miércoles, 6 de julio de 2016

HOMENAJE EN GIJON A ANTONIO BIENVENIDA

Participantes en la charla sobre Antonio Bienvenida.
FEDERACIÓN TAURINA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS
COMUNICADO DE PRENSA
Emotivo homenaje al maestro Antonio Bienvenida en Gijón, organizado por la Federación Taurina del Principado.
Bajo el título: “40 años sin Antonio Bienvenida: La persona y el torero que entregó su vida a la Tauromaquia”, intervinieron Paloma Bienvenida y Gonzalo Bievenida, hija y nieto del maestro, presentados por Jorge Fajardo, presidente de UFTAE.
GIJON, 02/07/2016.- La Federación Taurina del Principado de Asturias, homenajeó a la figura del maestro Antonio Bienvenida, en un acto celebrado con gran éxito, ante una numerosa asistencia de público en el Hotel Tryp Rey Don Pelayo. Con el título “40 años sin Antonio Bienvenida: Le persona y torero que entregó su vida a la Tauromaquia” presidido por Maritina Medio titular de la entidad, intervinieron Paloma Bievenida y Gonzalo Bienvenida, hija y nieto del maestro homenajeado que fueron presentados por Jorge Fajardo, presidente de UFTAE.
La exposición trató el perfil humano y torero del maestro Antonio Bienvenida, dando a conocer diferentes aspectos de su vida familiar, sin olvidar por supuesto su paso por la tauromaquia como figura señera y gran maestro del toreo, que se vivieron con gran emoción por los asistentes, que tributaron a la finalización del acto una calorusoa ovación a Paloma y Gonzalo Bienvenida

El eterno Antonio Bienvenida

"Fue un torero querido por todos los públicos", recuerda su nieto en un encuentro de la Federación Taurina del Principado


Fue un torero querido por todos los públicos". Bajo esta premisa recordó al maestro Antonio Bienvenida su nieto Gonzalo Izquierdo Mejías en una reciente conferencia organizada en Gijón por la Federación Taurina del Principado de Asturias y que llevó por título "40 años sin Antonio Bienvenida: La persona y el torero que entregó su vida a la tauromaquia".
Hijo y hermano de toreros, Antonio Mejías Jiménez nació en Caracas (Venezuela) donde hacía campaña su padre, "El Papa Negro", pero, al igual que sus hermanos toreros tomó prestado el nombre del municipio pacense de Bienvenida, de donde es originaria la saga familiar, para anunciarse en los carteles, desde antes incluso de tomar la alternativa de manos de su hermano Pepe, como Antonio Bienvenida.
En Gijón hizo el pasillo en siete ocasiones y otras cinco lo trenzó en Oviedo. De su última actuación en El Bibio se cumplirán 50 años este próximo agosto. Aquella tarde de 1966 cortó dos orejas a una corrida de Juan Pedro Domecq. Fue torero de todas las plazas, sobremanera de Madrid donde llegó a actuar en 101 tardes con once salidas en hombros. Allí intentó lograr la gesta de matar doce toros en un día, seis en sesión vespertina y otros seis por la noche pero unos calambres lo mandaron a la enfermería al noveno toro.
Gonzalo Mejías repasó con mimo la trayectoria de su abuelo al que nunca conoció. A su lado estaba su madre e hija del maestro, Paloma Mejías, que asentía durante el discurso apoyado en una proyección de imágenes del archivo familiar. Con su familia, toreando en el ruedo e incluso dando un muletazo en el Coliseo de Roma. Pero estas no fueron las únicas anécdotas que sorprendieron a la cuarentena de aficionados que se congregaron en la noche del sábado en el hotel Tryp Rey Pelayo.
"Cuando toreaba en Madrid siempre se vestía en la casa familiar de la calle General Mola (hoy Príncipe de Vergara). A su vuelta seguía el mismo ritual: besaba a su madre y cruzaba el pasillo para quitarse el vestido de torear, ducharse y vestirse de calle. Luego volvía cruzar el pasillo hasta el salón donde le esperaba su padre, en un sillón, para comentar la corrida", explicó su nieto. La primera tarde tras la muerte de su padre cambió los papeles en el ritual. Apenado mientras se dirigía al salón consciente de la ausencia de su progenitor, se sorprendió al ver sentada en la butaca a su madre que le dijo: "siéntate hijo, que por primera vez vamos a hablar tu y yo de toros". Un recuerdo que hizo saltar las lágrimas de Carmen Mejías.
Otra de las vivencias llevó a Bienvenida a la cárcel. El compromiso y las ganas de ganarse contratos hizo que se anunciara para su alternativa con toros de Miura. La expectación era máxima y en el momento del sorteo se habían inutilizado varios toros y no había sustitutos de la ganadería titular ni tiempo para que llegaran a Madrid. Antonio y su hermano Pepe se negaron a torear para que así el público no se sintiera decepcionado. Ambos acabaron detenidos por incumplimiento de contrato. Salieron unos días después, cuando ya había toros de Miura suficientes para lidiarlos en loor de multitudes.
Antonio Bienvenida recibió tres veces la extremaunción fruto de dos graves cogidas. Hubo una en Barcelona, citaron, donde un toro le atravesó el estómago. Pero tuvo que ser una vaquilla, en 1975, en una desafortunada reunión familiar en el campo que cogió desprevenido a Bienvenida propinándole una voltereta de la que no se recuperó falleciendo días más tarde. Antes de eso el toreo, y legado, de Bienvenida ya se había convertido en eterno para todos los aficionados que lloraron su muerte.
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