lunes, 24 de junio de 2019

Eusebio Fernández, con la mirada puesta en el debut con picadores


Los inviernos curten toreros. Los entrenos, los hielos, las tapias, la soledad. Es tiempo para pensar y para crecer. Para fijar la goleta. El rumbo: para mirarse al espejo y atisbar lo que va a venir. Los meses de parón solo encuentran sentido con el inicio de la temporada. Para algunos el descorche del curso llega pronto, para otros se presenta casi sin llamar. Por ello, la preparación es el músculo para el que quiere ser alguien en un mundo tan de nadie.
Constancia en el día a día para tomar un plan físico como rutina y para pulir aspectos técnicos; y sacrificio, más para remar a la contra de la sociedad terrenal que para hacer tarde el amanecer. En ese punto se encuentra Eusebio Fernández(Sepúlveda, 1993). Humilde y trabajador va dando pasos firmes en su carrera, sin atender a las malas prisas consejeras. El novillero segoviano afronta la presente campaña con la mirada puesta en el debut con picadores. “Todavía no hay nada cerrado, pero me gustaría que fuera en mi pueblo con mi gente”, reconoce el propio Fernández.
“LO MÁS BONITO SERÍA DEBUTAR ANTE MIS PAISANOS. SIEMPRE ME SIENTO ARROPADO Y RECIBO EL CARIÑO DE LOS VECINOS»
Criado en una familia taurina y en un enclave de grandes referencias como Victoriano de la Serna y Víctor Barrio, se prepara a conciencia para dar el salto al escalafón del medio. “El invierno ha sido duro”, comenta; y continúa: “Este año ya he estado fuera de la escuela de Salamanca y me vine a Sepúlveda para compaginar mis entrenamientos con el trabajo. Luego a partir de marzo volví a Salamanca para hacer campo. He estado de ‘tapia’ en ganaderías como Sánchez Arjona o Cebada Gago”Fernández repasa su evolución tras haber completado recientemente un tentadero al regazo artista de Diego Urdiales, en la finca ‘Los Cerros’ del diestro y empresario Emilio de Frutos“Torear al lado de maestros es siempre un privilegio”, asegura.
Su última tarde de luces fue a finales del mes de septiembre en la feria de San Miguel de Ayllón, con un lote del hierro del Conde de la Maza“Eran novillos casi para picar, con la exigencia que ello conlleva, y me vi bastante bien”, comenta; y subraya: “Sobre todo supuso un punto de inflexión para dar el salto”. Terminó el 2018 con cuatro actuaciones sin caballos -sumando Aguilafuente, Pedraza y Sepúlveda- y el primer compromiso de su agenda podría ser el 17 de agosto en Aguilafuente ante una novillada de José Escolar o de Los Lastrones para cerrar esta etapa.
“LA NOVILLADA DE CONDE DE LA MAZA DE AYLLÓN SUPUSO UN PUNTO DE INFLEXIÓN PARA DAR EL SALTO”
Si toda va según lo previsto y el agua sigue su cauce sería en Sepúlveda donde abrirá las puertas de un nuevo ciclo. “Sería lo más bonito: debutar ante mis paisanos. Normalmente lo suyo es hacerlo en una plaza de primera o de más repercusión para llamar la atención por si llegara un triunfo importante, pero nada me llena más que torear la primera novillada con picadores en casa. Ahí me siento a gusto, arropado y recibo el cariño de los vecinos”, explica Fernández. Aun así el ser profeta en su tierra no libra a nadie de esos castillos interiores que se presentan en forma de nervios. “La presión siempre estará ahí, ya que lo que quiero es quedar bien ante todos aquellos que llevan años apoyándome; pero la responsabilidad en cada festejo es tal que te lleva a estar a la altura de las circunstancias, y en esta ocasión más aún si cabe”, recalca convencido.

Con vistas al 2020

En cuanto a la previsión de este año, señala: “Está complicado. Somos muchos y hay compañeros muy buenos, aunque la idea sería torear dos o tres más con caballos para intentar coger sitio de cara a la próxima temporada”. Ahora solo queda echar leña a cada tarde, pues el destino no entiende de casualidades.
Fuente: eladelantado.com - Alejandro Martín

LE FALTO PODER A LA CORRIDA DE DOÑA LOLA





















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