El 21 de noviembre se llevó a cabo la segunda parte del curso para Presidentes y Asesores en Materia Artística Taurina, organizado por la Federación Taurina de Navarra. La sede del Club Taurino de Peralta acogió a varios socios de clubs, peñas y asociaciones Federadas de Navarra donde se trataron diversos temas en unas charlas interesantes. Abrió la jornada Koldo Larrea, que nos contó el arte de torear, su fundamento e historia. Nos hizo una introducción sobre cómo empezaron las corridas diciendo que varios países tuvieron al toro como parte de un rito, un tótem, partiendo del Uro (el antecesor del toro). Koldo nos hizo un recorrido por la historia comenzando desde que se inventa el toreo a pie en el S. XVIII, pasando por la primera ganadería de Casta Navarra (Agustín Ximénez) la creación de la verónica por Joaquín Rodríguez, la recuperación de los toros con Paquiro, etc. Destacó también a José Lara, ya que fue el primero en pasear con una oreja en la plaza de Madrid. Habla también del cambio del arte de la tauromaquia en el S. XXI con una suerte de varas más corta y un último tercio con mucha estética pero sin emoción. Koldo hace una apreciación muy interesante diciendo que sería favorable de que en las plazas de tercera se pudiera indultar.
La segunda parte de la mañana fue destinada a un toreo práctico en la plaza de toros, donde a pesar del frío y la amenaza de lluvia se pudo celebrar sin problemas. El matador Sergio Sánchez, acompañado de los novilleros Francisco Expósito y Javier Marín junto al banderillero Juan Carlos Ruíz nos explicaron los momentos más importantes a la hora de torear paso a paso. También estuvo presente el rejoneador Sergio Domínguez diciendo cosas interesantes que muchos de nosotros no conocíamos (como por ejemplo que el rejón de muerte hay que clavarlo más atrás que en un toreo a pie).
Tras la comida, Fernando Moreno expuso su tema de la presidencia en los festejos taurinos. Sacó varios puntos a debatir bastante interesantes y con los que nos habríamos podido pegar toda la tarde. Entre ellos estaba el de que la primera oreja en Pamplona la daba el público y el rabo está prohibido, por lo que al presidente sólo le queda dar la segunda oreja y apenas tiene margen de maniobra. También dejó claro que el público a la hora de la concesión de los trofeos se dedica a silbar y da lugar a equivocación. El punto que más debate causó fue la pregunta de cómo debiera ser la presidencia ideal, en la cual al acabar la corrida se tendría que haber agradado al torero, ganadero, público, empresario, medios de comunicación, etc.
El último ponente de la tarde fue el veterinario Javier Eguiluz. Nos enseña que el papel del veterinario no está sólo en la presidencia, si no que comienza mucho antes. Ya se producen una serie de procedimientos previos (revisar el estado de las plazas para que no se produzcan enfermedades en las reses, comprobar la documentación en el desembarque…). El reconocimiento previo versa sobre sanidad, edad, peso, defensas, utilidad para la lidia y trapío de las reses. El veterinario define si los toros son útiles o no, y ese informe va al Delegado de Autoridad. Ya en la lidia, desde el momento en que sale el toro hay que fijarse en todos sus movimientos, por lo que este papel es muy importante incluso cuando ya es sacrificado: hay que hacer una serie de pruebas para comprobar que la edad era la correcta, los pitones estaban en buen estado y no presenta síntomas de ninguna enfermedad como la tuberculosis.
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