Algo sabía el ganadero de Fuente Ymbro, Ricardo Gallardo, cuando
por la mañana, en pleno desembarque de los novillos no tuvo dudas en
apostar por el astado de nombre Agitador, herrado con el número 159, un negro mulato que se ganó en la plaza el premio del indulto.
Y no fue un perdón de los populares, de los de dejarse llevar por la alegría de los tendidos. Desde que pisó el ruedo de Sopuerta, Agitador
llamó la atención. Apuntó clase en el capote, fijeza y codicia. Apretó
en el caballo, donde estuvo encelado en un largo encuentro, sólo uno,
pero suficiente para calibrar su bravura. Después, tuvo la fortuna de
cruzarse con José Garrido, un novillero con mucho oficio y que hizo todo
a favor del animal.
El extremeño supo templar las embestidas del fuenteymbro y
lo llevó largo, con ligazón, sacando cada gota de emoción y logrando
series muy completas. Hubo naturales muy bellos y sobre todo Garrido dio
un curso de cómo ligar las series. A mitad de faena, el público ya se
levantaba alborotado al final de cada tanda. Se empezó a esbozar el
indulto y la cómplice mirada entre el presidente Matías González, el
titular de Bilbao, y el ganadero propició el acuerdo para sacar el
pañuelo naranja sobre la ikurriña que lucía en el palco. Nadie tenía
dudas; si el reglamento las pone, bendita salvedad. Agitador se lo merecía.
Ya había mostrado sus ganas Garrido en el que abrió plaza, pero el
de Jandilla no le dio opción; cuando quiso apretar, el novillo se vino a
menos. Así, que guardó sus fuerzas para recibir al tercero con faroles
de rodillas, con deseo de agradar y con una gran forma de entender a su
enemigo, ayer más colaborador que nunca.
No estuvo tan acertado Lama de Góngora, demasiado frío en su
primero, a pesar de que le tocó otro extraordinario novillo de Fuente
Ymbro, al que no supo extraer sus buenas cualidades. Siempre buscó el
toreo de cercanías, despegado en los muletazos y sin el pellizco que
apuntó el año pasado. Se tuvo que ir a pie, para ver salir en hombros a
su compañero y al mayoral de Fuente Ymbro.
No pudo tener mejor comienzo la temporada taurina en Bizkaia.
La novillada contaba con buenos mimbres y la afición se volcó para
acudir a la coqueta plaza de Sopuerta. Agitador estará ya en la dehesa,
curando sus heridas, con el orgullo de haberse ganado en el ruedo el
mayor trofeo para un animal bravo: el indulto.
Marino Montero
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