El Museo Municipal acoge la exposición 'Cano. Figura entre maestros' hasta el próximo 30 de junio
Lo intentó como torero, pero en los años 30 se adentró de lleno en la fotografía. Como no podía ser de otra manera, en la taurina. Más conocido como 'Canito', el fotógrafo Paco Cano -a tan solo dos meses de cumplir un siglo de vida-, inauguró ayer en el Museo Municipal de Albacete la muestra que lleva su nombre por todo lo alto: 'Cano. Figura entre maestros', junto a la alcaldesa de la capital, Carmen Bayod.
Amantes de la fotografía, aficionados y no tan aficionados del mundo taurino se daban cita en la mañana de ayer en dicha inauguración: la de una muestra que recoge un total de 84 fotografías del fotógrafo alicantino. Todas las imágenes, presentadas en blanco y negro, son fieles al tamaño de 48x38 centímetros. Y en su conjunto, Bayod las catalogaba como «tan solo una pequeña muestra de las mejores imágenes dentro de la trayectoria» de Cano, que ahora llegan a la capital albaceteña gracias a la cesión realizada desde el Museo Taurino de Valencia.
La alcaldesa de la ciudad agradeció la presencia de Cano, a quien se refirió como «historia viva de los toros». Y es que no hay amantes de los toros que no hayan sido captados «por la peculiar visión de este torero fotógrafo».
Los más grandes
Pese a que Cano tardó algunas décadas en adentrarse de lleno a la fotografía, esto no le impidió captar imágenes de los más grandes. Desde Luis Miguel Dominguín o Domingo Ortega hasta El Cordobés, pasando por Manolete, han sido muchos los toreros a los que durante toda una vida ha fotografiado 'Canito'. En esta muestra quedan recogidas imágenes de los años 30, 40, 50 o los 60, siendo la más actual un retrato de Jesulín que data de 2001. En el otro extremo, por antigua, se sitúa una fotografía en la que aparece Manolete, junto a varios aficionados, en Madrid, fechada en 1941.
Serían precisamente las fotografías que realizó a Manolete, torero «por el que sentía una gran pasión -así como por su madre, la albaceteña doña Angustias-», las que darían la vuelta al mundo. Corría un 28 de agosto de 1947 cuando Manolete recibía una cornada mortal de un miura de 500 kilos. Paco Cano fue el único fotógrafo presente en aquella plaza y el único que captó aquel instante en unas imágenes que marcarían su carrera.
Tras asegurar sentir la ciudad de Albacete como si fuera su propia tierra, pues «aquí tengo a mis más grandes amigos», el torero fotógrafo agradeció «el interés que la ciudad ha mostrado por mi obra». Y no pasaron mucho de ahí las palabras de quien se define como «poco orador». Y es que ha quedado claro que como verdaderamente se siente cómodo es en una plaza, cámara en mano.
Paco Cano no quiso abandonar el Museo Municipal sin hacer una petición a todos los asistentes a la inauguración: un minuto de silencio por «doña Angustias, que era de Albacete, madre de un torero como el que era Manolete, el mejor, y también por Juan Montero y por Chicuelo». A los tres deseó que descansen en paz.
Y previo recorrido por las instalaciones del Museo Municipal, donde se encuentran dispuestas todas sus imágenes, la regidora de la ciudad obsequió al taurino alicantino con la tradicional navaja de Albacete.
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