PLAZA DE TOROS DE TETUÁN DE LAS VICTORIAS
La construcción de esta plaza data del año 1870, en el que un vecino muy popular de aquella barriada madrileña, conocido por don Ramón (el Secretario), se le ocurrió comenzar a edificarla. Cuando las obras estaban muy avanzadas fué asesinado por unos desconocidos, y la plaza pasó a ser propiedad de don Manuel González, y después a sus hijos, que la destinaron a parador o corral para el ganado que de Colmenar, El Escorial y otros puntos venía al matadero de Madrid. Por el invierno se celebraban algunas novilladas, hasta que el año 1899 la adquiere don Antonio Bertrán Bernes, que lleva a cabo la primera reforma importante que había de experimentar. Se inauguró el 11 de octubre de 1900, con reses de don Félix Gómez, que lidiaron: las cuatro primeras, Antonio Montes, y las dos últimas, el novillero José Palomar (Palomar chico). Era capaz entonces para 7.000 espectadores, y en su construcción predominaba la madera. Sucesivamente fué objeto de numerosas reformas. Se amplió el redondel; se sustituyó la madera que sostenía la cubierta por hierro; se la dotó de dependencias ineludibles, incluso enfermería, y su capacidad se aumentó hasta 9.000 espectadores. Esta plaza, que tiene su lugar en la historia taurina, pues en ella dieron sus primeros pasos toreros diestros, después famosos, quedó totalmente destruida durante la pasada guerra civil.
Manuel Rodriguez "Manolete" el día 1 de mayo de 1935 debuta con picadores en la Plaza de Tetuán de las Victorias en Madrid, alternando con los mexicanos Liborio Ruiz y Silverio Pérez, y el español Bonifacio Fresnillo (Valerito Chico), novillos de Esteban Hernández
Domingo González "Dominguín",fue empresario de la plaza de Tetuán de las Victorias.
Diestros de la talla de Rafael Gaona o Domingo Ortega llenaban la plaza de toros que tenía ese pueblo con Ayuntamiento propio, hasta que fue absorbido por la expansión de la capital.
Al final de la guerra de Africa,tras la firma del Tratado del 26 de abril de 1860, las tropas victoriosas de O´Donnell , acampan en la Dehesa de Amaniel tras su vuelta después de la victoria en la batalla de Tetuán; pero ese asentamiento quizá fuera el origen de lo que hoy es el gran barrio de Tetuán. Bautizado entonces como Tetuán de las Victorias.
