Como verán traigo papeles. Debo decirles que me infunden Uds. un imponente respeto. Podría haber traído una chuletita y hablar y hablar. He preferido escribir lo que les estoy y voy a leer para acotar, para no perderme y perderles, y así decirles lo que quiero transmitirles. Por ello, mis disculpas. Si a Uds. les parece bien, el desarrollo vamos a hacerlo con una exposición por mi parte y a continuación un charlita debate, un coloquio, de acuerdo?
Siento que D. Fernando Cuadri por motivos de agenda no haya podido estar aquí, espero, así es mi deseo, estar a un, al menos, aceptable nivel, si no es así se que D. Fernando me disculpará, pues el reto es muy elevado. Por otra parte les informo que Adolfo Martín (hijo) y el mayoral de la ganadería José Antonio Navarro, por motivos diversos no han podido asistir como hubiera sido su deseo, desde aquí un cordial saludo. Quiero dedicar un cariñoso y amigable recuerdo a D. Adolfo Martín Escudero, que va recuperando ya en su casa de Madrid, sabemos que sus “grises” de esa casta albaserrada que los cría D. Adolfo en nuestra tierra, cerca de aquí, en los Alijares, a imagen y semejanza de su casta humana y su sencillez. ¡¡¡Ánimo y adelante ganadero!!!. (aplauso cerrado)
Quiero sumarme al homenaje que el Club Taurino Trujillano rinde en esta semana cultural al histórico político, buen aficionado a la Fiesta de los toros y que fue miembro del Club Taurino Trujillano, D. Juan Bazaga Sánchez, oriundo de Trujillo, aunque la mayor parte de su vida transcurrió en Cáceres, que falleció el 29.12.2011 a la edad de 78 años. Persona sobradamente conocida en la región, fue uno de los padres de la Junta de Extremadura y su primer presidente en funciones hasta 1982. Su trayectoria política no se centró solo en la administración regional, sino que también fue vicepresidente de la Diputación Provincial de Cáceres desde 1971 hasta 1979 y concejal en el Ayuntamiento de Cáceres durante 25 años. Quienes le conocieron en estas lides dicen que fue un político "de regate corto, de talante abierto, que quería llevarse bien con todo el mundo, con vocación de servicio al ciudadano”. Fuera del ámbito de la política fue uno de los fundadores de la Asociación de Consumidores de Extremadura (ACUEX). Por último en el campo taurino tuve el privilegio de compartir el trabajo, junto con Luis Carlos Franco y otros pocos más, que desembocó en la creación de la Federación Taurina de Extremadura de la que fue su primer Vicepresidente. ¡Va por Ud. amigo Juan!.
Para marcar el camino a seguir, ateniéndonos al título “Cuadri, el honor de una divisa”, en primer lugar quiero expresarles que bajo el paraguas de este título quiero incluir a todos aquellos ganaderos y ganaderas que tienen un similar concepto ganadero.
Decía Sir Wiston Churchill “Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”. En la vida, en general, no creo que este término sea aplicable a mi modo de pensar y de actuar. Pues bien, dicho esto, rompiendo lo habitual, aunque me tachen de incoherencia, me declaro fanático de un determinado concepto ganadero, que no es otro que el que practica con ética, seriedad, dignidad y honestidad, con todas las dificultades que ello conlleva, un ganadero como D. Fernando Cuadri y algunos poquitos más entre los que por supuesto para mí se encuentran también D. Tomás Prieto de la Cal y D. Adolfo Martín Escudero. Ganaderos que crían el toro como aficionados para los aficionados, para quienes la economía es un medio que no un fin. Es una regla elemental que en la vida en condiciones normales para “ganar hay que apostar, hay que arriesgar”, en contraposición al que procura minimizar el riesgo, con escasez de escrúpulos y de afición, fiel con aquella máxima de “todo vale por la pasta”. En este concepto ganadero, que admiro como aficionado, el toro es el protagonista, el toro íntegro, con poder para los tres tercios, la suerte de varas es la prueba fundamental de su bravura y hay que “poderles” a través de la lidia. En este concepto ganadero los que lo llevan a cabo se resisten como pueden a las imposiciones de los taurinos (toreros, veedores, apoderados y empresarios). No me cabe la menor duda que D. Fernando Cuadri es el máximo exponente de él. Por todo ello de manera indubitada me declaro fanático de este concepto ganadero y de quienes lo practican, con coherencia y trabajo diario que puede tener como resultado, que de vez en cuando, ya saben aquello de que esto no es como las matemáticas donde dos más dos son cuatro, se puedan presenciar espectáculos emocionantes en el ruedo. Sí, amigos, por la trayectoria que ha llevado y lleva esta familia ganadera a lo largo de su historia de cerca de sesenta años, me declaro “cuadriadicto” al compás de otros, este concepto ganadero Cuadri viene de antiguo, viene de reata, porque no es otro que el que instauró y practicó D. Celestino, continuaron sus hijos D. Fernando, D. Luis (q.e.p.d.) y D. Juan, aunque éste se encarga más de las cuestiones agrícolas, con la colaboración de Tino (hijo de Fernando), Luis y Antonio Abad (hijos de Luis) y Fernando (hijo de Juan) al compás de D. José Escobar, el mayoral también de reata y Gaspar, que en el tiempo, ojalá tarde mucho, será quien continúe esa ruta ganadera de D. José, incluido su eterno puro. Y por ello debo reconocer que en esta cuestión “no puedo cambiar de opinión y no quiero cambiar de tema”, así de sencillo.
Ahora pasemos a presentar al actual representante ganadero de la familia, D. Fernando Cuadri, que es ingeniero industrial, tiene una oficina de proyectos, cría bravo en Comeuñas y Cabecilla Pelá, en tierras huervanas de Trigueros, con el librillo que le dejó su padre D. Celestino, que él y sus hermanos Luis y Juan, practicaron y transmitieron al conjunto de hijos y sobrinos, lo que llamo “encaste humano cuadri”, por otra parte también cría manso por su cuenta y es un importante criador de canarios y gallinas enanas. ¡¡¡Quien da más!!! Según sus palabras “por la mañana estoy en la ganadería y por la tarde en la oficina.; por la mañana vivo, por la tarde gano dinero” .
No quiero dejar pasar esta oportunidad para comentarles que el conocimiento de D. Fernando Cuadri y el resto de la “reata Cuadri”, fue al fallecimiento de su padre D. Celestino. Como representante de “Cerro de San Albín” le remití una carta de condolencia, indicándole como referencia que éramos amigos de D. Jaime de Pablo Romero. Días después recibo una tarjeta de D. Fernando con su agradecimiento, indicando que si éramos amigos de Jaime, era señal de que éramos buenos aficionados y que las puertas de su casa estaban abiertas. Muy poco tiempo después se inició eso que yo denomino “la ruta de la tartanilla”, que no es otra cosa que la anual visita que un grupo, de distintas partes de la piel de toro, hacemos en fin de semana a “Comeuñas” y a “la Ruiza”, donde pastan como Uds. saben las ganaderías de Cuadri y de Prieto de la Cal, respectivamente. Todo un auténtico lujo.
¿Qué tal si ahora repasamos algo que ya saben? que no es otra cosa que unos datos de la ganadería, según lo que figura en la web de la ganadería. Los toros de la ganadería “Hijos de D. Celestino Cuadri” se encuentran en dos fincas independientes, separadas por 10 kilómetros, llamadas “Comeuñas” y “Cabecilla Pela”, en los términos municipales de Gibraleón y Trigueros, donde el ganado disfruta de un clima suave en el que son escasas las heladas; son fincas de dehesa ondulada, con una arboleda formada por encinas y alcornoques que permite un fácil manejo del ganado y posibilita que las zonas bajas mantengan la hierba durante mucho tiempo. La distinta naturaleza del suelo de una y otra finca hace que los pastos también varíen en cuanto a propiedades nutritivas. Divisa morada, amarilla y blanca, señal rabisaco en la derecha y despuntada en la izquierda. La procedencia es de Don José María Lancha hacia el año 1928 con vacas y sementales de Don Juan Belmonte procedentes de Gamero Cívico, quien posteriormente agregó un lote de Don Esteban González Camino, que a su vez tenía sangre de Pérez de la Concha, Félix Suárez, Villamarta y Francisco Molina. En el año 1946 un joven de 33 años, de nombre D. Celestino Cuadri, Licenciado en Derecho, Profesor de la Universidad de Sevilla, audaz, intuitivo y valiente, que con conocimientos de simple aficionado siempre deseó que sus toros no fueran ni para los toreros ni para sacar dinero, sino para disfrute de los aficionados, decidió comenzar una aventura como ganadero de reses bravas. D. Joaquín Miranda, banderillero de Juan Belmonte, que posteriormente fue Gobernador Civil de Huelva, fue su principal consejero en temas ganaderos. Se decidió por lo de Esteban González, porque le encantaba el encaste de Santa Coloma. La camada, en su mayoría, estaba formada por las reses de Pérez de la Concha, con orígenes de Concha y Sierra y predominio de Santa Coloma de la rama ibarreña o sea, sin Saltillos, por tanto de pelo negro sin cárdenos. Tenía además ganado de Urcola y Félix Suárez. Compró D. Celestino la camada sin tentar a D. Esteban González y siguió comprando durante algunos años más hasta 1954. En estas camadas también vinieron eralas con procedencia Pérez Concha, Félix Suárez y Urcola. Aunque su primera intención fue quedarse exclusivamente con lo procedente de Santa Coloma por línea ibarreña, a medida que fue tentando las becerras se decidió a seleccionar mas por el comportamiento que por el encaste, aprobando así vacas de todas las procedencias. Hizo caso a su intuición y se saltó muchas reglas básicas de la genética, limitándose a dejar para madre la becerra que le gustaba y a matar la que no se ajustaba a lo que él pedía en el tentadero y no tuvo reparo en cruzar las diferentes sangres. Sin embargo sí hizo caso al mayoral de D. Esteban González, de nombre Aurelio, que le indicó que entre las reses compradas, venía una vaca preñada, aconsejándole que si tenía un macho lo probara ya que pertenecía a una reata de gran confianza. El becerrillo, de nombre "Pestillero" era muy feo, y con malas hechuras pero aun así, fue tentado, superando muy bien la prueba por lo que se dejo para semental y puede ser considerado como el principio de todo lo que hoy pasta en la ganadería. Inicialmente la ganadería de D. Celestino Cuadri estaba configurada por un total de 142 hembras y 3 sementales, un número de reses por otra parte, muy cercano a los que conforman actualmente este hierro. Entre los sementales más importantes además de “Pestillero”, están “Frescalillo”, "Juguetero", "Clavellino", "Napolitano", “Lirio” que ya no está y en reatas tenemos “jardines, trato, brujería, labores agrícolas, adornos, oleadas, militares, zapatos, frío, barcos, Aragón, trenes, carpintería, cocina, tienda, dolor y Europa”. Debuta la ganadería en Septiembre de 1955 en Aracena, donde a un novillo de nombre "Marismeño" se le premia con la vuelta al ruedo. El 8 de Abril de 1956 toma antigüedad al lidiar en las Ventas, en la que dos toros "Curioso" y " Bravío" resultaron fuertemente ovacionados en el arrastre. A pesar de la gran trayectoria de la ganadería con cerca de 60 años de recta tradición, defendida contra viento y marea sobre presiones y antojos, sin plegarse a modas, circunstancias ni conveniencias, por dos generaciones, también ha conocido momentos malos, quizás como consecuencia de lo que fue la ultima tienta de machos de la ganadería, en la que los descendientes de "Tacholero", lidiados en la corrida de Beneficencia en Madrid en el año 1984 dieron a la familia Cuadri un soberano disgusto del que no lograron sobreponerse hasta el año 1988 en la Feria del Pilar de Zaragoza. Unos años antes, en 1973, con visión de futuro, D. Celestino, con tan sólo 52 años de edad, cedió la gestión de la ganadería a sus hijos Fernando, Luis y Juan, apartándose justo en el mejor momento de la dirección de una ganadería que había adquirido 19 años antes.
* Como curiosidad voy a leerles el artículo que Antonio Abad Cuadri, hijo de Luis (q.e.p.d.) y sobrino de Fernando, nos escribió para nuestra revista “Cerro de San Albín” sobre el pelo colorao de algunos cuadris, dice como sigue “Hablar del pelo colorao en nuestra ganadería, de la cual de forma incorrecta se dice que es procedencia Santa Coloma, resulta contradictorio, sin embargo ahondando un poco en los orígenes no lo es tanto. Formada en el año 46 con procedencia Santa Coloma (vía Ibarreña) Pérez de la Concha y Urcola, casi a partes iguales, da consigo un toro, cuanto menos, con personalidad. Resulta ahora evidente asignar dicho pelo a la parte de Urcola que la forma, pero bastantes preguntas me vienen y poco a poco las intentaré sacar a relucir. Haciendo un poco de memoria, recuerdo varios toros coloraos: “Friolero” Nº 36, lidiado en la Plaza de Zaragoza en la Feria del Pilar del 1999, “Arenoso” Nº 5, en las Fallas del 2000, siendo lidiado por “El Califa”, “Segador” Nº 50 lidiado en la Corrida Concurso de Madrid del 1998 (si no recuerdo mal) por Emilio Oliva, o “Ribete” Nº 45 lidiado en la Feria de San Isidro. Son algunos de los toros colorados que se me vienen a la cabeza, y tampoco son muchos más los que habremos lidiado. La verdad, que en general, han dado bastante buen resultado. Pero, ¿Por qué desde el 46 hasta el 95, mas o menos, no aparece este pelo con la asiduidad de ahora?...no lo sé…Bien es cierto que a mi abuelo no le era de especial agrado dicho pelaje, pero bueno, también tenia la idea de formar la ganadería sólo con procedencia Santa Coloma y no lo hizo. Quiero decir con esto, que a la hora de la selección se olvidaba de la procedencia o pelaje y dejaba lo que como aficionado le gustaba. Entonces, ¿por qué no salían colorados?...no lo se…Repasando los toros anteriores, compruebo que proceden todos de un tronco común, originariamente de Urcola, así pues “Friolero”, “Arenoso” y “Segador” eran hijos de un semental de nombre “Napolitano”, cuyo padre era “Jabatito”, por cierto ambos negros listones. De “Napolitano” fue otro semental (también negro listón) de nombre “Lirio”. Este toro estuvo apartado para la corrida de Madrid del año 2003, se quedó de sobrero, y una vez en el campo lo dejamos de semental. Es este “Lirio” (familia más que reconocible en esta ganadería, las de las flores) quizás el toro que más esté dando colorado, así, “Ribete” era hijo suyo, teniendo en cada camada varios toros colorados. Le sobra que “coja” una vaca que también sea listona, o, que remanezca de su familia, es decir, del tronco marcado por “Jabatito”, para que nuestro querido “Lirio” dé colorado. Por lo tanto podríamos decir que tenemos controlado cuando “Lirio” dará un colorado, quizás de forma más certera de lo esperable. Volviendo a mis preguntas, me reitero, ¿por qué no salían antes coloraos?....no lo se…¿por qué cuando “Jabatito” cubría vacas de su familia no daba colorado?...no lo se…¿por qué ahora “Lirio” si que los da?...no lo se…¿podría ser que la sabia madre naturaleza nos esté diciendo que es el momento de los coloraos?...no lo se…¿qué quizás antes no era necesario y ahora sí que lo es?...no lo se…En confianza, este año hemos echado a las vacas un nuevo semental, de nombre “Aviador”, Nº 38,hijo de “Lirio”,y es….coloarao!!!....En fin, preguntas y más preguntas, que hacen de todo esto lo realmente interesante, y hacen darte cuenta de que efectivamente, no se nada.”
*Completando esto, llega el turno de un poquito de estadística, teniendo en cuenta que aunque en la historia de esta ganadería entre sus plazas referentes están entre otras en España, Sevilla (toros como “Tratante”, “Nadadero”, “Bisagra”, “Bola”, “Cigarrero”, “Berlinés”, “Barquero”), Zaragoza (toros como “Marinero”, “Aventador”, “Jardinero”, “Jaramago” y “Remendón”), Bilbao, Valencia (toros como “Trillador”, “Cebollita”, “Aliño” y “Forastero”), Castellón (“Capillita”), Huelva (toros como “Sereno”, “Choquero”, “Contador”, “Huelvano”, “Fandanguero” y “Brujito”), hay otras plazas en las que ha obtenido buenos resultados como Alicante (“Curandero”), Burgos (“Telaraña), Guadalajara, Sangüesa (“Cosaco”), Valverde del Camino (toros como “Tunante”, “Cosaco” y “Revisor”, indultado), San Martín de Valdeiglesias, Zalamea la Real, Moguer (“Tacholero”), Sanlucar de Barrameda, los anuales Festivales en Trigueros, y en Francia Dax, Vic Fezensac (toros como “Clavelito” e “Isidro”), por ser la primera y más importante plaza del mundo me voy a referir a su paso por la plaza de Madrid desde el año 2001 hasta la temporada actual que recién finalizó, que les ha convertido en santo y seña de la afición venteña y digo yo que de cualquiera que se sienta aficionado. Siguiendo la senda de toros para la historia como “Colladero” a principios de la década de los años 70, “Clavellino”, en 1993 (su madre la “Clavellina” murió con 23 años en Comeuñas), “Poleo” en 1996, “Miseria” lidiado en 1997 y “Lesnero” en 1999, también han quedado en el recuerdo de los aficionados, en los últimos años otros como “Fogonero”, “Aragonés”, “Frijonero” y “Podador”, inmortalizados en azulejos en la Venta del Batán . Un repaso, en el año 2.001 dos comparecencias, una en Corrida Concurso del 2 de mayo con un toro que lidió Luis Francisco Esplá, en la que también participaron toros de Guadalest, Hernández Plá, Conde de la Corte, Conde de la Maza y Adolfo Martín, precisamente el ganadero triunfador con el toro “Malagueño, y la otra en San Isidro, la tarde del 7 de junio, que lidiaron El Zotoluco, Manolo Sánchez y Raúl Gracia El Tato, toros voluminosos, hondos y serios; alguno blandeó, dentro de un conjunto bastante noble, destacó el primero, siendo el más complicado el sexto. Después de su ausencia en el año 2002, abrieron el día 10 de mayo la Feria de San Isidro del año 2.003, la corrida tuvo una extraordinaria presentación y desarrollaron un juego encastado; el mejor de todos fue el quinto, muy bravo y el cuarto fue el más fiero y al que cerró plaza lo machacaron en el caballo; les tocó en suerte su lidia y muerte a Carlos Escolar “Frascuelo”, Manuel Jesús “El Cid”, y Javier Castaño. El 31 de mayo de 2004, volvieron los toros triguereños a San Isidro, muy serios, grandes y hondos; acusaron cierta flojedad en general; fueron bravos el segundo y sobre todo el tercero “Fogonero”, que sería considerado el más bravo del ciclo, el quinto fue muy encastado con las complicaciones que ello conlleva; el cuarto fue devuelto y reemplazado por un sobrero de Lozano Hermanos; de los toreros cabe destacar la actuación de Curro Díaz ante “Fogonero”, los otros matadores que completaban la terna fueron José Pacheco “El Califa” y Eduardo Dávila Miura . Nuevamente están en Madrid la tarde de lluvia y viento del 13 de mayo de 2.005 con una corrida de toros cuajados, muy serios y hondos, destacando el segundo y el tercero, dentro de una corrida muy encastada y dura que superó a sus matadores, Fernando Cruz que confirmó alternativa, Francisco Rivera Ordóñez, abroncado en sus dos toros al inhibirse de la lidia y dejar que los masacraran en el caballo, e Iván García que se dejó ir el buen tercer toro. El 29 de mayo de 2.006, se lidió una corrida de desigual presentación; lo más destacado de la corrida fue el quinto de la tarde, llamado “Choquero”, un toro encastado, pronto, vivo, de alegre galope; la corrida fue lidiada por José Pacheco El Califa, Domingo López Chaves y Javier Valverde. El 30 de mayo de 2.007, como es costumbre en esta ganadería, toros muy cuajados y hondos, de serio comportamiento, destacando el segundo de nombre “Bolo”, el tercero y el sexto; les correspondió su lidia a Pepín Liria, Curro Díaz y Javier Valverde. Llegamos al 25 de mayo de 2.008, en el que solo se lidiaron cuatro toros, serios, algo parados, sin humillar y complicados, excepto el sexto, “Aragonés”, que fue muy bravo tanto en el caballo como en la muleta, que fue declarado como el más bravo de la Feria; se pusieron delante Carlos Escolar “Frascuelo” que resultó herido por el segundo del festejo de la ganadería de San Martín, por lo que el festejo quedó en un mano a mano entre Iván García e Israel Lancho, que confirmó su alternativa. En el año 2.009 no lidian en Madrid, regresando el 24 de mayo de 2.010, con un encierro muy serio, hondo y con cuajo, una interesante y emocionante corrida, especialmente los lidiados en tercer lugar de nombre “Frijonero” que se llevó el trofeo al mejor toro de la feria de San Isidro, aunque para mi el toro que más me emocionó fue el quinto, un colorao de nombre “Ribete”; sus lidiadores fueron Domingo López Chaves, Salvador Cortés y David Mora, que perdió una clara ocasión de triunfar con Frijonero. Año 2011, muy importante corrida con los toros el extraordinario “Podador” que se llevó los premios y el colorao “Aviador” muy encastado, ante los que se pusieron El Fundi, Iván Fandiño y Alberto Aguilar y en 2012, una corrida con una media más que aceptable con un toro bravo y encastado “Muñeco” lidiado en primer lugar que masacraron en varas, les correspondió su lidia a Rafaelillo, Javier Castaño y Luis Bolívar. Para la próxima temporada 2013 tienen un reto muy importante, que no dudo cumplirán con la seriedad que en ellos es habitual, van a lidiar en Castellón, Sevilla, Madrid, vuelven a Bilbao después de más de 20 años y van por primera vez a esa seria plaza del norte que es Azpeitia, supongo que además lidiarán como es habitual desde hace unos años, desde que las cosas se torcieron en Valverde del Camino, por motivos ajenos a ellos, en Zalamea La Real. ¡¡¡Suerte Ganaderos.!!!
*Ahora voy a leerles unas palabras de D. Fernando, en las que nos traslada su verdad en la crianza del toro bravo, como aficionado para los aficionados, en un artículo publicado en esa extraordinaria web taurina que es “Campos y Ruedos”, que dicen así : “Aquí en “Comeuñas”, delante de un folio en blanco y con un bolígrafo, me doy cuenta de lo mucho mejor que se me da hablar. A priori me dijeron que la cosa iba de franceses y pensé que iba a ser difícil. Me dijeron que tenía un libro en francés para que lo viera y que tenía que escribir algo. Cuando abrí el libro no entendí ni una palabra, pero sí que, gracias a Dios, hablábamos el mismo idioma, y ese idioma no podía ser otro que el de la afición. Entender ese idioma es fundamental para comprender como puede existir una explotación agrícola y ganadera donde la economía no es un fin; ese lenguaje por el que se entiende que existan haciendas donde los lujos están reservados para los animales, porque el lujo para el hombre es estar en ella; ese lenguaje que explica como en pleno siglo XXI se esté convencido de prescindir de artilugios y máquinas modernas; ese lenguaje que permite que todavía hoy los mayores sean escuchados, y lo que dicen sea tomado en consideración; ese lenguaje que explica como un hombre pasa de mandar en el campo a dejarse mandar por él. Solo ese lenguaje explica la singularidad de un hombre que se despreocupa de su propio tiempo, de su vida de cualquier mortal humano, de trabajar, de tener, de divertirse, de querer ser, etc. No, a José Escobar le sobra todo esto. José es grande, y su grandeza es velar por sus dos familias. Las dos llevan su sangre, a las dos se ha encomendado, a las dos protegerá con su saber, con su andar, con su pureza hasta en el fumar. Él, amigos franceses, es un auténtico catedrático en ese idioma y para ello no le han hecho falta títulos, ni papeles, ni saber leer, ni discurso, ni prosopopeya; en ese idioma, en esa búsqueda, solo hay algo que prevalece: la verdad. Este lenguaje atrae al campo a gentes que están en esa búsqueda, gentes que no buscan lucro ni intereses. Gentes que sienten el toro y el campo como algo que en realidad, como así es, les pertenece, y como cosa suya muestran al visitante con orgullo su tesoro. Ese idioma explica la sonrisa de trabajadores que, con un sueldo que apenas les permite mantenerse, son algo más que trabajadores por cuenta ajena. No han vendido su conciencia a la producción, ya que en esa explotación no solo está su conciencia, sino también su ilusión, su esperanza, su vida. El campo es su armonía y también se dejan someter por él, y seguramente sean, sin saberlo, los últimos vaqueros del lejano oeste andaluz. Sí, yo lo he visto. También hay hombres de luces que hablan este idioma, que muestran una actitud altiva frente al enriquecimiento a toda costa y, como los hombres que hicieron grandes obras, se han formado en normas y reglas que heredaron de los grandes maestros y a las que sumaron su personalidad singular, pero siempre dentro de esa norma eterna que les permite colocarse en el sitio meritorio y auténtico donde se puede sortear la fuerza bruta de un toro y, sobre todo, colocarse en esa postura ética donde se afronta la vida y la muerte. Algunos se hacen llamar artistas, sí..., bueno; pero creo que ese término en mi lenguaje choca, porque a mi corto entender en arte, no conozco a ningún artista capaz de mirar a los ojos a la muerte, de poder vencerla, de poder morir expresando lo que lleva dentro. Esa capacidad heroica no la tiene un artista y me parece una injusticia meterlo en el mismo registro. Para mí ese gremio solo tiene un nombre: torero. Conozco a gente capaz de perder dinero por asistir a ruedos a cambio de que muchas veces no pase nada; este idioma hace a personas recorrer miles de kilómetros para conocer ganaderías, gente que aprende mapas genéticos sin tener ganadería, gente que es empujada al saber, al estudio de una ciencia de la que solo obtendrá el cultivar una lengua que, como un veneno, corre por sus venas. Este lenguaje tiene un tótem, que no es otro que un animal para nosotros lleno de poder y simbolismo del que no aceptamos nunca que despierte pena y misericordia, y que es solo eso: un toro. Sí, ahora algunos quieren ampliar nuestro lenguaje con términos que procederán del deporte o de otros espectáculos modernos. Se suman adjetivos que muchos no entendemos; a muchos, con perdón de los “artistas” y “sensibles”, se nos hace raro ver adjetivar a ganaderías como “duras”, y muchos nos preguntamos si existe de verdad gente que quiera tener una ganadería “blanda”. ¿Tienen sentido la ética y la liturgia con toros que no sean duros? ¿Todo se reduce a una mera estética visual a cambio del aplauso de muchos?. Comprendo que a muchos les parezca que hablamos una lengua antigua o muerta y que no permitimos el progreso, pero en la libertad, esa que reclaman algunos que se autodenominan profesionales, está el renegar de nuevos términos, sobre todo si uno considera en su libre pensamiento que vienen acompañados de hipocresía, falsedad y consumismo barato. Aquí en “Comeuñas” no se es indiferente, aquí sabemos que los tiempos y la sociedad moderna arrojan corrientes de pensamientos tendentes a destruir, llenos de desconocimiento e intolerancia. Entienden, muchas veces de forma justificada a tenor de lo que se oferta, que hoy no tiene sentido nada de esto, que no cabe el sufrimiento y la humillación del animal, que es la mera expresión de una victoria del hombre sobre los animales... Se habla de futuro y la cosa aparece negra. Ahora pienso en Francia, donde mi idioma es escuchado en comisiones y ayuntamientos; donde la cosa marcha y esas civilizaciones que mueren reciben oxígeno de ese país, y una minoría del territorio es capaz de plantar cara a ese tremendo monstruo que es Europa. Nuestro idioma, la afición, es escuchado y hablado, y no le va mal aunque, claro está, le podría ir mejor. Y esa tauromaquia popular es el origen de mi idioma, donde el toro es el protagonista y donde la fiesta no está controlada por personas emprendedoras sino que pertenece al pueblo, su destinatario, que no es mero consumidor pasivo de la industria del entretenimiento, sino actor que vive con pasión y sin ánimo de lucro el fervor de una expresión de su forma de ser, permaneciendo irreductible en un territorio pionero de la abolición. Es en los que hablan este idioma donde veo que se defiende el toro con pasión, donde se sale a pelear de frente, y a pelear algo que se siente dentro y que no se está dispuesto a perder nunca; se sale a pelear con vergüenza, con cojones, con verdad. Por ello cuando veo cúpulas que quieren organizar a una industria, cuando oigo hablar de cambio de ministerio, cuando oigo la necesidad de exponer cifras, de crear argumentos teóricos, de hacer gestos, de hacer valer datos, de convencer políticos, de crear lobbies, de capital, industria, derecho de empresa, juzgados, economía, me parece que hablan otro idioma, y entonces es cuando veo a José, veo al toro, me acuerdo de los que no están, miro mi idioma, miro a la afición... y veo que no puede ser mas contrario a lo otro. Esto no es economía sino romanticismo, el romanticismo más puro. Y me pregunto cómo pueden pretender explicar que no es la victoria sobre el animal, sino sobre la muerte, la necesidad, el miedo y la ignorancia, pensando que esto es otra cosa distinta al romanticismo puro. A veces dudo del enemigo, a veces me atormento, pero he encontrado el remedio, y no es otro que el campo. Ese, para muchos y para mí, es el refugio. Y aquí en el campo veo vuestro libro, y sin entender una palabra veo en él orgullo, honor, un saber que se manifiesta a través de poesía, literatura, pintura y grandes fotografías; veo en el libro un impulso, una advertencia de necesidad de cambio, una energía crítica que advierte que se pierden referencias esenciales del pasado y, sobre todo, un grito que muchos deberían imitar, y es que no sois borregos de matadero. Sí, habéis saltado al ruedo, os tacharán de fanáticos, retrógrados e intransigentes, ¿será verdad? Yo no lo sé, pero habéis saltado al ruedo con valentía, y no veo cinismo, ignorancia, publicidad, subvenciones, injusticias o desmanes; habéis saltado al ruedo sin ventajas, con verdad. Por ello estoy aquí, en el campo, donde creí saber algo, donde crecí, donde recordaré, donde está mi vida, bajo el misterio que se refleja en la mirada de un toro, y en los ruedos donde me alcé, donde fracasé, donde comprendí, donde busco resistir...Sí, habéis acertado, entre campos y ruedos, siempre entre campos y ruedos...”. Hasta aquí, las sabias y sencillas pero muy clarificadoras palabras de D. Fernando Cuadri, complementadas con estas otras del tipo de toro que busca “Uno con interés, que tenga un equilibrio entre la casta, entendida como afán de lucha, la bravura, como capacidad de acometer, y nobleza. La nobleza de nuestro toro la ha de buscar el torero haciendo las cosas bien. Nuestra selección al cabo del tiempo ha sido buscar un equilibrio real entre la casta, la bravura y la nobleza. En esas tres pautas se asienta el toro que buscamos desde hace décadas en casa. De las tres la esencial es la casta como fuente de emoción que es lo que provoca la bravura que al final hace desarrollar al toro la movilidad y una nobleza agradecida después de superar las complicaciones iniciales”.
*Estarán Uds. conmigo en que corren malos tiempos para muchos negocios, rescates y recortes por todos lados. El criador de reses bravas pasa por un mal momento, se han juntado muchas cosas, otras vienen de atrás. A finales de los años 90, personas con excedente dinerario se metieron a ganaderos, alguno quizá lo haya hecho bien, pero otros, los más, simplemente por presumir, sin el conocimiento adecuado del sector en el que se metían Algunos ganaderos de bravo de los de siempre han diversificado su explotación ganadera y mas o menos se mantienen, o tienen otros negocios, pero el que no lo ha hecho seguramente este a punto de mandar todo a paseo, sino lo ha enviado ya.
*La periodista Paz Domingo, que para mi escribe con capacidad, conocimiento y honestidad de lo mejor que se puede leer siguiendo la senda de D. Joaquín Vidal y el maestro Alfonso Navalón, entre otras cosas dice de D. Fernando Cuadri en un artículo titulado “Ganadero de honor y respeto” que “tiene el honor de ser uno de los últimos ganaderos románticos en la exclusiva tarea de criar toros bravos, precisamente porque sus criterios de selección y producción están basados en el respeto al animal, en su intocable autenticidad y en la libertad de temperamento, circunstancias que le han llevado a ser considerado un hombre admirable para los escasos aficionados que reclaman la integridad en el toro de lidia, además de un personaje invisible para las figuras del toreo en la insustancial tauromaquia que se impone. Ahora, en multitud de dehesas, ya no se reconoce este hermoso oficio, ni la personalidad de los encastes, ni los criterios imprescindibles para su desarrollo, ni la perdurabilidad en el tiempo. Y entre todas las torpezas cometidas se ha dispuesto la evolución de las líneas genéticas y la naturaleza hacia una maniobra que ha desvirtuado la esencia única. Con todas estas administraciones viciadas, y muy lucrativas para el beneficio empresarial; con esta aberración basada en el manoseo de las entrañas; con esta domesticación comparable a la explotación animal corriente; y con las mentiras supeditadas al beneficio, únicamente se ha conseguido la ausencia de casta, el aburrimiento generalizado, la pobreza de espíritu, hazañas toreras de ridículo, una emoción perdida y un sacrifico que han colocado a la fiesta de los toros en el abismo. Pero el milagro para la vida es posible. Lo demuestra Cuadri, y algunos somos testigos de su verdad y creyentes en la parábola repleta de animales fuertes, imponentes de trapío, con badana crecida, con cuajo, con fuerte personalidad, con casta, con potencia para la lucha, con resistencia al sometimiento, y que necesitan de colosos para ser dominados. Así, de la oscuridad del mar abrupto emerge la personalidad de este ganadero que ama al toro bravo, a su pasado glorioso y al futuro por descubrir, a su fondo y grandeza.”
*Un enorme aficionado, el amigo Juan Antonio Hernández, natural de Lumbrales (Salamanca) y residente en Irún, escribía hace un tiempo en la web “El Chofre”, un referente serio para aficionados, algo muy similar a esto “Independientemente de los éxitos de sus toros, mi admiración por el ganadero, D. Fernando Cuadri, que para mi representa un concepto ganadero de la crianza del toro bravo, en el que incluiría a otros pocos más, como D. Adolfo Martín Escudero y a D. Tomás Prieto de la Cal, es absoluta y mi apoyo incondicional por estar haciendo el esfuerzo infrahumano de gastar su vida en criar un toro que pocos quieren por el simple hecho de seleccionar en bravo y también porque sé que la mayoría de las veces sus toros no serán bravos, ni me importa. Un ganadero que lidie pocas corridas lo tiene muy difícil para ver su trabajo, para corregir errores o confirmar sus aciertos. Esto no es una ciencia exacta, que nadie quiere toros clónicos, que ves salir el primero por chiqueros y sabes como va a ser el sexto. En una ganadería de toros bravos, no domesticados, si sale una tarde un toro bravo, nos debemos dar con un canto en los dientes. y emocionarnos con la bravura del toro, si es que al que le toque nos lo enseña, porque las más de las veces el toro se va a ir al desolladero sin poder desarrollar su bravura. Por todo esto, insisto, mi admiración y respeto a esos ganaderos que se están jugando su vida y su dinero para que de vez en cuando un toro les haga y nos haga salir de la plaza llorando de emoción.”
*Para seguir completando el debate, ahora traigo a colación unas opiniones del amigo Vicente Sánchez López, aficionado charro, sobre la situación de la fiesta, que titula “Lo que vamos dejando por el camino”, ahí van : “ Terminó la temporada 2012, la temporada de la crisis ganadera. Año en el que muchas ganaderías desaparecen sin remedio de la cabaña brava, año en el que camiones enteros de toros de ganaderías punteras van al matadero, año en el encastes sin posibilidad de continuidad están sentenciados a muerte por el sistema. Durante los años de “las vacas gordas” en cuanto a número de festejos y venta de todos los animales que había en el campo todo el mundo contento. Pero ahora que el número de corridas se reduce, las novilladas disminuyen en un elevado porcentaje y las becerradas también merman muchos ganaderos que tenían su mercado en festejos menores ven peligrar su futuro porque sobra ganado por todo el campo bravo. Y como siempre los primeros que pagan los platos rotos son los ganaderos humildes o los que tratan de mantener un encaste que se salga “fuera de lo común”. Las ganaderías que a duras penas lidian porque siguen su camino buscando la variedad y el romanticismo de criar otro tipo de toro van siendo arrinconadas; y entre toreros que les hacen ascos, veterinarios caprichosos, reglamentos y normas europeas muchos están contra las cuerdas. Otros intentan resistir a sabiendas de que muchos desean sus tropiezos para enseguida escribir cosas como “animales imposibles”, “toros de otra época” o “debían de mandarla al matadero”. Cuando parte de la grandeza de la fiesta es esa variedad que hay en el toro, y que se va perdiendo. Los aficionados hace tiempo se comenzaron a cansar de siempre lo mismo, en las mismas ferias. Hoy, tal y como está la situación actual y a las pruebas de las entradas en las plazas me remito, el público también se comienza a aburrir. Hace años se comenzó a buscar un toro que colabore tanto con el torero para realizar sólo una faena de muleta monótona que muchos se olvidaron de la fiereza, de la fuerza, de la casta… Algunas ganaderías mantienen la movilidad porque esa virtud esconde otros muchos defectos, como la falta de entrega, el salir suelto del embroque y, obviamente, si se mueve transmite más. Se ha llegado a un punto en el que los dos primeros tercios de la lidia son un mero trámite en la gran mayoría de plazas de España, todo lo contrario que en Francia, y lo más importante es que la faena de muleta coste del mayor número de muletazos posibles cuando con veinte pases “rompiendo un toro bravo” sobran para realizar una faena de triunfo, de triunfo grande. Y mientras las nuevas generaciones no descubran que hay otro tipo de toro, y otro toreo que a veces no será lo bonito de dar derechazos y naturales a mansalva pero que tiene tanto mérito o más y que consiste en ganarle la batalla a un toro encastado, con todas las dificultades que ello conlleva, mal vamos. A una plaza de toros hay que ir a EMOCIONARSE, a sentir que lo que está pasando en el ruedo no es cualquier cosa, que aquello no es una milonga. La Fiesta en la que creo, el TORO que me apasiona, es el toro bravo desde que sale hasta que muere y un torero que le gane la batalla, ese merece todos mis respetos. Y mientras sigan saliendo toros BRAVOS a una plaza aún habrá esperanza… aunque desgraciadamente mucho vamos perdiendo por el camino.”
*Les aseguro que cada vez que leo cosas como estas, desde el punto de vista ganadero con este concepto y maneras de hacer, periodístico serio y desde el del aficionado exigente, en un lenguaje común, de una fiesta con afición, verdad, integridad, ética, honradez, emoción, riesgo, casta, poder y cosas así me emocionan de verdad y me ponen pilas con la que está cayendo.
Para finalizar, por una parte como resumen, decirles que mi fiesta de los toros, que exijo y defiendo, es aquella en la que se trate al toro, como protagonista indiscutible que es con el debido y merecido respeto, en la que no salten al ruedo animales con sus defensas mutiladas y en su caso que se castigue duramente este fraude; que se seleccione por los ganaderos un toro encastado, que vaya con el trapío exigible en cada plaza, que si además “sale bravo, es una bendición” como decía D. Jaime de Pablo Romero; la que la lidia del toro en la plaza se ajuste a las normas y costumbres, y se desarrolle con orden y concierto; la que tiene la suerte de varas, como eje de la lidia y medida de la bravura, que se ejecute según palabras de D. Joaquín Vidal como lo hacía el picador mexicano Sixto Vázquez, “Citar después, un tanto terciado el caballo, que adelantaba exponiéndolo a los pechos. Cuando se arrancaba el toro se inclinaba adelante, se dejaba caer lateral, la vara en ristre, y adelantándola a la extensión natural del brazo, recibía la embestida hundiendo la puya en el morrillo. Pero, al tiempo volvía el cuello del caballo para librarlo del hachazo y con ese leve giro, mas la fuerza de su brazo, empujaba al toro hacia fuera de la suerte y prácticamente lo dejaba en los vuelos del capote que el matador presentaba para el quite” ; que el tercio de banderillas deje de ser un mero trámite que da paso a la faena de muleta y permita ver las distintas y variadas formas de ejecutar la suerte, sin correrías innecesarias, aspavientos y solicitud ostentosa de aprobación por el respetable; que el tercio de muleta y muerte no se alargue innecesariamente a base de dar pases y más pases carentes de sentido y emoción; que se valore en su justa medida al diestro que carga la suerte adelantando la pierna contraria, al que cita la embestida en la rectitud del toro trazando esa imaginaria línea que une el medio pecho del torero con la penca pasando por la testuz de la res, al que encadena con ligazón las series rematando el muletazo atrás, y que se evidencie por el contrario y se recrimine el destoreo del que cita al hilo del pitón y fuera de cacho, del que retrasa la pierna escondiendo su valor, del que descarga la suerte, tratando de engañar al respetable con estos trucos y ventajas, si ya se que es un poco ilusorio, ya saben aquello de soñar no cuesta dinero y reivindicando lo más quizá al menos se consiga algo más que bajando el listón y aceptando la lamentable situación actual, y por otra parte como homenaje a los hombres del campo bravo ahí les dejo un pequeño poema que escribí hace unos años, que se titula “Amanece en el campo bravo”, que dice así :
“Otoño. Un día cualquiera. La noche ya no existe. Amanece. El campo bravo despierta. La encina se despereza. Los pájaros canturrean. El perro ladra inquieto. El caballo aguarda su momento. El sol lucha con la espesa niebla y el manto blanco de rocío que cubre la verde hierba. El aire mece tiernamente las retamas. El toro, dueño y señor de la dehesa. El mayoral, los vaqueros, su faena. El ganadero, sueña. La afición espera, el Toro, la casta y la bravura.”
Nada más amigos, espero no haberles aburrido, gracias por su amabilidad y brindo por ganaderos como D. Fernando Cuadri.
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