El exmatador es partidario de retransmisiones moderadas de corridas de toros por televisión
No defraudó. Respondió con creces a la expectación
desatada que colgó el no hay billetes en la casa de cultura de La
Pedraja de Portillo. José Miguel Arroyo 'Joselito', el verdadero, el de
muleta de alma desmayada, toreó ayer al natural –tiene además un brazo
escayolado por una reciente caída de un caballo- en una de las
conferencias más esperadas de la XXVII Semana Cultural de la asociación
La Aldaba.
Le recibió el respetable con una ovación en pie, arropado
en su paseíllo en los alberos de la palabra que recorre ahora en la
presentación de su libro, 'Joselito, el verdadero'. Y habló. Repasó sus
inicios, los de una escuela taurina que le inculcó respeto y educación,
donde encontró a su padre adoptivo, Enrique Martín Arranz, tras andar
"desorientado" cuando con doce años perdió a su padre biológico. "Tenía
una cosa clara, teniendo ilusión en la vida te puedes imponer a todo lo
demás".
Confesó, como ya ha hecho en su libro, que no tuvo valor
para acabar con su vida en un momento de debilidad, que se ha sentido
desequilibrado, muy soñador "pero siempre con los pies en la tierra" y
repasó las tardes memorables de su carrera, como los seis toros de
Valladolid, que, dijo, superó a la encerrona del 2 de mayo en Las
Ventas.No se salió de la suerte en ninguna pregunta. Ni en las
planteadas por la moderadora, Covadonga Saiz, ni en las formuladas por
el público. Así que confesó ser partidario de que una retransmisión
moderada de corridas en televisión "porque hacer aficionados en el sofá
es muy complicado".
Terminó su intervención con largas colas para firmar su
libro, en el que una vez más ha dejado claro que "el toreo es cuando
abandonas tu cuerpo y torea tu cintura, cuando la muleta y el capote es
una prolongación de la sangre que bombea tu corazón".
http://www.elnortedecastilla.es
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