pretenden realizar. Vemos bien que se ajuste a la normativa actual pero no queremos que nuestra querida plaza se convierta en un recinto multiusos y pierda su encanto, que parece ser que es lo que el CAT y Plaza1 buscan para organizar eventos no taurinos en nuestro coso (hay muchos sitios en Madrid para ello), donde exclusivamente solo deben celebrarse espectáculos relacionados con el toro. El valor cultural de la tauromaquia y el arquitectónico de Las Ventas deben primar por encima de otros intereses.
Cuando iniciaron el proyecto, tanto Simón Casas como Curro Vázquez mostraron preocupación por las novilladas en dos sentidos, uno, bajar el volumen del novillo y, otro, contratar novilleros más rodados. Lo primero lo han llevado a cabo a veces de forma extrema y se han visto muchos novillos más cerca del eral que del utrero. Esperamos que no vuelva a suceder y retomen el camino de la cordura. En cuando al rodaje de los novilleros hemos observado una configuración de carteles más congruente que en otras temporadas, aunque mejorable. De las más de veinte novilladas celebradas (incluida la mixta que nunca se debió de dar un domingo por la tarde) son pocos los novilleros que se han quedado en la memoria de los aficionados de temporada, de 150 novillos sólo se han cortado 9 orejas y eso que el público y el palco suelen ser más benévolos con este escalafón.
Un error que no se debe repetir es programar las novilladas nocturnas de verano los sábados, pues no han tenido la acogida esperada. Aunque peor nos ha sentado que los domingos de julio, de tanta tradición taurina, hayan desaparecido. Solicitamos se recapacite y regresen las novilladas nocturnas los jueves o viernes, y los domingos corridas para tantos matadores que no terminan de despegar por falta de oportunidades.
Según el Pliego de condiciones deberían celebrarse cinco desencajonadas y hemos visto tres. Se prometió una corrida concurso de ganaderías y no la hemos visto, hubiera sido ideal para finalizar los desafíos ganaderos. Los carteles tradicionales por antonomasia de la temporada madrileña como el 2 de Mayo, Virgen de la Paloma y El Pilar fueron ciertamente mejorables, y dudamos que se ajusten a lo acordado en el Pliego en cuanto a la categoría (administrativa) de los toreros anunciados.
Lamentamos no haber podido estudiar la oferta de Plaza1 para ver su cumplimiento o no, como se había hecho hasta ahora con otras empresas, y más cuando en la convocatoria de la CAM se alude al carácter público del concurso.
Parece ser que acechan las sombras sobre los festejos de temporada con intención de cercenarlos, sin parar a valorar la importancia que ésta tiene para el interés general de la tauromaquia. Profesionales del toreo, ganaderos, aficionados y un buen número de empleados se benefician de ella y, como decimos, redunda en el bien de la fiesta, además de su tradición secular en Madrid. Valorándolo fríamente, entradas de seis, siete u ocho mil personas en pleno verano no están tan mal, ya quisieran otros espectáculos, y a nada que se trabaje en los carteles y en su difusión se verían incrementadas en varios miles. Madrid es plaza de temporada por excelencia, y por muchas e importantes razones para el bien de la fiesta debe seguir siéndolo.
Deseamos que la próxima temporada se trabaje con el objetivo de recuperar el trapío de las corridas de toros y conseguir unos carteles mucho más rematados, todo ello junto con una buena labor de mercadotecnia ayudaría a recuperar el abono y el ambiente de siempre, porque Madrid y su Región es una fuente inagotable de aficionados, tierra de toros por excelencia. Sin olvidar que Las Ventas es la primera plaza del mundo y espejo de las demás, mantengamos su seriedad dentro y fuera del ruedo.
Reciba un cordial saludo.
Roberto García Yuste
Presidente de la Asociación El Toro de Madrid
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