El Juli y Manzanares, en la cima
Talavante y Morante aportaron la magia · Ansiada reaparición de José Tomás · El Fandi, líder estadístico · Terrorífica cornada a Padilla
Como hechos premonitorios de la hegemonía y regularidad de sus campañas en 2011, Julián López El Juliy José María Manzanares se alzaron como triunfadores de la Feria de Abril, atravesando ambos la Puerta del Príncipe. Gracias a éxitos constantes alcanzaron la cima del toreo en una temporada que contó, entre otras notas destacadísimas, con el aliciente de la reaparición en Valencia de José Tomás -salvador para varios empresarios-, la magia aportada por Alejandro Talavante y José Antonio Morante de la Puebla y el terrible percance sufrido por Juan José Padilla.
El Juli dio un recital de lidiador consumado a lo largo del año. En Sevilla cortó dos orejas a un toro de Daniel Ruiz el Domingo de Resurrección y abrió la Puerta del Príncipe en la corrida de Garcigrande; sumando en total cinco orejas. En Madrid, Pamplona y Bilbao cumplió con creces. Fue dueño y señor en la mayoría de escenarios donde sale el toro con mayúsculas.
Manzanares, en su temporada más completa, arrasó en Sevilla y Madrid. En la Maestranza fue artífice del indulto de Arrojado, de Núñez del Cuvillo, un hito en los anales de la plaza sevillana. En sus otras tardes también demostró su calidad artística y capacidad lidiadora. En Las Ventas abrió su Puerta Grande. Barcelona, Valencia, Córdoba, Jerez, Almería, Albacete, Dax... fueron otros escenarios donde cautivó.
José Tomás logró su mayor éxito al vestirse nuevamente de luces tras la terrible cornada en Aguascalientes sufrida la temporada anterior. Con tan sólo 9 festejos y 11 trofeos, sus mejores actuaciones fueron las de Valencia -donde reapareció-, Nimes y Barcelona.
Talavante, triunfador en San Isidro, salió en hombros tras una actuación excelente. En Sevilla, Bilbao, San Sebastián, Almería, Zafra (ante seis toros)... fue conquistando al público hasta llegar a Zaragoza, donde gracias a su inspiración cuajó una faena histórica.
Morante de la Puebla ofreció un toreo de calidad suprema en Vistalegre, Jerez, Nimes, Sanlúcar, Vitoria, El Puerto, Barcelona y... Bilbao, donde el 23 de agosto realizó una de las mejores faenas de su carrera, tras la que fue sacado en hombros. Un faenón preñado de arte y garra.
Resulta imposible, por falta de espacio, el análisis de todos los toreros de un escalafón con más de dos centenares de diestros. Pero, además de los ya analizados, recalaremos en los que ocuparon los primeros puestos. Así, David Fandila El Fandi se situó líder con 80 corridas, en las que cortó 147 orejas. Un lugar que en su día ocupó el maestro Enrique Ponce, todavía incombustible, casi rozando el medio centenar de festejos en su vigésima segunda temporada como matador de toros, con buen nivel en Bilbao, Málaga o Granada. Miguel Ángel Perera, sin suerte en Sevilla ni en Madrid, plasmó su mejor versión en Bayona y lidió seis toros en Almendralejo, en tarde exitosa.
Los sevillanos Daniel Luque y Manuel Jesús El Cid fueron a más. Luque, sin suerte en los lotes a comienzo de temporada, destacó en plazas norteñas, cuajando una actuación redonda en Santander. Y El Cid cosechó sus mayores triunfos en Valencia, Granada, Vitoria, Dax y Linares. Los franceses Castella y Juan Bautista brindaron sus mejores tardes en cosos galos; entre tanto César Jiménez recuperó autoconfianza, crédito y contratos tras su Puerta Grande en San Isidro.
Entre los diez primeros del escalafón en el número de festejos, Francisco Rivera Ordóñez Paquirriy Manuel Díaz El Cordobés son dos casos aparte. Sin apenas actuaciones en plazas de primera -cuatro y tres, respectivamente-, sumaron más de medio centenar de corridas cada uno.
Dos diestros a tener en cuenta para 2012 son Iván Fandiño y David Mora, quienes se convirtieron en los toreros revelación. El vasco, pese a perder 19 corridas por un grave percance en la Malagueta, en agosto, brindó su mejor imagen en Madrid; y el madrileño, que también salía lanzado de Las Ventas, cuajó buenas faenas en plazas norteñas.
No todo fueron alegrías. La temporada 2011 ofreció su cara más amarga en la terrorífica cogida en Zaragoza a Padilla , quien lucha ahora por restablecerse. Afortunadamente, medio centenar de toreros, heridos en diferentes cosos y de distinta consideración, han conseguido recuperarse e incluso la mayoría han reaparecido tras sus percances.
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