lunes, 2 de noviembre de 2009

"NO ME LO PUEDO CREER"

No me lo puedo creer, que aguante el TRIDENTE al final de la temporada del 2010.
Mucho gallo para el gallinero del maestro "Curro".
La cultura gnostica señala que el tridente representa los tres grandes seres: PADRE, HIJO, ESPIRITU SANTO, O bien tambien representa las tres cabezas de diablo: JUDAS, CAIFAS Y PILATOS .


Luis Sanguino ultima un monumento a los Peralta


El escultor Luis Sanguino está terminando de esculpir el monumento dedicado a los rejoneadores hermanos Ángel y Rafael Peralta. Trabaja de manera continuada en esta obra escultórica que simboliza a los de Puebla del Río vestidos de corto y a caballo. Sanguino reside en un castillo de su propiedad ubicado en la localidad segoviana de Valdeprados junto a su mujer e hijos.
El pasado domingo se celebró un festival taurino en Puebla del Río pro monumento a los hermanos Peralta y en el cual actuaron el rejoneador Diego Ventura y el diestro Morante de la Puebla. Alternando ambos en la doble faceta de torero de a pie y de a caballo con novillos de Fermín Bohórquez, Hermanos García Jiménez y Nuñez del Cuvillo. El festival fue un éxito artístico y de público.
Desde este domingo, el programa taurino ‘Nuestra Fiesta’ de la 8 de Castilla y León Televisión que presenta el crítico taurino Pablo Pastor, se emite en ese determinado día de la semana a las dos de la tarde con una duración de 25 minutos.
El III Trofeo Mesonero Mayor de Castilla se entrega el próximo 17 de noviembre al novillero Víctor Barrio, en el Mesón de Cándido
Por otra parte, como informamos, se concedió el III Trofeo Mesonero Mayor de Castilla al novillero Víctor Barrio como torero segoviano más destacado en la temporada taurina 2009. A este respecto, se ha organizado una gala taurina en la forma y costumbre de ediciones precedentes, ocho y media de la tarde en el comedor principal del Mesón de Cándido, el martes 17 de noviembre, mediante invitación personalizada, ya que la capacidad del recinto permite una afluencia de personas limitada.
Autoridades, Prensa, toreros y peñas taurinas serán quienes asistan al encuentro en el cual se procederá a la entrega del galardón al joven diestro segoviano. El jurado ha estimado que el también novillero Javier Herrero hizo méritos para ser considerado triunfador, pero como se designa tan sólo a un candidato, se optó por conceder el trofeo a Barrio en razón a sus 39 novilladas sin picadores y diez con los del castoreño con éxitos destacados en diversas ferias taurinas de novilladas y numerosas salidas en hombros.
Comentamos al finalizar la temporada diversos aspectos sobre festejos segovianos y hacíamos referencia a las faenas más destacadas y relevantes. En este sentido, y como es natural, se producen criterios de diferente concepto y consideración. A mi juicio, las mejores faenas presenciadas por quien informa, fueron las cuajadas por Alfonso Romero en Cuéllar, Ponce y Manzanares en Cantalejo, Hermoso de Mendoza en Cuéllar, Rubén Pinar en Cuéllar y en Sepúlveda y Uceda Leal y Matías Tejela en Carbonero el Mayor. Y por encima de todas ellas, a mi juicio, la realizada por Alfonso Romero a un toro (cuarto de la tarde) de Gerardo Ortega. Muletazos de alto nivel artístico, trincheras y una tanda de naturales difícil de mejorar. Cortó dos orejas tras matar de un estoconazo.
PABLO PASTOR
ADELANTADO DE SEGOVIA

"IN MEMÓRIAN DE FERNANDA Y BERNARDA DE UTRERA"

Fernanda y Bernarda de Utrera: gitanas, hermanas, solteras y comprometidas con el cante bravo. Se trata de la primera generación artística de los Pinini, que eran carniceros Lebrijanos; Casta, quejió, arte, estilo y unas peculiares y magníficas voces las hicieron saltar a la fama en el mundo del flamenco.
Fernanda Jiménez Peña nació en 1923, y su hermana Bernarda en el 27. «Su cante arranca desde una voz herida, dotada para el duende, para el quejió».
Se perdió una gran parte del arte flamenco y el compás de las bulerías gitanas.





De jóvenes, nunca fueron a los cafés para conocer el cante, sino que lo tenían a la mano, en casa, en fiestas familiares donde asumieron una vieja sabiduría tradicional. Como ambas asumían, nunca aprendieron de los discos. Con ciertos recelos familiares, empezaron a darse a conocer como cantaora Fernanda y como bailaora Fernanda, en la Feria de Sevilla de 1946. Dos años después ya aparecieron en la película Duende y Misterio del Flamenco, de Edgar Neville.