sábado, 14 de febrero de 2015

Un encierro «único y auténtico»

  • Imagen del segundo día en el que se movieron los toros en la finca Los Talayos, donde pastan los de Santos Alcalde.

  • El Centro Ecuestre Casasola dirigirá a los toros de Santos Alcalde el domingo

La suerte está echada. Hace más de un mes que los responsables del Centro Ecuestre Casasola junto con los ganaderos de Santos Alcalde, comenzaron a trabajar con los toros y los bueyes que el próximo domingo serán los protagonistas del encierro a caballo. Se ha trabajado día a día, de manera lenta para que dentro de lo posible, el encierro esté bastante controlado.
En los hombros de Juan Luis Montero recae la mayor de las responsabilidades, él es la persona de referencia para el desarrollo de esa carrera y, tal y como explica, «en Casasola llevamos 15 días trabajando, encabestrando en las instalaciones propias; pero antes, gracias a las facilidades de los ganaderos pudimos durante otros 15 días en la finca de origen, Los Talayos, ir presentado a los toros, los bueyes y los caballos».
Comenta el jinete que «empezamos de cero para que se fueran encabestrando y que el domingo todo salga lo más lustroso posible».
El encierro de Ciudad Rodrigo es en sí muy complicado, por eso «intentamos crear un orden en lo que es un caos total», asegura, «la tensión de la gente a pie, que los caballos no están acostumbrados a entrar en un calle y todo lo demás, por lo que dentro de las posibilidades, trabajamos con tanta antelación para crear el orden».
En su opinión, «la parte más complicada es la salida y la llegada hasta la zona de la ermita donde esperan unas 1.000 personas a pie, aquí es muy importante que la corrida llegue al completo lo más tranquila posible, que lleguen andando para ahorrar esfuerzos a los toros».
En encierro de Ciudad Rodrigo tiene casi cinco kilómetros de largo y a eso hay que añadirle que tres son cuesta arriba, por lo que se hace necesario que los toros se desgasten antes de tiempo.
Nada más salir, el trazado cuenta con una zona denominada de expansión, a la que no puede acceder el público, «y es algo que nos beneficia para que no haya posibles molestias externas y llegar hasta la ermita como queremos».
Asume que «hablamos de tradiciones y antes era tradición espantar pero antes, los toros llegaban a Ciudad Rodrigo a través de explanadas abiertas, había un espante pero podías recoger los toros en cualquier lugar, ahora es alambrado y si se espantan, ¿dónde los recoges?»
Dice el jinete que «al principio me quitó el sueño, pero apostamos por esta ganadería porque pensábamos en la nobleza que desarrollan y aunque tienen como virtud que galopaban, hemos tenido que atemperar ese ritmo que ellos querían marcar, ha supuesto mucho trabajo pero el equipo de Casasola y los aficionados que pierden su tiempo en colaborar porque les gusta y para que el encierro de su pueblo salga bien, lo hemos conseguido».
Como particularidad, concluye Juan Luis Montero, el hecho de que en el encierro de Ciudad Rodrigo llegan los caballos hasta la Plaza Mayor, algo que lo convierte en «único y auténtico».

fuente : elnortedecastilla.es

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