El ganadero de bravo, titular de la ganadería de Los Bayones, Jesús Hernández, fue el conferenciante de la cuarta convocatoria del XXVI Ciclo Taurino-Cultural de la peña "El Espontáneo", cuyos encuentros tienen lugar en Palacio Mansilla de Segovia.
El tema de la conferencia estaba marcada por los encastes Atanasio y Lisardo, pero en el coloquio salieron a la palestra aspectos más variados y de actualidad como las caidas, los pitones y otros condicionantes de la lidia.
“Mi ganadería nació en 1968 cuando mi familia adquirió vacas de origen Contreras y en 1976 al comprar el hierro de Rufino Martín al que se añadió un lote de vacas de Carmen Borrero, procedencia Atanasio Fernández. Ya en 1981, se compra la ganadería de "El Almendral", se elimina su procedencia y se adquiere un lote de vacss a Santiago Martín "El Viti", procedencia Atanasio, línea Lisardo, formándose de esta manera la ganadería de Los Bayones. Variamos un poco la morfología de las reses otorgándolas menor talla y bajando su basto aspecto, manteniendo su seriedad de cara con pitones válidos para plazas de primera”, dijo.
“Hemos lidiado en Madrid con buena suerte durante la década de 1990 a 2000, tanto en la feria de San Isidro como en la de Otoño. Recuerdo una novillada en 2001 para la presentación en Las Ventas del por entonces novillero José María Manzanares. Ese año lidiamos en esa plaza una corrida, la cual tuvo problemas previos de corrales y fueron lidiados tan sólo cuatro toros, dos resultaron realmente buenos. También en Valencia fuimos asiduos, así como en diversas plazas francesas como Bayona, Arles, Alex y otras más”.
“En estos momentos contamos con un excesivo número de vacas de vientre, son una 500 y 8 sementales. Queremos reducir esos números para no sobrepasar los límites de vuestro interés, tal y como están las cosas. Sobran muchos toros en las ganaderías. Respecto a las fundas, nosotros si que aplicamos esa técnica por considerarla conveniente. Lo que llevamos realmente mal, es el tema del saneamiento, cosa que nos trae de cabeza”.
“Lo de Contreras lo tuvimos en la Asociación y lo de Atanasio-Lisardo en la Unión. Quisimos unificar ambos hierros en la Unión, pero nos fue imposible por cuestiones burocráticas, así que optamos por deshacernos del primer hierro. En cuanto a la selección, tentamos para aprobar un 25 por ciento de vacas y en cuanto a las corridas de saca, unas cinco buenas corridas para cobrar el precio preciso y necesario. Antes, cuando la problemática que causa la crisis, era más óptima, llegamos a lidiar 149 astados en 1998 y 1999 entre corridas de toros, rejones, calles y a puerta cerrada. Eso pasó lamentablemente y ahora, tenemos que pechar con al problema que nos atañe a todos los ganaderos.”
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