POCOS asuntos tan consustanciales con la corrida de toros que el puro, ese buen veguero aromatizando el entorno mientras el torero hace arte en los medios muleta en mano. A las corridas estrella de cualquier feria se les llama corridas de puro y clavel, que hasta parece que con la entrada te regalan dichos adminículos. Bueno, pues a partir del domingo venidero habrá situaciones en las que haya que dejar el cigarro para mejor ocasión y eso contando con que esa ocasión llegue algún día. La modernidad ha hecho que haya plazas cubiertas para eludir las inclemencias meteorológicas y la verdad es que ya existe un buen número que en cuanto amenaza el celaje se corre la cubierta y todos tan a gusto. Bueno, pues en el punto y hora que dicha cubierta proteja al personal de la lluvia, en ese mismo momento se acaba con la tradicional imagen del aficionado echando humo por esa boquita que ha de comerse la tierra.
EL DIARIODESEVILLA.ES
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