El Mundo.es | Isla Terceira
El futuro del periodismo taurino ante la falta de espacios en los medios, los nuevos soportes y la excesiva endogamia del mundo del toro han sido varios de los temas que se han tratado en la segunda jornada matinal del II Fórum Mundial de la Cultura Taurina que se está celebrando en Isla Terceira.
La eficacia del lenguaje para acercar el mensaje taurino a la sociedad ha sido analizada por los siete periodistas que han participado en la mesa redonda celebrada en el auditorio do Ramo Grande. Una de las conclusiones a la que llegaron es que es fundamental hacer llegar la trascendencia de la fiesta de los toros a grandes masas y en los diferentes formatos de la comunicación y que eso exige profesionalidad frente al intrusismo.
Paco Aguado, moderador de la mesa, abrió el fuego preguntando a los participantes si creen que el gran público entiende el mensaje que lanza la prensa taurina actual.
Álvaro Acevedo, director de la revista Cuadernos de Tauromaquia y colaborador del semanario 6Toros6, es partidario de no entrar en demasiados detalles técnicos en las crónicas taurinas sino de transmitir las emociones vividas en la plaza. El periodista sevillano cree que el cronista taurino es un narrador de historias que debe ser honesto con la realidad y consigo mismo.
João Queiroz, director del mensual portugués Novo Burladero, defendió la labor de las revistas taurinas para mantener el nivel de los aficionados que demandan referencias y análisis. A diferencia de la inmediatez de un periódico, Queiroz añadió como clave de estas publicaciones su larga periodicidad para enfrentarse de una forma distinta al hecho taurino, sin urgencias.
Vicent Bourg «Zocato», cronista del diario francés Sudoest, relató su dilatada experiencia en la prensa de Francia y anécdotas muy sabrosas de lo que puede ocurrir cuando se emplean términos taurinos en crónicas escritas en francés. Zocato se considera un «trovador» que escribe para emocionar con las emociones.
Por su parte, Alfredo Casas, del grupo Vocento, dijo que el verdadero periodista no sólo se expresa en las crónicas sino también en reportajes, noticias y entrevistas de cara al gran público. Las dificultades para incluir la información taurina en los medios generalistas y la escasa publicidad comercial que ésta genera son algunos de los principales problemas, según el periodista bilbaíno, que pidió mayor implicación de las empresas taurinas para difundir la imagen de la fiesta.
Patricia Navarro, jefa de la sección taurina de La Razón, analizó los cambios que se han producido en el oficio con la llegada de las nuevas tecnologías y señaló el esfuerzo económico que supone para los medios de comunicación cubrir informativamente el circuito de las ferias taurinas. Navarro sugirió como posible solución a parte de los problemas de la Fiesta «la reinversión del beneficio».
Vicente Zabala de la Serna, jefe de la sección taurina del diario El Mundo, aseguró que el periodismo taurino se encuentra en un período de evolución decisivo y defendió el trabajo de los cronistas de los diarios generalistas «porque cada día de festejo hay que hacer una crónica para la web, más informativa, y otra en papel, más interpretativa, más reposada. Zabala reivindicó el papel de los profesionales ante muchos de los advenedizos que quieren ejercer el periodismo taurino.
Antes de esta mesa redonda, Alejandro Pizarroso, Catedrático de Historia de la Universidad Complutense de Madrid, abrió la jornada con una conferencia sobre el papel de los intelectuales en el mundo de los toros que ha deleitado a los asistentes. Controvertido, vehemente y ameno, partió de una irrefutable premisa: «La realidad es una y la percepción de la realidad es otra: también en el toreo».
Buscador incansable de la emoción estética, Pizarroso reconoció el toreo como un arte efímero. «Su desventaja frente al resto de las artes, es su principal ventaja» y los medios de comunicación son quienes conservan la memoria del toreo».
Precursor de la didáctica del periodismo taurino en la universidad desde hace diez años, el catedrático afirmó que se puede prescindir del cincuenta por ciento de la literatura taurina y de casi todo lo que se escriben en Internet. Tras agradecer la labor difusora de Ernest Hemingway, Pizarroso finalizó su intervención señalando que la presencia e influencia de los intelectuales en la fiesta de los toros «desgraciadamente depende de las modas».
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