jueves, 3 de enero de 2013

Pedraza de Yeltes



Bonito amanecer en  

A veces la bruma de la mañana, esa que siempre hemos imaginado como un obstáculo molesto, que no deja ver ni avanzar, a veces esa bruma nos quiere descifrar algo, insinuarlo, ser antesala de aquello  que  se presume a lo lejos y que coge forma según vamos acercándonos.
Hicimos convoy en Arévalo, los que veníamos de Madrid con los que llegaban  de Segovia.  Hasta el mítico "El Cruce", próximo ya a La Fuente de San Esteban, donde Paco Cañamero (gracias por todo, maestro) aguardaba para hacernos de avanzadilla en nuestra visita a Pedraza de Yeltes. La bruma empezaba por entonces a disiparse. 
El camino hasta Castraz de Yeltes es una sucesión inacabable de hectáreas y fincas ganaderas que se imbrican unas con otras, como haciendo un puzzle infinito de dehesas hasta arribar en la recoleta finca de Pedraza de Yeltes.
No es la pista de tierra que lleva hasta el cercado primero, donde pastan las vacas, ni siquiera las montaneras megalíticas de gravilla que hay que bordear hasta llegar hasta donde nos esperan. Ni siquiera la plaza de tientas, coqueta y menuda, inmejorable carta de presentación de lo que es toda la ganadería (desde las instalaciones hasta la propia filosofía de la casa), ni las ganas de ver sus toros –casi rematados a falta de meses para que se lidien- es que ni siquiera la suma de todo esto compite en impacto y marca con la persona de José Ignacio Sánchez, santo y seña de Pedraza de Yeltes.
Reza un viejo dicho que no hay una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. José Ignacio tiene algo distinguido, casi de época. Es ese tipo de hombre que uno se imagina cuando algún iluminado todavía se atreve a decir “mira, ahí va un torero”. Hay una crónica que Joaquín Vidal le dedicó en 1994, "La mano de los billetes", el día que toreó desde el principio con la zocata;pocos pueden presumir de una muesca así en su revólver. Me fijé pues en eso, en sus manos. Recias y curtidas, firmes como columnas de Partenón, las movía como maestro de escuela, sincronizadamente ligeras y a la vez instructivas. Y luego su rostro, atezado por el sol de invierno, su mirada hierática, como de lobo de mar, velando más de lo que muestra, de vuelta ya de todo, anunciando una coherencia casi heredada entre sus maneras y las de los toros que cría (porque es él quien dice "arre" o "so"). Es José Ignacio de los que lleva botas de montar porque las usa, de los que monta a caballo, para correr él mismo sus novillos, no para hacer anuncios de fragancias. Como si llevase a fuego tatuado él también el hierro de la ganadería. Pedraza de Yeltes no es más que una extensión del propio José Ignacio.



Y yo no dudo que haya más señores como él en esto del toro, puede incluso que haya una parte de José Ignacio que no transcienda, la de aquellos que se mantienen fuera de los focos, sabedores de que el protagonismo no siempre es estar en primera línea. Pero lo que nos enseñó no tiene embozo. Cuatro más como éste y algo se arreglaba en todo este quilombo del taurineo, seguro.
No recordamos, de cuando lo contó, qué queda de lo de Mª Antonia, o si la lesión en el omóplato se la produjo uno toro de El Charro o, como decía Paco Cañamero, fue uno de San Román.... Sólo recordamos que comentó que el día que no daba clases en la Escuela de Tauromaquia de Salamanca iba a la ganadería. Que tienen tres corridas de toros para  2013 –Madrid, Azpeitia, Salamanca- y una novillada aún por concretar. Que todos sus ejemplares son resultado de una primera compra a Moisés Fraile en 2005 (dos camadas y dos sementales, luego otra camada en 2006 y otro semental), unido a una posterior compra de un semental a Justo Hernández, casi todos estos ejemplares son colorados, casi todos rematados. Buena planta, muy entipados en lo que viene siendo este encate: bajos de agujas, de fina piel y asomando un prominente morrillo. Ya sólo queda que puedan lucir la nobleza y bravura que ha caracterizado a las anteriores camadas de la casa.
También destacó José Ignacio el detalle romántico de que vuelvan a casa, medio siglo después, las vacas que Mª Antonia Fonseca trajo, las primeras en llegar a Salamanca de sangre Domecq, a esta misma finca, es como cerrar el círculo que una parte de la ganadería que se vendió al Raboso (la otra parte terminó en Los Guateles-Baltasar Ibán) , vuelvan a la finca de las que salieron en origen: Mª Antonia-Raboso-Moisés-Pedraza.




Como no podía ser de otro modo, José Ignacio concluyó la mañana campera como la comenzó, con mano izquierda de anfitrión, invitándonos al lustroso palco de la placita de tientas donde dimos buena cuenta de un almuerzo con productos de la Tierra, inmejorable broche al rato que compartimos juntos.

El próximo día 17 de Enero José Ignacio viene a Madrid, a la Asociación del Toro. Quien pueda que vaya, no se arrepentirá.



Para saber más de la ganadería, pincha aquí y aquí.
Para leer la crónica que le hizo Joaquín Vidal a José Ignacio, pincha aquí.






4 comentarios:

Anónimo dijo...

En principio los primeros resultados han sido alentadores para los aficionados, pero cuando oigo las declaraciones del ganadero diciendo que su objetivo es: "un toro con nobleza, que quiera coger los engaños......lo que quieren todos" y que no aparezca la palabra casta por ningún lado no me da muy buena espina y apunta al típico toro-carretón que todos conocemos.
Ya veremos los resultados en unos años cuando hayan podido moldear el toro que quieren y se vea la mano de los ganaderos.

Anónimo dijo...

Eso mismo digo yo, buena presentacion y buen marketin o como se llame eso, pero hay que ver si embisten por abajo y como??en la plaza amigos y no en la finca es donde se ven los resultados, que este encaste, en el fondo y sin fondo es Domecq,sea Charro o Andaluz.

Andaluz

cartujanillo dijo...

Bonito relato, Señor Óscar pero es La Fuente de San Esteban, y por cierto el Rte "El Cruce" no está en la localidad, está en el cruce de carreteras que conduce a ella. No tenía constancia de la adquisición de camadas a Moisés, creo que se trata de puntas de añojas o eralas sin tentar, tampoco de la compra de sementales, creo que fueron utreros sin tentar, tampoco sabía lo del semental de Justo Hernández, gracias por la aportación. Ah y por cierto, de lo de Domecq, esta línea propia de Aldeanueva en mi parecer es de lo de más alzada del encaste.

Cartujanillo. Saludos me alegro que disfrutases.

Óscar dijo...

Gracias a los tres por su opinión, de verdad. Esto no ha dejado de ser un resumen de un día en el campo, que es donde deberíamos ir todos antes de entrar en una plaza de toros, al menos para luego poder opinar con cierto criterio, y es verdad que una cosa es la teoría y otra la práctica, aunque de momento en esta ganadería no han ido muy desparejadas ambas. Aquí dejamos un enlace con los últimos resultados de estos toros http://www.pedrazadeyeltes.com/category/noticias/
Azpeitia, Pedrajas, Arnedo....son precisamente plazas toristas, y hasta ahora han funcionado. Veremos en el futuro,cierto es, veremos.
Gracias de nuevo por entrar aquí y opinar, y ya saben, para lo que quieran.

Un abrazo,

Óscar