martes, 29 de mayo de 2012

Julio Aparicio se corta la coleta en un arrebato



Aparicio, abatido tras su actuación en Madrid. | Alberto Cuéllar
Aparicio, abatido tras su actuación en Madrid. | Alberto Cuéllar
NI FÍSICA NI PSÍQUICAMENTE
Aparicio ha echado una mala feria de San Isidro en su vuelta a Las Ventas después de la terrible cornada que sufrió hace dos años en esta misma plaza. Precisamente una feria en la que se le esperaba con interés, por el deleite que supone su toreo cuando está inspirado y con arrestos, y con cariño por el trago que pasó entonces.
Aquella imagen del pitón de un toro de Juan Pedro Domecq entrándole por el cuello y asomando por la boca, el 21 de mayo de 2010, está ya en los anales de la historia de esta plaza y del toreo. Fue un milagro que no le afectara órganos vitales.
Aparicio se recuperó aparentemente y pudo volver a los ruedos dos meses después, pero ya no fue igual. Desde entonces su carrera entró en declive al no mostrarse anímicamente recuperado. Sus actuaciones venían siendo muy desdibujadas, hasta el pasado día 15, festividad de San Isidro, en una corrida de "El Ventorrillo", en la que se mostró definitivamente desbordado.
A la vista de los acontecimientos la determinación que ha tomado hoy podía estar muy meditada. No se encontraba Aparicio con fuerza física ni psíquica para estar delante de los toros.
En su primer toro se ha visto claramente, haciendo un esfuerzo sobrehumano para salir a lancear. Aunque ese pasaje lo resolvió con cierta brillantez, a partir de ahí ya no pudo. En la muleta no pasó de las apariencias. No fue malo el toro, sin embargo, el hombre no terminó de ponerse.
Y en el cuarto, la hecatombe total. Aparicio no estuvo ni dos minutos con la muleta después de brindar a la infanta Elena. Una dedicatoria mitad broma, mitad excentricidad, por los resultados de la faena.
Una pena, tan querido como torero en Madrid. En el recuerdo, su triunfo el día que confirmó la alternativa, el 18 de mayo del 94, cuando salió a hombros al cortarle las dos orejas a un toro de Alcurrucén. Todo lo contrario la imagen patética de hoy.
El hombre ha puesto punto final a su carrera pidiéndole a los compañeros que alternaban con él, "El Fandi" y Perera, que le cortaran la coleta antes de abandonar el ruedo. El público más cercano ha aplaudido, pero enseguida que echó a andar llovieron las almohadillas, gritos e improperios del resto de la plaza. No ha podido ser más amargo su adiós.
Julio Aparicio se corta la coleta

No hay comentarios: