Encierro bien presentado de la ganadería del Ventorrillo, Paco Medina (propietario de la ganadería Montecillo) fue el creador y antiguo dueño de esta vacada hasta que la vendió en 2006 al constructor Fidel San Román.
Toros serios y bien rematados, los tres primeros enrazados y encastados.
Manuel Jesús "El Cid": pinchazo, estocada y once descabellos (pitos); y dos pinchazos, estocada y descabello (silencio).
Miguel Ángel Perera: dos pinchazos y media caída (silencio tras aviso), y pinchazo hondo y estocada (silencio).
Alejandro Talavante: estocada recibiendo (dos orejas), media tendida y caída, dos descabellos (silencio tras aviso).
Hoy la emoción ha venido a visitarnos. Ha sido breve, de soslayo, pero ha venido. Hoy ha venido el Talavante enchufado (el fundido vino el Domingo), el que crece exponencialmente en cuanto las cosas le salen un poquito de cara. Y con Fidel San Román ha venido un castaño salpicado que ha hecho de correa de transmisión entre el torero y esa multitud con déficit de emoción. Ya había asomado por gaoneras Talavante en el primero de Perera. Le supo rico y se quedó con el aroma para luego saborearlo de nuevo con "Cervato".
La verdad que el toro más que picado se fue "marcado y peinado". La primera no fue ni media vara, y la segunda fue el mondadientes que apunta a la aceituna de un vermú, resbalando sin atinar con el objetivo. Crudito y coleando llegaba el morlaco a la muleta, como se las ponían a Felipe II: en los medios, primera arrancada, cuatro derechazos ceñidos y primeras palmas. Después se la echó a la izquierda, tres naturales y pistoletazo de salida para la histeria. Dos tandas más de naturales, una de ellas sin enganchones y con manoletinas atornilladas en el albero.
Alejandro navega bien en estas aguas. Lo de entre tanda y tanda ir andando como el funambulista por el alambre, despacito, y echando la frente para atrás, hasta conseguir que nuca y hombros se solapen a lo alto de la espalda, así ya puedo ver cómo me aplauden los tendidos sin que se note mucho.
El dato que falta es que Alejandro no se ha cruzado ni una vez, pero la emoción no entiende de eso, más cuando llegas a ella por otros motivos. Ya no hay retorno. Dos tandas más con la izquierda, reduciendo las marchas, posibilitando así un chute de temple que nos supo a gloria.
Entendió Talavante que no tenía sentido prolongar más el tema, así que se fue a por la de verdad y después de sus sempiternas (y tropezadas) bernardinas cuadró al toro y, sin darle tiempo a armar el estoque, fue "Corveto" a su encuentro posibilitando esas dos orejas que abren Puerta Grande por primera vez este año.
Poco caballo y mucho natural tuvo este toro. Mejor así, no le demos más vueltas que luego la liamos. Hubo emoción, dosificada, pero algo hubo.
El primero fue Manuel Jesús ( anteriormente conocido como El Cid) pero al final del todo hoy fue el último. Está Manuel Jesús desangelado. Gris. Alquitranado. La gente le empuja en cada lance, él como forzado, son los primeros olés los que mueven su capote, más que ese hambre insaciable que traía hace años. Es Manuel Jesús torero que necesita de toros que vengan esprintando, que tengan cuerda para los dos-tres primeros lances, que ya se encargará él de mantenerlos frescos. Está claro que los toros de hoy no son para él. Y menos cuando tu cabeza dicta una cosa y tu cuerpo ejecuta otra. No seré yo quien le pite después de haberme roto las manos a aplaudir por su culpa ( no soy capaz de quitarme de la cabeza su muleta planchada ese 15 de Mayo de 2008). Es justo poco después cuando vi por primera vez a Manuel Jesús. Fue el 6 de Junio, el día después. El 5-J vino un tsunami del que todavía tenemos la resaca y que dejó como uno de sus mayores damnificados a El Cid, justo cuando mejor estaba toreando, justo cuando debía demostrar quién era el número uno.
Lo de hoy no ha tenido ni sujeto ni predicado, todo de aquella manera.
Ese día 6 de Junio Perera la lio parda. Y punto. Hoy ha tenido un primer toro en su lote que, a pesar del buen hacer de su cuadrilla,( se desmonteraron Joselito Gutiérrez y Guillermo Barbero), no ha sabido sacarle el jugo que destilaba. El día que entra en bucle mejor no te arrimes, no hay quien le haga entrar en razón.
Se lleva al burel a los medios. Dos tandas por la derecha, desde lejos, el toro ni se inmuta, así que acorta distancias. Se va acercando. Ahora sí. Cada pase que da, más encima está de la chepa del animal. "Cuanto más me arrimo, más me aplauden". Y ahí ya no hay quien le pare: catálogo de posturitas, abanico de circulares, colección de avisos. Todo esto como los raíles de los trenes él y el toro, paralelos todo el trayecto.
Perera desespera. Y no sé si ya es demasiado tarde como sacarlo de la espiral en la que torea.
Manuel Jesús y Perera torean esta semana de nuevo, ojalá se rediman de un mediocre inicio de Feria para ellos. Así empezó Talavante y a la segunda abrió Puerta Grande.
Bienvenida, emoción, esta es tu casa. Vuelve cuando quieras, te estaremos esperando con los brazos abiertos.
Oscar y JuanPasmo
1 comentario:
Pero que buen tándem hacéis con la pluma. Una crónica bien bonita.
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