lunes, 10 de marzo de 2014

«La confirmación en Madrid hace que esta temporada sea la más importante»

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  David Galán durante la entrevista en ‘Grana y Oro’. / Óscar Navarro
  Entrevista a David Galán, matador de toros.

El hecho de estar anunciado ya en San Isidro para su confirmación de alternativa, hace que esta temporada sea diferente...
Distinta y la más importante de toda mi carrera. Y es que no puede ser de otra manera ya que estar anunciada la confirmación en la feria más importante del mundo, y para más inri con el maestro Ponce y Sebastián Castella en la de Victoriano del Río, hacen de este año algo sin igual.
Si ya de por sí doctorarse en Madrid acarrea una gran responsabilidad, ¿hacerlo con un cartel como ése la incrementa?
Sin duda, esa tarde va a ser la que más puede influir en mi carrera, de ahí que sea la más importante de todas. En cuanto al cartel he de decir que había aguantado mi doctorado en Madrid a la espera de una confirmación digna, ni la mejor, pero tampoco la peor. Y mira por dónde, al final va a ser más que digna, de ahí que me sienta un privilegiado. Y con respecto a si estar anunciado con Ponce y Castella conlleva un plus de responsabilidad, pues hombre creo que no, ya que cuando vas a Las Ventas la responsabilidad es la misma torees con quien torees.
El objetivo ahora será el de torear alguna otra corrida antes de Madrid para llegar a la cita más rodado...
Desde luego que sí. Ya tenemos firmada una para el 5 de abril en Villaluenga del Rosario, una localidad gaditana muy taurina, que linda con Ronda y Ubrique, por donde han pasado todas las figuras del toreo como Morante de la Puebla, El Juli, Pablo Hermoso... Y allí estaré ese día si Dios quiere con Ventura y El Fandi para dar cuenta de una de Benjumea. Y espero que además de ésta podamos hacer otras dos o tres corridas más para llegar lo más preparado posible, aunque soy consciente de que la cosa está complicada. Si no pudiera ser, la preparación la tendría que buscar en el campo.
Me consta que este invierno ha trabajado de lo lindo por tierras de Castilla y León...
Y más concretamente por Salamanca, donde he establecido mi residencia. Hasta ahora, todos los inviernos los he pasado en la finca que compró mi padre, La Ruta del Toro, allí en Andalucía, donde dispongo de ganadería y la preparación la hacía allí. Pero este año ya digo que quería que fuese especial y distinto, y por ello me subí a tierras charras, donde hay mucha afición, mucho profesional y donde uno se curte con este clima, este ambiente, este ganado que no es mejor ni peor que el de allí abajo, pero sí distinto. Lo que deseaba era un cambio en mi vida y por eso lo hice.
También habrá influido que su nuevo apoderado, Jorge Manrique, sea de esta tierra...
El apoderamiento salió después de que yo me viniera a Salamanca. Conocí a Jorge a través de Julián Guerra y rápido conectamos. Creo que es un fenómeno y que juntos vamos a hacer cosas bonitas e importantes.
Han sido muchos los apoderados que ha tenido a lo largo de su carrera. ¿Qué puede aportarle Jorge Manrique que no haya encontrado en el resto?
Cariño he tenido con todos mis apoderados, pero creo que él puede dar profesionalidad y seriedad a mi carrera. Ese es el camino que me quiere marcar para poder consolidar el proyecto importante que nos hemos trazado como objetivo.
De novillero, de la mano de Palomo Linares, tuvo un gran cartel, pero tras la alternativa comenzó a ver lo difícil de la profesión
En mi etapa novilleril tuve en Sevilla una de las tardes mas importantes, una plaza a la cual ansío volver. También hubo triunfos en El Puerto, Málaga y otras muchas plazas. Pero ya en aquella época, dos años después de debutar con caballos, comencé a ver que la cosa se frenaba un poquito. De ahí que tuviera que empezar a tomar decisiones: o quitarme del camino cómodo que llevaba o quitarme de esto. Y aunque alguna vez se me pasó por la cabeza arrojar la toalla, tenía claro que quería seguir adelante ya que de lo contrario jamás podría vivir tranquilo sin haberlo intentado. No hay que olvidar que mi padre perdió la vida en la carretera cuando yo me formaba como torero, así que no lo dudé y me fui a torear al Valle del Tiétar. Un sacrificio que también me hizo madurar profesional y personalmente.
¿Qué es lo más difícil en esos momentos?
Mantener la ilusión y más cuando, como a mí me sucede, tienes la nevera llena. Yo tengo ganadería y podría matar el gusanillo allí, pero eso no es lo que busco. Así que he seguido sacrificándome todos estos años y sé que cuando me llegue lo que busco lo disfrutaré más.
¿En Málaga se le ha tratado con justicia?
No es Málaga quien no ha sido justa conmigo, sino algún empresario. Yo respeto las decisiones que toman, pero lo que no acepto es que se juegue con los sentimientos de un torero. Si te juran una cosa, hay que cumplirla.

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