El torero afirma que los astados de Victorino Martín siempre han estado presentes en su trayectoria y que le permiten expresar su concepto del toreo.
El 21 de enero del año 1977 venía al mundo en Madrid José
Ignacio Uceda Leal, el pequeño de tres hermanos de una familia en la
que no había antecedentes taurinos. Tras lidiar un becerro en Galapagar
el 14 de septiembre de 1989, decidió inscribirse en la Escuela de
Tauromaquia 'Marcial Lalanda' de Madrid, donde se formó a las órdenes de
Gregorio Sánchez y Tinín.
Su primera novillada sin picadores tuvo lugar en Mont de
Marsan (Francia) en julio de 1991 y cuatro años más tarde cuajó una gran
faena en Madrid y ganó el Zapato de Oro de Arnedo, algo que hizo que
llegase con mucho ambiente a la alternativa.
Su doctorado tuvo lugar a finales de 1996 en Las Ventas,
con toros de Núñez del Cuvillo y con Curro Romero y Julio Aparicio como
padrino y testigo respectivamente. Ya se han cumplido 16 años desde esa
fecha, tiempo en el que Uceda Leal ha logrado importantes triunfos y se
ha consolidado como un torero a tener muy en cuenta en las ferias. El
diestro cerró 2012 sin hacer temporada americana pero tras lidiar 23
festejos en los que ha paseado 41 orejas y un rabo, destacando
especialmente su actuación en Gijón, donde se llevó dos orejas de
ejemplares de Victorino Martín.
Estos días prepara con intensidad la temporada de 2013,
aunque entre sus jornadas de entrenamiento aprovecha un momento libre
para atender a HOY por vía telefónica.
-¿Cómo está preparando la próxima temporada?
-He empezado a tentar y he toreado algunos toros en el
campo. Me he encontrado muy bien. No he ido a América este año, pero ha
sido como si no hubiera parado de torear al estar lidiando toros en el
campo.
-¿Cómo es su día a día en el invierno?
-Esta temporada no he hecho campaña americana pero he
seguido entrenando de una manera especial. Ya no entreno como entrenaba
antes porque tengo una lesión que me limita. Se trata de una hernia
discal que me impide hacer cierto tipo de actividades y tengo que
realizar ejercicio con suavidad y cierto límite, pero me encuentro muy
bien. Con constancia y disciplina nunca me ha costado entrenar, porque
es una cosa que hago con gusto, disfruto haciéndolo.
-¿Sigue las noticias y rumores con respecto a los carteles de las ferias o prefiere abstraerse?
-Es inevitable no seguirlo, lo que pasa es que procuro
ilusionarme lo justo y hasta que no me vea anunciado intento no pensarlo
demasiado, porque ya llevo muchos años y me he llevado muchas
decepciones.
-¿Qué espera de este año?
-Seguir disfrutando y haciendo el toreo que me gusta como
he hecho la temporada pasada. Simplemente quiero hacer el toreo que me
hace feliz y me llena.
-¿Con qué se queda de la temporada anterior?
-Lo más importante es lo que he crecido como torero. Con
respecto al número de orejas ha sido la más triunfal de mi carrera, pero
lo que destaco es que he dado una dimensión, a mí mismo y a quien me
haya podido ver, mucho más templada, cuajada y redonda de mi toreo, y
una forma de interpretarlo cada vez más asentada.
-¿Se queda con alguna tarde?
-Me quedo con bastantes, en especial Gijón, con los toros
de Victorino Martín. Fue una tarde muy bonita. También cuajé un toro
muy a gusto en Guijuelo y otro en Peñaranda de Bracamonte. Por suerte,
ha habido muchos días y con muchos toros que me han hecho sentirme muy a
gusto.
-¿Qué es para usted la ganadería de Victorino Martín y cómo define sus toros?
-Es un toro con una personalidad especial, que tiene unas
características muy buenas para el espectáculo. Los astados de
Victorino Martín despiertan las dos vertientes más importantes que tiene
el toro: la emoción por la vía del riesgo y la estética. Creo que el
'victorino' te permite las dos cosas. Con ellos puedes hacer el toreo y a
la vez transmiten sensación de riesgo. Es un toro que a mí, desde los
inicios de mi carrera, me ha encantado torear y presumo de que soy uno
de los matadores de toros que en los últimos años ha conseguido torear
bien toros de Victorino.
-No solo de Victorino, también ha lidiado otros
toros de las denominadas ganaderías duras como los de Cuadri. ¿Deben los
matadores de toros anunciarse con todos los encastes?
-En mi caso, unas veces por necesidad y otras porque me
apetecía hacerlo, siempre he matado todo tipo de corridas, no le he
hecho ascos a ningún tipo de toro. Siempre hay determinadas ganaderías
que se prestan más al lucimiento del torero. En mi caso los toros de
Victorino sí me permiten hacer el toreo que me gusta y, en algunas
ocasiones, los de Cuadri también. Luego hay otro tipo de corridas que
también se denominan duras que para nada le van a mi forma de torear.
Los toreros estamos para torear y en algunos casos también se puede
comprobar la medida de la capacidad de los toreros toreando este tipo de
corridas.
-¿Estarán estos toros presentes en la temporada 2013?
-Me gustaría estar anunciado con toros de Victorino Martín, porque es una ganadería que me ha dado mucho.
-¿En qué plazas le gustaría hacer el paseíllo este año?
-Sobre todo en Madrid, que es mi plaza. Es donde más
partidarios tengo y mis triunfos repercuten más. No solo mis éxitos,
sino los de todos los toreros. También me encantaría torear en Sevilla, y
este año especialmente en Castellón, ya que el año pasado me llevé el
premio a la mejor faena con un toro de Victorino Martín.
-No en su caso, sino en general, ¿cómo cree que será el 2013 en materia taurina?
-Prefiero pensar en el día a día, que las cosas se van
solucionando poco a poco. La situación en el país económicamente no
pinta bien, y esto va a repercutir en que el número de festejos
disminuya. Hay que aspirar a las plazas grandes, ser positivo, pensar en
grandeza y esperar que este año haya un gran triunfo en las plazas
importantes y pueda aspirar a las ferias, que es donde no va a decaer la
fiesta.
-¿Está la fiesta en decadencia?
-Cataluña ha abierto una brecha para los detractores a la
cual se están agarrando los antitaurinos. Creo que lo de Cataluña no ha
sido contra la fiesta de los toros, sino contra España, pero es algo
que están aprovechando algunos grupos antitaurinos para poder hacer daño
a la tauromaquia. La fiesta atraviesa un momento malo, pero no por
afición, sino por economía. En cuanto mejore la situación económica, la
raíz de la afición seguirá ahí y resurgirá, porque es algo que llevamos
en la sangre y va dentro de nosotros. Eso nunca va a morir.
-¿No cree que se podría hacer algo más por la tauromaquia?
-Siempre se puede hacer más cosas. En el caso de los
toreros, la promoción de la fiesta debería ser mayor, dejarse ver un
poco más, ser más abiertos de cara al aficionado sin llegar a perder el
misticismo que tiene la figura del toreo. Acercarse un poco más al
aficionado, por ejemplo, a través de las redes sociales. Lo único que yo
creo que se podría hacer por parte de la administración, es intentar
abaratar los costes a la hora de montar los festejos taurinos. La
burocracia hace que sea muy complicado que las empresas ofrezcan
novilladas y festejos menores, pero también corridas de toros por lo que
cuesta montarlo. Sería interesante abaratar IVA y permisos para que se
diesen más festejos.hoy.es
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