Fernanda Jiménez Peña nació en 1923, y su hermana Bernarda en el 27. «Su cante arranca desde una voz herida, dotada para el duende, para el quejió».
Se perdió una gran parte del arte flamenco y el compás de las bulerías gitanas.

De jóvenes, nunca fueron a los cafés para conocer el cante, sino que lo tenían a la mano, en casa, en fiestas familiares donde asumieron una vieja sabiduría tradicional. Como ambas asumían, nunca aprendieron de los discos. Con ciertos recelos familiares, empezaron a darse a conocer como cantaora Fernanda y como bailaora Fernanda, en la Feria de Sevilla de 1946. Dos años después ya aparecieron en la película Duende y Misterio del Flamenco, de Edgar Neville.
No hay comentarios:
Publicar un comentario