revistas por estos.A fines del siglo XIX.
Necesidad de financiación de la pagina de toros en la prensa general,fínales del
XIX y principios del XX.
Publicidad de toreros en prensa especializada-hasta hoy-.
Afán de lucro y deshonestidad.
-En la actualidad.
Labores de mecenazgo.
Propiedad de determinados medios.
Ayuda financiera y económica a medios profesionales o revisteros.
Sobres.
Favores encubiertos.
Vacaciones pagadas,etc.
La edad de oro de la crítica va desde 1880-1930.
Leyendo extractos de crónicas de la época,de diferentes
libros y revistas Como El Enano,La Lidia,,Toros y Toreros,etc
José Sánchez de Neira.
Angel Rodríguez Chaves.”Achares”.
José Rodríguez La Orden “Carrasquilla”
Pascual Millán.
Luis Carmena y Millán.
Maximiliano Calvo “Corinto y Oro”
Carlos Vela “Jerezano”.
José Ribera “Don Parando”.
Gregorio Corrochano.
jueves, 8 de enero de 2009
FERNANDO PEÑA

Divisa Celeste y amarilla. Señal Hoja de higuera en ambas Antigüedad 11 de abril de 1909. Fincas "Palomarejos", "Navarejos" y "Zurrabotas" 45595 CALERA Y CHOZAS (Toledo) Representante D. Fernando Peña Catalán Procedencia Fundada en 1870 por don Jacinto Trespalacios con reses del Marqués de la Conquista, y que posteriormente eliminó éstas y la formó con reses de Veragua. Heredada por su sobrino, el Conde de Trespalacios, en 1913 se la vendió a don Matías Sánchez Cobaleda y en 1929 se dividió entre sus hijos. Una parte le correspondió a don Arturo Sánchez y Sánchez, que en 1934 eliminó las reses de Trespalacios y la formó con vacas y sementales adquiridos a Infante de Cámara, procedencia José Martinho Alves do Río, quien la formó con reses de Tamarón. En 1989 falleció don Arturo anunciándose a nombre de sus herederos. En 1990 fue adquirida por la Compañía de Inversiones Palomarejos, S.A. En 1991 se adquieren vacas y sementales de las ganaderías de Manolo González y González Sánchez-Dalp, eliminando posteriormente la anterior procedencia. En 1995 se agregan vacas y sementales procedentes de Torrestrella. Procedencia actual Núñez y Torrestrella.
MUSICA-Lola Flores-Olé mi torero.
miércoles, 7 de enero de 2009
martes, 6 de enero de 2009
GANADERIA ADOLFO MARTIN

Nombre propietario: Adolfo Martín Escudero
Mayoral: José Antonio Naharro
Divisa: Verde y roja.
Descripcion señal de oreja: Hendido en ambas orejas.
Finca principal: "Los Alijares"
Escurial C.P. 10133 (Cáceres) España
Otras Fincas:
"Caballerías Chicas"
Villamesías C.P. 10263 (Cáceres) España
"Caballerías de Piedras Labradas"
Escurial C.P. 10133 (Cáceres) España
Nombre Representante: Adolfo Martín Escudero
Historia de la ganadería:
Ingresa en la Asociación en 1952. Entre 1961 y 1965 adquiere en unión de su hermano, D. Victorino Martín, la ganadería de los hermanos Escudero Calvo, antes del Marqués de Albaserrada. Dicha divisa había sido formada por el Marqués en 1912 con vacas y sementales de su hermano, el Conde de Santa Coloma y otras del Marqués de Saltillo, manteniendo pura dicha procedencia hasta la actualidad. El 31 de mayo de 1998 hace su presentación en la plaza de toros de Madrid, lidiando una corrida de toros en la feria de S. Isidro con notable éxito.
Procedencia actual: Marqués de Albaserrada.
MUSICA-Angel Pastor-La puerta de los corrales.
lunes, 5 de enero de 2009
GANADERIA DE JANDILLA

Ganadería propiedad de D. Francisco de Borja Domecq Solís y Hnos., y Dña. Matilde Solís Atienza e Hijos. Con divisa azul, y señal de oreja horquilla en ambas, se encuentra en las fincas de 'Jandilla' en Vejer de la Frontera (Cádiz), "Los Quintos" en Llerena (Badajoz) y "Don Tello" en Mérida (Badajoz).
La vacada fue constituida en 1930, en la finca JANDILLA, donde continúa hoy en día, por don Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, con vacas y sementales del Marqués de Tamarón y del Conde de la Corte, ambas de procedencia Parladé y casta Vistahermosa.
Desde su fundación a su muerte en 1975, fue dirigida por don Juan Pedro Domecq y Díez, y hasta 1982 se lidió con el hierro de Veragua. En 1978, poco después de la muerte de don Juan Pedro Domecq y Díez, las nueve décimas partes de la vacada fueron transferidas del hierro de Veragua al actual y comenzó a lidiarse con el nombre de Jandilla en 1983.
Desde 1975 a 1986 fue dirigida por su hijo don Fernando Domecq y Solís, y a partir de 1987, al fundar don Fernando su propia ganadería, la dirección es ejercida por su hermano don Borja Domecq y Solís quien continúa en la actualidad. La vacada de los Juan Pedro, cuya sangre corre por numerosas ganaderías españolas y americanas actuales, se extiende por todos los países donde se crían toros bravos.
El hierro de la estrella fue creado en 1943 por las hermanas doña Serafina y doña Enriqueta Moreno de la Cova con reses procedentes de las ganaderías de sus padres de origen Saltillo. En 1970 fue comprado por don Juan Pedro Domecq y Díez quien eliminó la totalidad de las reses.
Procedencia D. Juan Pedro Domecq y Díez.
http://www.jandilladomecq.com/
Musica-Luisa Ortega-Tercio de quites.
domingo, 4 de enero de 2009
GANADERIA VITORINO MARTIN

La visita a la ganaderia de Vitorino Martín con los amigos de" la cabaña brava" el mal tiempo,viento,frió y agua nos acompaño en la finca “Las Tiesas de Santa María”
Propietario: D. Victorino Martín Andrés.
Representante: D. Victorino Martín García.
Divisa: Azul y encarnada.
Señales de oreja: Hoja de higuera en ambas.
Antigüedad: 29 de mayo de 1919.
Sigla: UEI (Unión de Criadores de Toros de Lidia).
Fincas: “Las Tiesas de Santa María” y "La Gama", PORTEZUELO (Cáceres)
Mayoral: Don Modesto Baile.
Contactar: Finca "Monteviejo" Apartado de Correos 39, 10840 MORALEJA (Cáceres)
http://www.victorinomartin.com/
Musica-Enrique Morente-Tangos en la Plaza-(Tangos)
martes, 30 de diciembre de 2008
JOSE ESCOLAR

Visita a la finca de Jose Escolar con los amigos maños de "La Cabaña Brava".La preciosa finca llamada 'Monte Valdetiétar' de la localidad de Lanzahíta en Ávila, se encuentra la ganadería de Don José Escolar Gil, que luce divisa blanca y roja, con señal de oreja horquilla en ambas.
La formaron en 1940 los hermanos Olano con hembras de Cruz y vacas y un semental de Samuel Flores, pasando sucesivamente por don José Lorenzo García, Hijos de don Lisardo Sánchez que anunciaron Encinasola, señora viuda de Chaves, don José Domecq de la Riva y don Felino Fernández que la formó con reses de don Victorino Martín, adquiridas a los señores Fernández Durán y Vergara González. En 1981 fue adquirida por don José Escolar Gil que conserva únicamente las reses procedentes de don Victorino Martín.
Procedencia Marqués de Albaserrada..Los mal llamados ,vitorinos pobres.
Para este año tiene 6 corridas de toros y 2 novilladas picadas componen la camada 2009 de una de las ganaderias triunfadoras del año 2008.
MUSICA-Agujetas-En Graná murio Valero.(Bulerias).
lunes, 22 de diciembre de 2008
domingo, 21 de diciembre de 2008
FELIZ NAVIDAD
sábado, 20 de diciembre de 2008
HOMENAJE RAFAEL ORTEGA
Rafael Ortega Domínguez ”El tesoro de la Isla”. (Isla de San Fernando, Cádiz, 1921 - Cádiz, 1997) XXI aniversario de su muerte,este sencillo homenaje con el que pretendo recordar a todos la figura del gran matador de toros que cosechó numerosas tardes de éxitos.Aqui un extracto de su obra.
Por Rafael Ortega.EL TOREO PURO
A mí siempre me ha gustado el toreo rondeño, el toreo puro que han hecho, por ejemplo, Ordóñez y Antoñete, sin menospreciar el toreo sevillano cuando también se hace con pureza: dentro del corte de toreo sevillano me han gustado mucho en mis comienzos Pepe Luis Vázquez, Pepín Martín Vázquez, con el que toreé un par de corridas, y Manolo González, mi padrino de alternativa; también he visto torear muy bien a Manolo Vázquez. Con otro estilo, sentí gran admiración por Manolete, que a su manera hacía un toreo puro y estoqueaba muy bien. Manolete era un torero que no sabía correr cuando tenía que hacerlo.
Luego tuve la suerte de conocer a Domingo Ortega. No sólo le vi bastante, también toreé mucho con él cuando reapareció en 1953, y me fijé en su toreo todo lo que pude, pero no para imitarlo, porque somos toreros muy distintos: yo he toreado siempre mejor con la mano izquierda que con la derecha y muy parado, y Domingo ha sido uno de los toreros, de entre los que yo he visto, que mejor ha toreado con la mano derecha y que mejor les ha andado a los toros. Reapareció, como digo, conmigo, y me acuerdo de una vez que toreamos en Almería y nos sacaron a los dos a hombros. Y cuándo íbamos por las calles, él me decía:
- Rafael, qué vergüenza, qué vergüenza, yo con este pelo tan blanco…
Y yo le contestaba:
- Qué sinverguenzón que eres, con lo que vas gozando y aún te lamentas.
Y la gente decía:
- Maestro, usted ha estado muy bien, pero su sobrino ha estado mejor.
Pues creían que yo era el sobrino de Domingo, por el pelo y la diferencia de edad.
Pero a lo que iba. Para mí, claro que existen la escuela rondeña y la sevíllana. El toreo puro me lo definió muy bien Domingo Dominguín, padre, que fue apoderado mío:
- Es como cuando llega un señor y le saludas:
“¿Cómo está usted? Muy bien, gracias. Vaya usted con Dios”.
Esto es: citar, parar y mandar. Se le echa al toro el capote o la muleta para adelante, y es el cite. Luego, usted para al toro. Y luego, usted lo manda, lo lleva y lo despide. Yo sé que en la tauromaquia de Belmonte se dice: parar, templar y mandar, y también sé que Domingo Ortega añadió: parar, templar, cargar y mandar, que es lo que da mayor pureza al toreo. Pero para mí es importante algo previo, citar, o sea, echarle la muleta al trapo para adelante al toro. Llamarlo con la muleta quieta no es citar. También es malo llamarlo con el zapatillazo. El torero que lo da no es bueno torero porque eso es robar el pase, es la muleta la que tiene que adelantarse y citar. Así que lo que yo veo. Para hacer el toreo puro, es esta continuidad: citar, parar templar y mandar, y a ser posible cargando la suerte.
El toreo de adorno es otra cosa: las chicuelitas, dejar pasar al toro con los pies juntos, el kirikikí, las cositas esas que son bonitas –qué duda cabe- y que también tienen mérito, porque todo lo que se le haga al toro con gracia y “con ese cuerpo” es plausible; pero yo no siento ese toreo. El toreo, lo mismo que en el cante, que en todo lo que hagas, que en todas las profesiones artísticas, es sentimiento: el que lo ejecuta tiene que sentir lo que hace, para poderlo transmitir, si lo hace sin sentimiento, no transmite, y para lograrlo es muy importante que el torero se enfrente a cada toro con frescura, improvisando lo que el toro le pida, porque el toreo no se puede traer hecho de casa. Naturalmente, yo me he adornado con justeza y creo que “he estado bonito” al rematar una serie de pases con un afarolado, con un molinete o un cambio de mano y al salir de la cara del toro con aire de torero, esto es, improvisando de acuerdo con el sentimiento del momento, pero no con esas reolinas que hoy vemos. Tampoco “me he sentido” dando chicuelitas, y sólo acudía a ellas algunas veces por recurso. La chicuelita es bonita, es preciosa, pero no tiene la grandeza del toreo puro aparte de que le pegas al toro un cambio. Igual me pasa con el toreo a pies juntos: ni mi cuerpo va con eso, ni lo siento, porque no se carga la suerte. Por el contrario, sí “he sentido” el echarme el capote a la espalda, que ahora no lo hace nadie; éste es un toreo también muy puro, porque yo me echaba el capote a la espalda, citaba, echaba la pierna para adelante y cargaba la suerte, así que era un toreo de más exposición, pues tiraba del toro con medio capote como si estuviera toreando con la muleta.
Pero el toreo de capa fundamental se hace a la verónica. Lo primero es escoger el capote que le va a uno, pues hay tres tallas: el capote pequeño, que es para el niño, el mediano y el grande. Yo he toreado siempre con el mediano, porque, como bajaba mucho las manos, el capote grande los toros me lo pisaban y me lo quitaban. La verónica pura, la que rompe y domina al toro es la que se da con las manos bajas, cargando la suerte y ganándole terreno al toro. El toro tiene más fuerza que tú, y si no comienzas a dominarlo con el capote, como digo, se te impone y el torero va a la deriva. Por eso mi tío El Cuco me decía siempre:
- Nunca le levantes la mano ni al toro ni al hombre.
Porque si se la levantas al hombre, y éste es un tío, será para pegarle, no sólo para levantársela, digo yo, pues en otro caso verás lo que te pasa; y con el toro es igual: el toro hay que bajarle siempre la mano, y hay que empezar a hacerlo con el capote, porque para mandarle al toro éste tiene que humillar. Así que a los toros yo procuraba ligarles la verónica honda, con el capote recogido, cargando la suerte y arrastrándolo, para que el toro humillara… Esto tanto de salida como en los quites, que casi siempre hacía también a la verónica para continuar dominando al animal, y cerrando siempre con la media, pues si la das bien y te vas con aire por el costillar del toro no cabe duda de que así también lo quebrantas y lo dominas. A veces también me ha gustado adelantarle mucho el capote a un toro que está, después del puyazo, un poquito parado; le echaba un poco de teatro, le adelantaba el capote y le daba así la verónica. Pero si el toro se viene pronto ya que darle el lance justo, citándolo, parándolo y ganándole terreno allí donde más convenga para dominarlo, pues la regla de oro del toreo es saber cuál es el terreno más favorable para hacerlo. Me acuerdo de que hace poco estábamos viendo una corrida juntos Enrique Martín Arranz y yo, y le dije al torero que estaba toreando en ese momento:
- Cambia al toro de sitio.
Y Enrique me dijo a su vez:
- ¿Por qué le dice usted eso, maestro?
- Pues porque en ese sitio manda el toro.
Al cambiarle los terrenos, el toro cambió a su vez a bueno, y ya se le pudo torear. Al toro hay que llevarlo siempre adonde tú creas que vas a poder con él. Aunque hay algunos que no, y cualquier terreno es bueno para torearlos, caso todos los toros tienen querencias y el ochenta por ciento la tienen al sitio por el que han salido, a los chiqueros, que es donde resultan más peligrosos.
Yo he toreado bien de capa a muchos toros, sin ir más lejos la tarde aquélla de Almería que antes decía, con Domingo Ortega. Pero lo más sonado fue cómo recibí a un toro de Samuel Flores, en Barcelona, en 1954, que en las crónicas lo llamaron El carro de la carne. Era un toro grandísimo, muy gordo, muy bien hecho el toro. De salida se arrancó el burladero que hay a la izquierda y se lo echó al lomo; y allá fui yo y le pegué desde el tercio doce o catorce lances, ganándole terreno hasta la boca de riego, porque el toro embistió muy fuerte. Me tocó la música y tuve que dar la vuelta al ruedo antes de que salieran los picadores. Y ahí es donde yo digo eso de “romperse los toros”. A éste sólo le pegaron después un puyazo, y ya no embistió a la muleta. Lo toreé demasiado con la capa, lo había dominado con la capa y casi podía haberle entrado a matar tras la media verónica de cierre.
Con la muleta hay pocos pases clásicos y puros, pero los verdaderamente fundamentales son los que pide cada toro. Hay toros que quedan más picados que otros, que tienen más fuerza, que tienen más brusquedad, y entonces hay que reducirlos con la muleta. Desde luego, lo primero que tiene que hacer el torero es procurar no cortarle el viaje al toro con la muleta. Como ya lo he dicho antes, el torero tiene que dominar siempre al toro, pero llevándolo largo; el torero que se va a la oreja del toro, para castigarlo, no torea. La embestida ha de llevarse lo más larga que se pueda, pero con naturalidad, sin las reolinas dándole vueltas al toro. Dar los pases totalmente en redondo, eso no es el toreo; eso les gusta hoy a los públicos, pero a mí no. El pase debe darse, cuanto más largo, mejor, pero con cite y con remate, y quedándose uno colocado para ligar el siguiente. El toro tiene que venir humillado, metido en la panza de la muleta y con la suerte cargada. La mayor parte de los toreros lo que hacen es descargar: tú citas por un lado o por el otro y, en vez de echar para adelante la pierna contraria, lo que haces es echar la otra para atrás; y eso no es cargar, es descargar. El torero bueno es aquél en que cargas las suerte y apoyas el peso sobre la pierna contraria; y la última parte del pase ha de permitir que el toro te deje colocarte de nuevo modificar el terreno, pues lo más clásico lo más puro es que, en la faena, cuanto menos andas, mejor. No me refiero a “andarles a los toros”, como lo hacía Domingo Ortega, sino a eso de dar un pase aquí y otro allá y recorrer toda la plaza para pegarle veinte muletazos sueltos y desligados al toro: eso no es.
- Antonio Ordóñez: “Rafael Ortega es el que mejor ha toreado de todos nosotros”.
-Joaquín Vidal: “El diestro más completo del último medio siglo. Un auténtico torero de época, éso fue Rafael Ortega”.
-Alfonso Navalón: “El torero más clásico y profundo que conocí”.
-Antonio Chenel: "¿Rafael Ortega?: el mejor. El más puro con el capote, muleta y espada, aunque con la espada era único. Ya es hora de que se diga claro y alto”
El torero que más me ha impresionado ha sido Manolete y el que más me ha gustado, Rafael Ortega, a quien considero además el torero más completo y el que ha toreado con mayor pureza"
Antonio Chenel "Antoñete" (1985)
MUSICA:Mis caramelos.Al cante,El Negro
viernes, 19 de diciembre de 2008
HOMENAJE ANTONIO ORDOÑEZ
Artículo publicado en Tribuna de Salamanca el 23/12/98.POR ALFONSO NAVALON.
Dos mujeres de bandera
Serían las nueve de la mañana del mismísimo día de San Fermín y corría el año de gracia de 1964, cuando nuestro invicto caudillo, dejaba parte del poder conferido por la gracia de Dios, en las santas manos del Opus Dei, partido político, dedicado piadosamente a la multiplicación de sus bienes terrenales, como actividad principal dentro de sus destinos religiosos. Acababa de terminar el encierro y ya habíamos dado cuenta de las magras con tomate del almuerzo con los pastores de
Parábamos en el viejo hotel Yoldi y como era la primera vez que iba a los Sanfermines, Antonio puso especial interés en enseñarme todos los secretos de las fiestas. Y a punto estuve de pasarlas enteras en el hospital porque un toro del Conde de
Caer profundamente dormido entre tanto barullo es otro de los milagros de San Fermín. Abrí los ojos y en la mesa de al lado había dos mujeres de impresionante trapío. Una morena, completamente vestida de blanco y una rubia, esplendorosa vestida de negro.
Así que cometí la irreverencia de despertar al maestro: ¡Antonio, sin sortear! La que tú no quieras me la quedo yo. Y se puso a filosofar: "Mejor tratarlas un poco y ya nos iremos acoplando, que hay mucho tiempo por delante". El torero se las quedó mirando y dijo que sí; que nos íbamos a llevar la mejor de la feria. Luego me dio otra lección de templanza:
No les digas nada ahora, que ellas ya se han dado cuenta y dentro de un poco entrarán solitas . Estas mujeres tan guapas están acostumbradas a que se les vengan los hombres como moscas y no conviene impacientarse. Así que las llevamos al baile de la alpargata y quedamos a la hora de la corrida para luego ir a cenar juntos. Las dos italianas se lo pasaron en grande viendo los toros; luego nos fuimos a bailar con las peñas y a cenar fuera de Pamplona a un caserío junto a uno de esos ríos de cristal que bajan del Pirineo.
Comimos pochas, cangrejos y truchas pescadas esa misma mañana. Y nos plantamos de limpio en el Club de Tenis más encelados que un galgo detrás de una liebre. Bailamos lo suelto, las joticas y el twist que entonces hacía furor y cuando la orquesta empezó con los boleros nos fuimos al cuerpo a cuerpo cuando tocaban aquello de 'por el camino verde que va a la ermita'. Pero aquello empezaba a mosquearme. No habíamos logrado separarlas, y ahora la rubia no me daba facilidades para juntar la carita . Ni se ponía mimosa, y cuando traté de apartarla disimuladamente hacia los jardines que hay detrás de la piscina, no hubo manera. Siempre tenía que estar cerca de la morena y mientras bailábamos las veía mirarse, reírse y hablar entre ellas.
así que me entró un mosqueo que no es para contarlo. Maestro, creo que no nos hemos llevado las más guapas, ¡nos han tocado las dos tortilleras de la feria! Ordóñez estaba llevando la lidia sin ningún entusiasmo y de pronto se echó a reír estrepitosamente: Ya me di cuenta cuando estábamos cenando las truchas, pero como te veía tan entusiasmado, ¡no quería quitarte la ilusión !. Han pasado ya treinta y tres años desde entonces. Antonio y yo estuvimos muchos años sin hablarnos. Luego hicimos las paces y una tarde cuando toreaba su nieto coincidimos en el callejón de la plaza de Cáceres y nos pusimos en el mismo burladero a comentar la corrida. De pronto, el rondeño se echó a reír con mucha guasa: ¿Te acuerdas de las dos bolleras que nos putearon en Pamplona? .
Musica:Romance de Antomio Ordoñez en la Feria de Sevilla(Tangos).Al cante Paco del Pozo
XX ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE ANTONIO ORDOÑEZ
(Ronda, 1932 - Sevilla, 1998)
Tercer hijo de una de las saga de toreros más importantes, su padre fue Cayetano Ordóñez, más conocido como "El Niño de
Vistió por primera vez de luces cuando tenía 16 años, en 1948. Un año después se convierte en un novillero de gran proyección y actúa en las principales plazas, entre ellas la de Madrid. El 28 de junio de 1951 tomó la alternativa en Madrid junto a la pareja de moda: Julio Aparicio y Miguel Báez Litri. Poco después, en la temporada de 1952, se coloca en la cabeza del escalafón, con 74 corridas.
Pronto ganó popularidad por su dominio del toro y su lidia sobria, serena y clásica, propia de un destacado seguidor de la «escuela rondeña».
Desde el día en que tomó la alternativa, Ordóñez ocupó en el juicio de críticos y aficionados un lugar destacadísimo, que nunca abandonaría en sus casi 20 años de matador de toros, tanto arte y tanto valor juntos ni sería capaz de expresar ambos con su entera y proverbial naturalidad.
Fue, sin embargo, un torero castigadísimo por los toros, con un saldo de más de una cogida seria por temporada y con graves lesiones en las articulaciones, que dificultaron su movilidad en el ruedo. Su rivalidad con Luis Miguel Dominguín, acentuada por los reportajes que el premio Nobel Ernest Hemingway publicó en la revista estadounidense Life, se resume en diez mano a mano celebradas entre el 17 de junio en Zaragoza y el 21 de agosto de 1959, en Bilbao. Para la historia, Ordóñez fue el triunfador de aquel "verano sangriento", en palabras de Hemingway.
Más valorado con el capote que con la muleta, se dijo de él que no hubo otro igual en el toreo a la verónica, muy amplia de capote y profunda en el lance, hasta el punto de estar considerada por los entendidos como una de las cimas del toreo y ser recordada con nostalgia. Destacó también como matador, recibiendo muchos toros a lo largo de su vida, y encontrando, en el último tramo de su actividad, una estocada de recurso, y efectos fulminantes, caída en un rincón llamado desde entonces "el rincón de Ordóñez".
Siempre se llevó mal con la izquierda, en los toros y en la política, y como con la izquierda se mata, no fue gran matador. Adquirió el vicio o la ventaja de citar a recibir y dejar una estocada baja en lo que Cañabete llamó «el rincón de Ordóñez».
Pero en el volapié se notaba más la fechoría y la gente aprendió a silbarlo. Se le perdonaba el paso atrás en las verónicas, cuando lo daba, y su desconfianza con la zurda, por lo bien que componía la figura, sin forzar la suerte ni perder cierto aroma, cierto estilo indefinible y como añejo de andarles a los toros que suele llamarse Escuela Rondeña.
Diferentes comentarios y opiniones del planeta de los toros.
- "El Maestro de verdad, el espejo en el que mirarse". Jose Mari Manzanares ( padre )
- "Empaque, clase, gusto, aroma a hierbabuena, duende, arte…". R. Corbelle
- "Un ser excepcional". Humberto Parra
- "La pureza: valor, arte y buen gusto". Joselito
- "Sólo el nombre Antonio Ordóñez ya era bonito". Roberto Domínguez.
- "Ordóñez hacía lo que es el toreo". Julio Aparicio
- "Antonio Ordóñez era el ejemplo". Espartaco
- "Un prodigio del toreo". Pacorro
- "Torero de toreros, torero completo". Sebastian Castella
- "Torero de valor y torero de arte". Litri
"El mejor torero de todos los tiempos". Diodoro Canorea - "Uno de los principales toreros del siglo". Álvaro Domecq
- "Maravilla del toreo". Diego Puerta
- "Parecía un torero de otro mundo". Andrés Vázquez
- "De los toreros que más me ha gustado ver torear". Jaime Ostos
miércoles, 17 de diciembre de 2008
Fotógrafo fotografiado
Juan Pelegrín ha sido premiado por el Club Allard de Madrid como fotógrafo más valorado.
Juan siempre se ha portado muy bien con los del Rincón, siempre que puede nos re-trata de manera especial.
No he conseguido ninguna foto suya así que os mando el link de la noticia donde se le ve con gente grande del mundo taurino.
Desde aquí nuestra felicitación Juan.

miércoles, 10 de diciembre de 2008
Un quite por VERÓNICAS
Entre huracán y salga brisa ;entre león y salga cordero;entre loco y salga cuerdo
VERÓNICA
verónicas
Joaquín Rodríguez Costillares (1746-1799), torero que inventó el pase de verónica y el volapié para entrar a matar al toro. Nacido en Sevilla, pasó su infancia entre ganaderos y marchantes. Formó en la cuadrilla de Pedro Palomo antes de independizarse, cosa que hizo a la edad de 20 años. Tras torear en Sevilla y otras plazas llegó a Madrid y en los años que van de 1776 a 1780 consiguió atraerse al público, sobre todo al aristócrata, por lo que entró en rivalidad con Pedro Romero que era el torero popular. La importancia de Costillares para la historia del arte torear fue trascendental: a él se debe la formación de cuadrillas, sometidas a las órdenes del maestro, así como la invención de variados lances y el perfeccionamiento de la suerte de las banderillas. Murió de un tumor en la mano derecha. Llance fundamental del toreo de capa, es la verónica, el primero que podemos ver descrito como "lance de capa de frente a dos manos", si hojeamos las Tauromaquias. Lance que venturosamente ha sido transformado en obsequio de belleza.
José Delgado, "Pepe-Hillo" (1754-1801) le da el nombre de verónica y la describe así:... "suerte que el diestro ejecuta situándose con la capa rigurosamente enfrente del toro." (Relacionándola con el parecido de su forma de ejecutarla con la figura bíblica. Como lo dice el poeta Xavier Sorondo: "cuentan que la Verónica en bíblico desdoble, enjuga con el paño la sangre de coral...") Y Francisco Montés, "Paquiro" (1805-1851) escribió que "la primera suerte de que debemos hablar es la verónica (y para ejecutarla) sitúase el diestro enfrente del toro, de tal modo que sus pies estén mirando hacia las manos de éste y a una distancia proporcionada según sus piernas..." Al paso de los años los diestros fueron buscando la forma de practicar ese lance con mayor lucimiento y menor riesgo. Rafael Guerra, "Guerrita" (1862-1941), uno de los famosos califas de Córdoba, asienta en su tauromaquia, citada por el Sr. Cossío, que para ejecutar la verónica "se coloca el diestro de costado en la rectitud del toro y a la distancia que le indiquen las facultades de su adversario...", observando don José María que practicando así el lance se reducen todas sus dificultades, ya que no es preciso desplazar al toro de su terreno, y a poco que se cargue la suerte queda a salvo el cuerpo del torero, y hace notar, además, la "inconsciencia" con que "Guerrita" añade que "la suerte practicada en esta forma resulta de más lucimiento y más parada que cuando el lidiador da la cara al toro, situándose de frente, porque para repetirla tiene, por lo menos, que dar una media vuelta girando sobre los talones".
La innovación del Guerra tornó más bella la suerte y es como la practican los toreros actualmente, aunque algunos abusan exagerando al hacer toreo perfilero, otros abriendo demasiado el compás, en detrimento de la estética, y otros más, a pies juntos, con cuerpo rígido y sin cargar la suerte. ¡Pero cuántas palmas arranca la verónica cuando al practicarla pasan los pitones a distancia inverosímil del cuerpo del diestro! En ellos recae apreciar y juzgar al mejor capote, para verlo tal como lo viera el poeta taurino Gerardo Diego, quien retrató así el que es por excelencia lance clásico de capote, la Verónica:
Lenta, olorosa, redonda,
la flor de la maravilla
se abre cada vez más honda
y se encierra en su semilla.
Cómo huele a abril y a mayo
ese barrido desmayo,
esa playa de desgana,
ese gozo, esa tristeza,
esa rítmica pereza,
campana del sur, campana. .
Al cante Paco del Pozo-verónicas gitanas (cante de las minas)
martes, 9 de diciembre de 2008
¿Echas de menos Las Ventas ?
Plaza de toros de Las Ventas from Timelapses.TV on Vimeo.
Vídeo secuencia realizado por Luis Caldevilla . Excelente fotógrafo, especialista en la técnica de foto-montaje, conocida como "Time Lapse". Os recomiendo dejarse embaucar por su colección de vídeos.
(...via Microsiervos)