
- No vayas mañana a Talavera.
- Lo tengo decidido. Es mejor aliviarse una temporá. Aquí no nos quieren. ¿Has visto cómo nos abuchean? Así no hay quien toree.
- Mal bajío me da esa corrida. Torea mañana conmigo en Madrid.
- Ya he quedado con mi cuñado, salimos de madrugá.
- José, esto se muere...
- Ya está muerto, Juan. Lo matamos nosotros mismos, los de dentro.
- Con más motivo. Vente arriba. Vamos a salvar esto. Dentro de cien años nos recordarán. Y de mil. Nadie toreará como nosotros lo hacemos. Nunca.
- Dios te oiga, Pasmo, Dios te oiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario