Corria el verano de 1963, tras los dias de fiesta de la Asunción nuestros paisanos se encontrabran en las eras de arriba trillando cuando un toro escapado de las fiestas de Holtalbilla sembro el caos entre los alli presentes. Tras poner a los niños y ancianos a salvo, los mozos del pueblo consiguieron matar al animal y llevarlo al matadero para el reparto de su carne. El Alcalde para evitar problemas con los los del pueblo vecino que reclamaban la propiedad del astado, consiguió convencer a sus vecinos para devolver el cuerpo del animal.
Dias mas tarde, el señor cura, Don Florentino, escribiría un romance que reproducimos a continuación:
Romance de “El torito bravo”
Yo he visto un toro de lídia
No le vi dentro de el ruedo,
Donde en sus flámulas rojas
le embarcan hábiles diestros,
buscando del respetable
solaces y esparcimientos,
poniendo al espectador,
siempre a la emoción dispuesto,
con “pase” escalofriante
en fuerte tensión de nervios
y haciéndole contener,
a veces, hasta el aliento
con esos lances audaces
y temerarios de pecho... (leer completo)
No le vi dentro de el ruedo,
Donde en sus flámulas rojas
le embarcan hábiles diestros,
buscando del respetable
solaces y esparcimientos,
poniendo al espectador,
siempre a la emoción dispuesto,
con “pase” escalofriante
en fuerte tensión de nervios
y haciéndole contener,
a veces, hasta el aliento
con esos lances audaces
y temerarios de pecho... (leer completo)
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