miércoles, 29 de octubre de 2014

Detectados brotes de ‘lengua azul’ que se extienden por Extremadura y Ciudad Real

Un veterinario vacuna contra el serotipo 8 de la lengua azul a una vaca. (EFE)

La enfermedad de la ‘lengua azul’ -también llamada fiebre catarral ovina- se extiende. Y lo hace por algunas comarcas de Extremadura y de la provincia de Ciudad Real, que, de esta manera, se unen a las zonas del norte de  Andalucía donde ya hace algún tiempo se detectó la existencia de estaenfermedad.
Ello ha obligado al Gobierno a redactar una orden ministerial que, en síntesis, sólo declara zonas libres a las comunidades autónomas de Baleares y Canarias. El resto, estará sometido a restricciones, que serán totales en las zonas donde se han detectado casos.
En concreto, la orden ministerial establece que se considerará zona restringida frente a los serotipos 1 y 4  -los microorganismos infecciosos- los siguientes territorios. En Andalucía, las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga y Córdoba. En Ciudad Real, las comarcas de Almadén y Almodóvar. Mientras que en Badajoz se consideran zonas restringidas las comarcas de Castuera y Herrera del Duque. Estas zonas, en todo caso, no son definitivas, sino que irán cambiando en función de la evolución de la enfermedad.
La enfermedad de la lengua azul, como sostiene Valentín Almansa, director general de Sanidad Animal, lo transmite un mosquito procedente de Marruecos, y estaba prácticamente erradicada de España hasta el año 1959. A finales de los años 90, sin embargo, se volvieron a detectar algunos brotes. Afecta al ganado ovino, pero también lo transmiten las vacas, aunque no les perjudica. De ahí la importancia económica de la medida. En todo caso, no tiene ningún impacto sobre las personas.
La enfermedad de la ‘lengua azul’ -también llamada fiebre catarral ovina- se extiende. Y lo hace por algunas comarcas de Extremadura y de la provincia de Ciudad Real, que, de esta manera, se unen a las zonas del norte de  Andalucía donde ya hace algún tiempo se detectó la existencia de estaenfermedad.
Ello ha obligado al Gobierno a redactar una orden ministerial que, en síntesis, sólo declara zonas libres a las comunidades autónomas de Baleares y Canarias. El resto, estará sometido a restricciones, que serán totales en las zonas donde se han detectado casos.
En concreto, la orden ministerial establece que se considerará zona restringida frente a los serotipos 1 y 4  -los microorganismos infecciosos- los siguientes territorios. En Andalucía, las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga y Córdoba. En Ciudad Real, las comarcas de Almadén y Almodóvar. Mientras que en Badajoz se consideran zonas restringidas las comarcas de Castuera y Herrera del Duque. Estas zonas, en todo caso, no son definitivas, sino que irán cambiando en función de la evolución de la enfermedad.
La enfermedad de la lengua azul, como sostiene Valentín Almansa, director general de Sanidad Animal, lo transmite un mosquito procedente de Marruecos, y estaba prácticamente erradicada de España hasta el año 1959. A finales de los años 90, sin embargo, se volvieron a detectar algunos brotes. Afecta al ganado ovino, pero también lo transmiten las vacas, aunque no les perjudica. De ahí la importancia económica de la medida. En todo caso, no tiene ningún impacto sobre las personas.
Según Almansa, la enfermedad “no tiene una elevada mortalidad”, pero puede llegar a serlo si no se restringe el movimiento de cabezas de ganado. Según sus estimaciones, hoy podrían existir unos 60 o 70 focos de lengua azul, que afecta sobre todo a cabañas sanitariamente débiles. Para evitar su propagación, lo que hace la orden ministerial es establecer las condiciones en que pueden moverse los animales.
Estas condiciones son las siguientes:
Si los animales han sido vacunados frente al virus de la lengua azul y se encuentran en el período de inmunidad garantizado en las especificaciones de la vacuna. Si proceden de explotaciones vacunadas frente al serotipo 4 del virus de la lengua azul. O si la partida de animales objeto de movimiento ha sido sometida a una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) con resultado negativo en muestras de sangre obtenidas en un número de animales de la partida que garantice la detección de un 10% de prevalencia con un 95% de confianza, con un número máximo de 29 muestras por partida.
Igualmente, los animales objeto de los movimientos de animales serán “previamente tratados con un desinsectante o repelente, que garantice la desinsectación de los mismos durante el transporte de los animales y serán transportados en vehículos que deberán ser desinsectados antes de la carga”.
http://www.elconfidencial.com/

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