jueves, 7 de noviembre de 2013

“No falta afición, falta dinero. El aficionado acude al festejo cuando el cartel tiene poder de convocatoria”.

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El ganadero de bravo Carlos Núñez habló sobre el toro de lidia en el siglo XXI
El ganadero de bravo Carlos Núñez disertó y clarificó muchas dudas respecto al momento actual de la cabaña española en general y en particular significó la caída en picado de muchas relevantes ganaderías merced a la crisis económica y consecuentemente al bajón sufrido por la demanda. Fue la segunda conferencia-coloquio del XXIX Ciclo taurino-cultural.
“La caída de números de festejos es evidente y notoria, afirmó Núñez. Caen los precios de mercado del toro de lidia y sube el coste del proceso. No falta afición, falta dinero y poder adquisitivo. El ganadero debe soportar la inversión que supone la cría del toro durante cinco años. Del proyecto cuando es becerro hasta el desembarque en la plaza representa un gasto contínuo. Penoso que muchos ganaderos tengan que enviar sus reses al matadero por falta de demanda. Es muy difícil mantener un encaste en las condiciones actuales. De esa manera es complicado y negativo que el toro de lidia vaya pareciéndose cada vez más el uno con el otro, acortando lo que de siempre ha representado el encaste de determinada ganadería”.
Según Carlos Núñez, “el mayor enemigo es el desconocimiento del toro de lidia en su profundo concepto. El mercado de oferta y demanda podrá ir normalizándose cuando también se vaya normalizando el momento actual económico de gran crisis que estamos atravesando. Me temo que vamos a volver a la curva de festejos de los años noventa, cuando se daban unas 500 corridas. El drama es que en aquellos años noventa se daban 700 festejos menores entre novilladas y festivales y, lamentablemente, ahí la caída fue sido brutal. De esa manera únicamente sobrevivirán aquellas ganaderías que críen un tipo de toro que interese, fundamentalmente a los toreros, como sucedió en la ópoca de Manolete, de El Cordobés y en la actual”.
“Soy nieto e hijo de ganaderos de bravo, narró Carlos Núñez durante el coloquio mantenido en el salón de actos de la residencia juvenil Emperador Teodorio de Segovia. “Mi padre, Carlos Núñez Moreno de Guerra heredó la ganadería de "Carlos Núñez" formándola con la parte que le correspondía de herederos de Carlos Núñez. A su fallecimiento, junto a mis hermanos heredamos el hierro de Carlos Núñez. Nuestras reses pastan en la finca "Tapatana" en Tarifa (Cádiz). Soy presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia tras haber sido reelegido en el pasado mes de junio y antes lo fui de la zona Mediodía. Mis dos pasiones son los toros y el golf”.
“Los toros de Carlos Núñez han estado presentes estos sesenta años en los más importantes acontecimientos taurinos y son más de cien las ganaderías creadas con sus productos. En 1938 fundó la ganadería Carlos Núñez con vacas y sementales de Rincón, Mora de Figueroa y Villamarta. En 1985 pasa una parte de la ganadería a su hijo Carlos Núñez Moreno de Guerra quién la cede a sus hijos señores Núñez Dujat des Allymes, siendo yo el representante de la sociedad constituída denominada Cañadavejer”.
Incidiendo nuevamente sobre el complicado momento actual que atañe al toro de lidia, en 2013 se han herrado 9.000 becerros y para la comparación basta apuntar que en 2007 fueron 20.000. Yo he dejado 21 toros con el guarismo 0 y de esos ejemplares, siete u ocho serán tentados próximamente, es decir, que dispongo úniamente de dos corridas de toros para 2014. A mí me gusta el toro que aporte diferentes comportamiento en razón a la viveza, que alguno pueda salir abanto, con genio y claro está, sobre todo bravura. La diversidad de encastes es muy conveniente, ya que si no fuera así, si se le cambia el tipo al toro dentro de cada respectivo encaste, se pierde el interés hasta para los propios toreros. Tengamos en cuenta que el espectáculo taurino es el segundo en orden a la preferencia de las diferentes aficiones a cualquier tipo de espectáculo y además con diferencia”, concluyó.
Tuvo momentos de gran interés motivado por preguntas con puntos de inflexión y trascendencia. El conferenciante manifestó su complacencia por el normal desarrollo del encuentro y aclaró con detalle el devenir de la ganadería familiar de "Los Derramaderos", de la que era titular Luis Núñez y al fallecimiento de éste, su viuda vendió las reses a Marqués de Quintanar, quedándose con el hierro.
Hubo cena en restaurante Mínimos con la entrega del correspondiente óleo de Lope Tablada.


eladelantado.com

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