Uno de las cuatro personas que realizan en España esa misión, previa a la corrida de toros,
detalló en la tercera conferencia organizada por la peña taurina “El Espontáneo” su trabajo.
Por primera vez un veedor de toros habló en público y en
conferencia-coloquio sobre materia tan sutil, controvertida e
interesante, como la selección de reses bravas para festejos por mandato
de empresarios y toreros. La figura del veedor tiene un fundamento
basado en acertar lo máximo posible con la elección de un encierro que
conforme una corrida y determinar por trapío, hechuras y condicionantes
morfológicos para que clase de plaza va destinada. Fidel San Justo
explicó de manera clara en su mayoría de comentarios y explicaciones y
con algunas preguntas se inhibió por entendidos conceptos.
—Yo fui matador de toros desde el 26 de agosto de 1967 cuando tomé la
alternativa
en Santander de manos de Ruiz Miguel con "El Regio" de testigo y toros
de Marqués de Villagodio. Corté tres orejas. Después permanecí en activo
hasta 1982. Yo residía en Salamanca desde los diez y seis años cuando
me trasladé a la ciudad charra desde mi pueblo natal Viérnoles donde
nací en 1944, para ser torero.
Aficionado al toro de lidia, me versé en conocimientos adquiridos en diferentes ganaderías y en
castes
para asimilar esos conocimientos desde la misma raíz. Me hice veedor de
toros y novillos. Pronto comencé mi actividad en esa materia y con los
años me fueron encargados cometidos por parte de empresas y toreros.
Plazas como Gijón, Madrid, Salamanca, Santander, Burgos, Palencia,
Segovia, Vitoria, Avila, Sevilla, Barcelona, Valencia, Alicante,
Zaragoza y las francesas de Arlés o Bayona, fueron lugares donde se
lidiaban festejos cuyas reses habían sido elegidas por mí. Y por encargo
personal me desplazaba a determinadas ganaderías para
confirmar
la elección que se había realizado previamente para revisar "in situ"
el encierro que iba a lidiar algún torero importante como Roberto
Domínguez, César Rincón, Ortega Cano, El Juli, Ponce o José Tomás.
Cuando he seleccionado un encierro, digamos que en el mes de enero,
vuelvo de nuevo a visionarlo un par de meses después para comprobar su
evolución morfológica.
Cada encierro elegido va en consonancia con la categoría de la plaza.
Visito por ejemplo la ganadería de Victoriano del Río para elegir toros
para Burgos, pues esas reses no son en hechuras como puedan ser para
Madrid, pero de todas formas procuro seleccionar toros de bonita lámina y
con hechuras suficientes para que pases el reconocimiento sin
problemas. Sobre la preferencia de en
castes por parte de ciertos toreros, puedo afirmar que a Ponce le encanta el en
caste
Santa Coloma, El Juli rechaza el de Atanasio y todos saben las
preferencias de José Tomás por Nuñez del Cuvillo o Victoriano del Río.
Yo visito como profesional un gran número de ganaderías, veo unas
trescientas corridas para al final embarcar unas 160. Las tres
ganaderías fuera de lo de Victorino Martín, éste cobra diez y ocho de
las antiguas pe
setas, son por concepto económico las de
Nuñez del Cuvillo, Victoriano del Río y Juan Pedro Domecq. Mi
responsabilidad acaba una vez embarcada la corrida rumbo a su destino.
Respecto a Francia, la plaza más responsable y donde se lidian los
toros más cuajados en todo, es la de Arles. Los toros que mejor juego
suelen ofrecer, son aquellos que se lidian a principios de temporada,
cuando vienen a la plaza mejor dotados, allá por los tres primeros meses
del año.
En España somos únicamente cuatro veedores de toros. Considero que el
cometido que se nos encomienda es de mucho compromiso puesto que después
de ser lidiadas las corridas, surgen comentarios positivos o negativos y
eso hay que saberlo asimilar con buen talante. Esta profesión nace por
verdadera vocación y amor al toro de lidia.
El coloquio transcurrió por cauces de cierta tensión, puesto que hubo
preguntas que no fueron satisfactoriamente respondidas por entendido
sentido sobre el condicionante del toro para ciertos toreros. Fidel San
Justo eludió respuestas y dijo sencillamente: “Yo cumplo mi cometido de
elección de las corridas y ahí acaba mi compromiso. No voy a las plazas
después a ver los festejos, me lo cuentan”.
En la cena celebrada en restaurante La Taurina le fue entregado el
correspondiente óleo de Lope Tablada, presente que hace la peña al
respectivo conferenciante.
eladelantado.com
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