Resumen
ETSIA-UPNA (Pamplona), 21 y 22 de febrero de 2020
La Fiesta es de los aficionados
Los aficionados taurinos son los que mejor y más apoyan a la Fiesta, pues con el pago
de sus entradas, su apoyo desinteresado durante todo el año y su vigilancia permanente
sostienen y defienden la tauromaquia. Sería muy conveniente que las aficiones española
y francesa se aliaran en apoyo y defensa de la tauromaquia universal (Antonio Purroy,
catedrático).
La Federation des Societés Taurines de France (FSTF) fue creada hace 110 años para
defender la tauromaquia en el país vecino. La componen un centenar de clubs taurinos
muy comprometidos con la integridad de la Fiesta. Aunque las corridas de toros en
Francia tienen un reconocimiento legal en “los lugares donde ha habido una tradición
ininterrumpida” no tienen una cobertura administrativa nacional. Por ello, se creó la
Unión de Villas Taurinas de Francia (1966) formada por las alcaldías de las ciudades
francesas donde se celebran espectáculos taurinos de lidia ordinaria para regular la
tauromaquia. El Reglamento Taurino francés contempla la creación de la Commisión
Technique Extra Municipale (CTEM), en la que juegan un papel primordial los
aficionados a la hora de organizar y controlar los espectáculos taurinos, especialmente,
en la integridad de las astas y en la realización de la suerte de varas (Dominique
Valmary, aficionado).
El elevado nº de festejos populares que se celebran anualmente en España (17.698 en
2018) muestra el gran tirón que tienen entre la población rural y los jóvenes. Sin
embargo, se observa una disminución en el nº de festejos de lidia ordinaria, porque se
han convertido en espectáculos previsibles y faltos de emoción. Los aficionados
deberían jugar un papel importante como garantes de la autenticidad del espectáculo. Lo
que sí está demostrado es que donde el aficionado tiene participación activa en la
organización de espectáculos a través de comisiones, estos resultan de mejor calidad. Se
plantea la posibilidad de que los aficionados de Francia y de España trabajen juntos en
búsqueda de la mejora de la Fiesta (Jorge Fajardo, aficionado)
Antes, a los jóvenes les entraba la afición a los toros a través de sus mayores, hoy no se
sabe bien cómo se llega a ser aficionado. Algo habremos hecho mal cuando no hemos
sabido transmitir a nuestros hijos la afición por la tauromaquia (Juan Ganuza,
aficionado).
¿Y qué hacemos con la suerte de varas?
La suerte de varas es absolutamente necesaria en una corrida de toros y aún lo es más en
el momento de la tienta en el campo, pues sirve para medir la bravura del animal y
comprobar si se crece o no al castigo. Se deberá dosificar el castigo en varios encuentros
y picar en la parte final del morrillo. La suerte de varas es tan necesaria como bella
cuando se hace correctamente (Antonio Purroy, catedrático).
La suerte de varas es épica, estética y ética, aunque se ha convertido en olvidada,
desconocida y maltratada. El secreto de la suerte de varas es dosificar el castigo en
varios encuentros, y picar en la parte final del morrillo, no podemos echar a los
aficionados de las plazas por la mala ejecución de la suerte… (José Mª Moreno,
escritor).
En el desarrollo de la lidia hay que dar entrada a la innovación. Se presentan divisa y
banderillas sin arpón, con un punzón que no hiere ni profundiza tanto; una puya más
corta y con cuatro aristas que hiere menos y hace sangrar menos, y una espada
ligeramente más ancha y más afilada hacia la empuñadura, que consigue una muerte
más rápida y así se evita en parte el uso del descabello por el torero y la actuación del
puntillero (Julio Fernández, veterinario).
La suerte de varas es la que posiblemente más haya cambiado a lo largo de la historia.
Opina que podría llegar a ver dos modalidades de espectáculos mayores; una
tauromaquia más dura, más torista, y otra más suave, más torerista. Dice no obstante,
que no hay mayor termómetro de la bravura que el comportamiento del toro en el
caballo. Atención: opina que el toro que no sangra se para (Pedro Iturralde,
varilarguero).
¿El toro más bravo de la historia?
Hace ya bastante tiempo que se repite que el toro de hoy es el más bravo de la historia y
se argumenta para ello que es un animal que la “quiere coger hasta el final”, y esa a la
que quiere coger no es otra que la muleta. De paso, se dice que hoy se torea mejor que
nunca. Una parte importante de los ganaderos actuales ha logrado un tipo de toro
amable, que apenas necesita pasar por la suerte de varas porque carece de empuje y de
fuerza, pero que una vez en el último tercio, se pone a embestir a la muleta de forma
repetida, humillada y, sobre todo, predecible (Antonio Purroy, catedrático).
Ganadero de Casta Vazqueña, los famosos Veraguas, una de las siete castas
fundacionales reconocidas (UCTL). Fiel a su origen se mantiene en ese toro antiguo,
duro, bravo y poco previsible, donde la suerte de varas sigue siendo fundamental
(Tomás Prieto de la Cal, ganadero).
El tronco de Núñez casi representa la historia del ganado de la raza de Lidia, con unos
tres siglos de historia. La selección actual del ganado, la buena alimentación y el
entrenamiento medido son la base del toro actual por lo que para este ganadero el toro
de ahora es el mejor de la historia, prueba de ello es que hoy no salen toros mansos
“pregonaos” que necesiten banderillas negras, pues todos van mejor o peor al caballo
(Javier Núñez La Palmosilla).
La selección actual del ganado de lidia mucho más medida, más controlada, más
estudiada, más ajustada…, garantiza un producto más depurado y más uniforme. Vuelve
a incidir en que la alimentación, la sanidad y el manejo son mucho mejores que
antiguamente, lo que proporciona un toro mejor que antes (José Antonio Baigorri,
Pincha).
Tauromaquia popular, siempre
La tauromaquia tiene dos vertientes bien distintas, la clásica de lidia ordinaria y la
popular de festejos en calles y plazas. Ninguna de las dos es más importante que la otra
y ambas han coexistido a lo largo de la historia. Tienen que seguir caminando juntas
porque ambas se apoyan, se retroalimentan y se necesitan (Miguel Reta, ganadero).
La Federación Española del Toro con Cuerda trata de estudiar el origen de este toro tan
singular y la relación paralela con la historia reciente del hombre mediterráneo que se
remonta a unos 5.000 años a. C., que es cuando el hombre comienza a hacerse agricultor
y ganadero. El toro de cuerda no ha escapado a las prohibiciones religiosas y civiles de
la tauromaquia, a pesar de su arraigo popular y religioso. La federación citada se creó en
el pueblo de Chiva (Valencia) en 2002, con unos 20.000 socios, y es la que organiza un
encuentro cada dos años llamado Congreso Nacional del Toro de Cuerda. Más de un
centenar de poblaciones españolas poseen su propio toro de cuerda –casi todos son
diferentes- y opina que el mejor encaste para este tipo de toro es el de Casta Navarra
(Javier Tarín, presidente)
¿La supresión de la corrida caballeresca por Felipe V alumbró el festejo popular y su
relación con el toro del populacho de la época? ¿No estaremos llegando a algo parecido
en la actualidad pues de nuevo el festejo popular se hace con el protagonismo de la
Fiesta por la pérdida de fuerza de los festejos de lidia ordinaria? De los 8.116
municipios de España en unos 1.900 (23,4%) se celebraron festejos populares taurinos
en 2018. En este mismo año hubo 19.219 festejos taurinos, 17.698 fueron populares
(92,08%) y 1.521 de lidia ordinaria (7,9%). En los últimos 10 años se ha mantenido el
nº de festejos taurinos, aunque han aumentado los populares y han disminuido los de
lidia ordinaria. La Comunidad Valenciana se lleva la palma en festejos populares, unos
8.500 anuales. Está claro que la tauromaquia popular se va a convertir en un baluarte
fundamental para el futuro de la tauromaquia (Francisco Hernández, veterinario).
La necesidad de la innovación
Hoy como ayer tenemos que revindicar la suerte de varas. La suerte de varas ha
cambiado en el pasado y lo tiene que seguir haciendo. La innovación es necesaria en
cualquier actividad que rodea al mundo actual, también en la tauromaquia. El estudio de
factores como la longitud, el grosor y el diseño de las puyas, junto con la disposición y
distancias de las dos líneas que limitan las posiciones del caballo y del toro antes de su
encuentro, tienen que ayudar a modernizar la suerte de varas de acuerdo con la
evolución del toro y la sensibilidad actual de los espectadores (José Antonio
Mendizábal, catedrático).
Zahareño es un toro de Santiago Domecq que fue declarado como uno de los más
bravos de San Isidro 2020. En un video presentado por los autores se demuestra cómo la
lidia actual con sus maneras a menudo incorrectas, trebejos obsoletos y un reglamento
demasiado inmovilista, puede dar al traste con un gran toro bravo. Es lo que le ocurrió
al toro Zahareño al que en un primer encuentro con el caballo un puyazo trasero y caído
fue tan profundo que le produjo un neumotorax en su pulmón izquierdo. Ello no fue
óbice para que el toro ofreciera una gran pelea en varas y banderillas, aunque llegó un
momento en el tercer tercio en el que se paró totalmente. Es la muestra de que unos
útiles ya desfasados pueden convertir un gran toro en un toro premiado pero frustrado
(José Carlos Arévalo, Julio Fernández)
El compromiso de los medios con la Fiesta
La Fiesta de los toros vive una lucha agónica contra la invisibilidad mediática y social
(Pablo Gª Mancha, periodista).
Televisar una corrida de toros es complejo pues es un espectáculo lleno de colorido,
variedad, sorpresas y luz, que se debate entre lo clásico y lo contemporáneo. El
periodista taurino de televisión tiene que poseer empatía, brevedad, conocimiento y
ritmo. El público de la televisión de pago es aficionado y entendido, por lo que el nivel
de conocimiento de los que narran la corrida tiene que ser muy alto. Un periodista
narrador tiene que ser capaz de contar cada tarde de toros como si fuera diferente y
única, sin erigirse en protagonista principal pero sabiendo llevar el peso de la
retransmisión (José Germán Estela, periodista).
De todos los retos que tiene la tauromaquia, la comunicación, mejor dicho, la
incomunicación, es el más determinante. Desde hace unos años el toreo no se entiende,
solo se siente. Y no se entiende porque nadie lo explica, porque los medios de
comunicación tampoco lo explican. El toreo tiene dos claves fundamentales: la
etológica –comportamiento- y la dramatúrgica, rito trágico vs. festivo en el que participa
el héroe -torero- y la “fiera”, tanto en cuanto que si te coge te puede matar. La abolición
de las corridas en los grandes medios audiovisuales del país ha sido el ataque más
decisivo recibido por la tauromaquia en los últimos tiempos. El otro, el movimiento
animalista que ha calado en la sociedad civil, especialmente, entre los jóvenes. Aún no
hemos sabido dar cumplida respuesta a este nuevo movimiento abolicionista, los
periodistas taurinos tampoco (José Carlos Arévalo, periodista).
Todo el invierno lleva soñando con estas Jornadas, especialmente, con la sesión ¿El
toro más bravo de la historia? que le ha parecido muy interesante. Cansado de pelearse
contra un muro, el del ejercicio de la crítica taurina en los medios escritos, ha decidido
luchar por su cuenta sin miedos y complejos. Así, con la ayuda de un puñado de
patrocinadores valientes se recorre España de arriba a abajo, de Fallas a El Pilar,
organizando coloquios a los que invita a las personas más relevantes de la Fiesta y que
transmite por las redes sociales en directo, una bonita forma de reinventarse y seguir
trabajando por la Tauromaquia. Ama España, ama los toros y quiere que su hijo pueda
tener la oportunidad de amarlos también. Anima a todos a seguir luchando desde
cualquier atalaya taurina (Alfredo Casas, periodista).
Diálogo entre héroes
Hoy en día es difícil ser héroe y más siendo torero, por los fariseísmos políticos y
sociales. Pero cuando los toreros caen mortalmente heridos en el ruedo con la tilde de la
inmortalidad no hay discusión posible. Heroísmo y espíritu martirial en un rito que
representa de forma sublime e impresionante el francés Manet, en su lienzo Torero
muerto (Manuel Sagües, Doctor en Geografía e Historia).
No cabe duda que yo nací torero, para ser torero, y después fui desarrollando la
vocación a base de mucho esfuerzo y sacrificio. No sé si somos héroes aunque noto que
la gente nos respeta mucho por nuestra fortaleza mental y por los valores que
atesoramos. Por ello, ante los ataques de los antis siento una gran impotencia y pena.
Pienso que cuando me retire seguiré vinculado al mundo del toro, pues no sé hacer otra
cosa y todo se lo debo a él, al toro (Rafael Rubio, Rafaelillo).
Ser torero es una cosa muy grande, muy profunda y muy seria e intensa. Entregamos
toda nuestra vida en cuerpo y alma a nuestra profesión. Y pasamos mucho miedo, yo he
pasado siempre mucho miedo, no sé cómo he podido torear durante 25 años ese tipo de
toro con el miedo que he pasado, tanto es así que me siento el héroe de mi vida (José
Pedro Prados, El Fundi).
ANTONIO PURROY, Y DON JOSÉ ANTONIO MENDIZÁBAL