El proyecto no está en fase embrionaria y en la finalización de la plaza entrarían en juego, también, empresarios catalanes. De hecho, los terrenos donde se ubicaría la futura ‘Monumental andorrana’ ya habrían sido adquiridos por los empresarios del sector taurino.
No habrá corridas de toros en Cataluña, salvo que el nuevo Congreso o el Tribunal Constitucional (TC) modifiquen la legislación actual, pero los empresarios taurinos ya piensan en un lugar cercano a la Comunidad para que los aficionados catalanes no dejen de ver a sus toreros predilectos. Si hace unos años se cruzaba la frontera hispanofrancesa para acudir a ver películas prohibidas por el franquismo, en breve se podría acabar yendo a Andorra para ver corridas de toros, prohibidas por el Parlamento autonómico.
Un grupo de cuatro empresarios andorranos están preparando la construcción de una plaza de toros en la población andorrana de Santa Coloma. El proyecto no está en fase embrionaria y en la finalización de la plaza entrarían en juego, también, empresarios catalanes. De hecho, los terrenos donde se ubicaría la futura Monumental andorrana ya habrían sido adquiridos por los empresarios del sector taurino.
Un desplazamiento corto
El proyecto empresarial espera poder dar forma a una iniciativa que aprovecharía la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y abriría la puerta a un desplazamiento relativamente corto desde Barcelona (alrededor de 200 kilómetros) para los taurinos que han visto como no podrá volver a la Monumental catalana. Y, sobre todo, sacar provecho de una tradición que ha generado millones de euros y cuenta con miles de aficionados en Cataluña, en el resto de España y en el sur de Francia.
Andorra, según publica este martes El Periòdic, ya contó con una plaza de toros, en Escaldes-Engordany, inaugurada en 1961 por los diestros Juan Amtonio Romero y Paco Corpas, derrumbada poco después y construida otra de carácter provisional, básicamente, para albergar conciertos musicales.
La relación entre Andorra y la Generalidad ha sido siempre de cordialidad mutua, sobre todo desde el momento en que el país vecino obtuvo pleno reconocimiento en los foros internacionales y perdió la tutela francocatalana. Sin embargo, en ocasiones se han producido ciertos roces provocados por el interés de los nacionalistas en considerar Andorra parte de Cataluña, o lo que denominan Países Catalanes.
Incluso, no hace mucho, en 2003, Artur Mas, actual presidente autonómico, entonces número dos de la Generalidad con Jordi Pujol, no descartó negociar con el Gobierno de Andorra que los deportistas catalanes pudieran participar en competiciones internacionales bajo la bandera del país vecino. Lógicamente, el Gobierno andorrano no atendió la propuesta de CiU. Habrá que ver si, ahora, Andorra se convierte en la plaza de toros de Cataluña.
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