Bien presentada
la novilla del Retamar, cuatro novillos con trapío, excepto el tercero que salió
de sobrero, al romperse un pitón contra un burladero al salir de chiqueros, que
bajo un poco la presentación. Los cuatro novillos del hierro madrileño que se
presento en el coso de Orthez, fueron nobles y con calidad, que realizaron una
buena pelea en varas, pero acusaron falta de fuerzas en el último tercio.
Sobresaliendo sobre sus hermanos el cuarto de la mañana, que se retiro
ovacionado en el arrastre.
El novillero Luis
David Adame estuvo voluntarioso con ganas de agradar al respetable, realizando
una gran variedad de quites con el capote y suertes con la muteta.
Del novillero francés
Adrien Salen agradaron su maneras, la forma de ponerse delante del novillo, cruzándose
y echando la pata adelante, en el primer muletazo, le faltan contratos, pero se
le ven prometedoras maneras.