miércoles, 18 de abril de 2012

Sensacional tentadero en Miranda y Moreno


El arriba firmante, por suerte, acude a distintos tentaderos cada año. En ganaderías de toros de lidia de todo tipo. Y por suerte algunos de ellos han sido magníficos. Y no citaremos nombres propios por no caer en posibles “dimes y diretes” posteriores. Sin embargo, no nos resistimos a dejar de profundizar en la tienta presenciada el pasado sábado. 
Guiados por Maximino Pérez, empresario de Ciudad Real, acudimos a una jornada de tentadero de una ganadería relativamente nueva, la de Miranda y Moreno. Y decimos que “guiados” por Maximino Pérez porque en una de sus plazas, la de Cuenca, en una apuesta personal de Maximino, el año pasado se lidió una magnífica corrida de esta vacada, a la que se le cortaron ocho orejas, cuatro de ellas recibidas por Sebastián Castella, y el resto por Paquirri y El Fandi. Fue una corrida triunfal, en gran parte propiciada por el extraordinario juego ofrecido por los toros de Javier Moreno, un ganadero serio aunque amable, y sobre todo con las ideas muy claras. Visto lo visto, tanto en las vacas como en los machos, no nos extrañaría ver una corrida de este hierro por Ciudad Real en el futuro. De momento, este año, como no podía ser de otra forma, repite en Cuenca.
Y si extraordinaria salió la corrida conquense antes citada, extraordinario salió el tentadero del pasado sábado también antes referido. Un tentadero que supuso el estreno en una labor de campo para alguna incipiente aficionada de Santa Cruz de Mudela quien, al parecer, salió encantada de presenciar tal derroche de embestidas con la cara abajo, longitud en el recorrido, entrega, motor y duración. Porque no crean que se trató de vacas de viajes pajunos y cansinos, en absoluto. Hubo una mezcla sumamente equilibrada de emoción, movimiento y calidad. Ideal para satisfacer tanto a toreros como a aficionados.
De las cinco vacas tentadas, cuatro fueron sensacionales, y una, la última, más rajada, pero con transmisión y repetición cada vez que arrancaba. De hecho, el tentadero se prolongó durante casi tres horas, puesto que después de los toreros titulares (José Calvo, quien se enfrenta a la corrida de Adolfo Martín en Valencia el próximo 10 de marzo en Valencia y que estuvo realmente bien por momentos, el novillero Ángel Puerta, y el hijo del ganadero Ángel Moreno, quien tentó una vaca) salieron toreros de tapia y aficionados varios. Y las becerras siguieron embistiendo. Un auténtico derroche de raza y clase aunadas en embestida brava. Incluso entre los asistentes que se pusieron delante estuvo Gonzalo Izquierdo, nieto de Antonio Bienvenida, quien tuvo aplomo para clavar los pies y conducir la embestida de la vaca con firmeza y gusto.


Criterio
Además, según nos comentó Ángel Moreno, el criterio que se sigue en esta casa a la hora de decidir qué vacas se quedarán como madres en la ganadería, es relativamente peculiar. Aquí no se decide qué vaca se queda durante el mismo día del tentadero, sino que esperan a haber tentado toda la camada, y una vez visto el juego global de las becerras, se decide cual o cual no formará parte de la tropa de vacas de vientre de Miranda y Moreno, lo cual, bien pensado, tiene toda la lógica del mundo. De este modo se evita caer en agravios comparativos dependiendo de distintos factores que tienen lugar en cada día particular de tentadero.
En un próximo reportaje daremos cuenta en profundidad de la ganadería de Miranda y Moreno. Una vacada que, de no producirse una debacle, dará que hablar.
Escrito por J. C. Sánchez

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