lunes, 10 de noviembre de 2014

Ovación a la francesa

El pintor segoviano Mario Pastor muestra una de las obras que exhibe en Francia.
Una peña taurina invita a Mario Pastor a exponer en Saint-Sever atraída por su cartel de la última corrida goyesca de Las Ventas
  • Cuenta Mario Pastor que el desembarco de su pintura en Francia es fruto de un idilio. Fue su obra de los diestros Joselito y Juan Belmonte, que ilustró el cartel de la corrida goyesca del pasado 2 de mayo en Las Ventas, la que le ha llevado hasta allí, a Saint-Sever, una comuna enclavada en la región de Aquitania, en el suroeste del país, hermanada con España a través de un municipio aragonés.
    Aquel cartel, que evocaba la primera tarde en que las dos leyendas del toreo alternaron en la plaza de toros de Madrid, caló en la sensibilidad de la peña ‘Jeune Aficion’, que movió hilos para localizar al autor. Desde hace tres decenios esta asociación gala organiza una semana cultural con conferencias, música, festejos taurinos, cine, gastronomía y una exposición. En su trigésimo aniversario ha querido contar, como único representante español, con el pintor de San Pedro de Gaíllos, cuya obra puede verse, junto con la de otros 7 artistas de diferentes disciplinas, hasta el día 11 en la capilla de un antiguo convento jacobino.
    Mario Pastor viajó a Francia a principios de esta semana con una quincena de lienzos de su colección. Son óleos sobre tabla, de gran formato, la mayoría con escenas de toros en el campo, aunque también reflejan el coso, el paseíllo o la revolera. Todos esos motivos son recurrentes en su repertorio, de estilo impresionista, seguramente influenciado por dos de sus dos pintores preferidos, Monet y Sorolla.
    Pastor habla así como el gran apasionado taurino que es. Tanto, que su vida se ha convertido en un incesante ir y venir de ganadería en ganadería, de festejo en festejo, para profundizar en una afición que le viene de familia y que empezó a tomar forma cuando sus tíos le regalaron la revista ‘Toros 92’ y le llevaron siendo niño a la Venta del Batán, en Madrid, a ver los astados que se iban a lidiar en San Isidro.
    «De pequeño, en casa de mi abuela en Sepúlveda siempre los domingos me dedicaba a pintar toros y caballos», recuerda este artista, que confiesa tener, si cabe, más respeto al espectador que entiende de toros que al que sabe de pintura porque aquel es muy riguroso a la hora de juzgar las escenas taurinas.
    El curriculum de este pintor de 29 años refleja una intensa trayectoria desde 2007, con alrededor de 40 exposiciones colectivas e individuales y varios premios, gran parte ligados al mundo taurino. Además, ha ilustrado el cartel de la corrida goyesca del 2 de mayo en Las Ventas en dos ocasiones, varios programas de mano de esta misma plaza y carteles de fiestas de municipios como Pedraza y Sepúlveda, además de portadas de revista.
    Sus planes, tras esta última exposición en Francia, es encerrarse en el estudio para preparar nueva obra, no solo de temática de toros, sino también paisaje y retrato, porque quiere abrirse a otras galerías y ciudades. Entre sus retos se encuentra el de dedicar una colección exclusivamente a las reses de Miura, la ganadería que ilustraba la portada de su primer ejemplar de ‘Toros 92’, que le quedó grabada para siempre.
  • Licenciado en Bellas Artes aunque carpintero en la empresa familiar, no es la primera vez que este artista joven expone en el país vecino. Su pintura ya estuvo expuesta allí el pasado año, en Nimes, en el espacio Les Amis de Pablo Romero, adonde acudió para darse a conocer por mediación de un amigo. Y no parece casualidad que su camino se incline a Francia porque, según dice este segoviano, el mundo de los toros se está orientando mucho hacia ahí. «Nos están dando muchas lecciones, allí hay un respeto por el toro y el torero que aquí no hay, aparte de gran interés por defender la fiesta. Tienen además mucha sensibilidad para apreciar la pintura», señala.
  • Pastor habla así como el gran apasionado taurino que es. Tanto, que su vida se ha convertido en un incesante ir y venir de ganadería en ganadería, de festejo en festejo, para profundizar en una afición que le viene de familia y que empezó a tomar forma cuando sus tíos le regalaron la revista ‘Toros 92’ y le llevaron siendo niño a la Venta del Batán, en Madrid, a ver los astados que se iban a lidiar en San Isidro.
    «De pequeño, en casa de mi abuela en Sepúlveda siempre los domingos me dedicaba a pintar toros y caballos», recuerda este artista, que confiesa tener, si cabe, más respeto al espectador que entiende de toros que al que sabe de pintura porque aquel es muy riguroso a la hora de juzgar las escenas taurinas.
  • Pastor habla así como el gran apasionado taurino que es. Tanto, que su vida se ha convertido en un incesante ir y venir de ganadería en ganadería, de festejo en festejo, para profundizar en una afición que le viene de familia y que empezó a tomar forma cuando sus tíos le regalaron la revista ‘Toros 92’ y le llevaron siendo niño a la Venta del Batán, en Madrid, a ver los astados que se iban a lidiar en San Isidro.
    «De pequeño, en casa de mi abuela en Sepúlveda siempre los domingos me dedicaba a pintar toros y caballos», recuerda este artista, que confiesa tener, si cabe, más respeto al espectador que entiende de toros que al que sabe de pintura porque aquel es muy riguroso a la hora de juzgar las escenas taurinas.

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