viernes, 2 de diciembre de 2011

Canito, casi un siglo entre toros y carretes

Francisco Cano «Canito».


El fotógrafo, que inmortalizó la muerte de Manolete, es testigo de la historia del toreo en el último siglo


DANIEL HERRERA Francisco Cano Canito (Alicante,1912) es testigo presencial de la historia del toreo en el último siglo. El casi centenario fotógrafo ha visitado estos días nuestra ciudad para recoger la medalla concedida por la Asociación Malagueña de Tauromaquia y hacer gala de una vitalidad impropia de su edad.


Con dos compañeros inseparables de viaje, su cámara de fotos y su inconfundible gorra blanca, Canito repasó ayer junto a La Opinión de Málaga toda una vida ligada al mundo del toro. Así, tras un breve paso por los cuadriláteros de boxeo, continuó la tradición familiar al intentar ser torero. De este modo, compaginó las oportunidades en el ruedo con la fotografía, y precisamente esa versatilidad pronto le hizo ganarse fama como la persona capaz de atrapar los instantes más plásticos de una faena.



Asegura que la gorra que se ha convertido en su seña de identidad se la puso «hace más de sesenta años» y sólo se la quita «para dormir». De la cámara indica que es como su «novia». Eso sí, han pasado más de 200 a lo largo de su vida, y se ha sabido adaptar a los tiempos para trabajar en digital. «Las nuevas tecnologías te permiten tirar todo lo que quieras y te evitan pasar por el laboratorio», señala. Y también le ha quitado mérito al fotógrafo. «Si ahora tuviera un hijo tonto le diría que se metiera a fotógrafo», bromea.



Como fue novillero, «y sabía cuando tenía que disparar», fue demandado por todas las figuras del toreo desde que se cortó la coleta en 1943. «Y así le he dado de comer a mis seis hijos», comenta orgulloso. Eso sí, se lamenta de no haber patentado una idea que llevó a la práctica antes que nadie: el zoom. Canito asegura que fue el inventor al adjuntarle unos tubos a la que aún hoy es su máquina predilecta, una Leica. «Si lo llego a registrar me hago millonario, y no estaría tieso», ironiza.



Lo cierto es que el invento evitaba llevar tres cámaras colgadas del hombro, y facilitó su trabajo para medios como ABC, Dígame, Marca, El Ruedo o Aplausos, entre otros. En total miles de fotos históricas que hoy se exhiben en diversas exposiciones y en su último libro, El Mito de Cano, publicado el pasado año, y que incluye instantáneas de Lucía Bosé, la Emperatriz Soraya, Gary Cooper, Charlton Heston, Sofía Loren, Concha Piquer, Carmen Sevilla o Rocío Jurado, entre otros.



Pero entre todos estos testimonios del mundo del toro y su entorno, sin duda hay un hecho que marcaría definitivamente su leyenda: ser el único testigo gráfico de la cogida y muerte de Manolete el 28 de agosto de 1947. «Fue toda una casualidad, ya que fui junto a Luís Miguel Dominguín para que me pagara unos trabajos que me debía. Si no es por eso, no habría habido fotografías de esa tarde», asegura. La serie de la cogida, su paso a la enfermería y su semblante inerte en el ataúd son piezas históricas.



Para su memoria particular quedan los instantes previos a esa corrida que compartió con el maestro cordobés, y en los que le dijo que en su etapa de novillero le habían cogido mucho los toros porque se quedaba quieto. «¡Qué te diga eso el mejor torero de todos los tiempos…!», manifiesta con orgullo y emoción.



Cargado de anécdotas (algunas de ellas incontables), su relación con los toreros también le permitió conocer y retratar a todas las grandes personalidades de su tiempo, como Lola Flores, Ava Gardner, Ernest Hemingway u Orson Welles. Con todos ellos vivió experiencias en Málaga, concretamente en el emblemático Hotel Miramar, donde se hospedaban los diestros. Se codeó incluso con Franco, «al que escuché contar chistes sobre él mismo», indicó.



Escuchar hablar a Francisco Cano de Luís Miguel Dominguín como «un toreo muy poderoso», del gran Juan Belmonte (con él y El Gallo dice que le habría gustado estar todos los días de su vida) o Antonio Ordóñez (al que calificó como «un grandioso toreo, pero como persona te ruego que no me preguntes») es entrar de lleno en una historia que aún hoy continúa: «Actualmente se torea más bonito que nunca, como lo hace Morante».



A pocos días de cumplir 99 años, Canito sigue al pie del cañón, viendo más de 100 corridas de toros al año, y desplazándose en su propio vehículo. Sirva de ejemplo la ruta de esta temporada de 2011: Fallas de Valencia, Castellón, Sevilla, Madrid, Alicante, Granada, Feria de Julio de Valencia, Bilbao, Santander, Pamplona, Murcia y Zaragoza. Y para 2012 espera «hacerle un hueco a Málaga», una plaza que no ha pisado en los últimos 15 años.



Conociendo el pasado y el presente, Cano es una voz más que autorizada para hablar de futuro. «Los toros no se acaban por mucho que quieran algunos políticos»; a la vez que aprovecha para lanzar un golpe directo en forma de mensaje a la ex ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, hija de su compañero en El Ruedo Francisco Narbona, crítico taurino: «No se puede morder la mano que te ha dado de comer».
La Opini&oacuten de M&aacutelaga

Diego Puerta a hombros de la Maestranza de Sevilla por última vez

Sevilla, 1 dic (EFE).- (Imagen: Ana Pancorbo) El torero Diego Puerta ha "salido a hombros" por última vez de una plaza de toros, tras la vuelta al ruedo que le han dedicado en la Maestranza.
Entre aplausos y gritos de "torero", el matador de toros ha pasado bajo la Puerta del Príncipe, antes de ser incinerado en la intimidad.
El funeral se ha celebrado la parroquia de San Bernardo de Sevilla, hermandad de la que formaba parte, donde a las doce de la mañana llegaban sus restos mortales.
Al entierro han acudido su esposa y sus hijos que han estado acompañados por amigos y familiares, como los toreros Paco Camino, Juan Antonio Ruiz Román "Espartaco" o Curro Romero, que ha elogiado a Puerta.



Cair 2008 se lleva el premio de la categoría reina de los premios Envero



202 muestras, 72 bodegas pero tras dos sesiones de cata sólo 6 vencedores, uno por cada categoría de la décimo quinta edición de los Premios Envero.
Tras los agradecimientos pertinentes ayer a mediodía conocíamos que el Cair 2008, del bodeguero Luis Cañas se alzaba con el máximo galardón del Certamen, el que se otorga al Tinto Alta Expresión.
En el resto de categorías arrasaron las bodegas burgalesas adscritas a la Denominación de Origen Ribera del Duero ya que sólo el premio reservado al Crianza fue para una bodega pucelana, concretamente a Viñedos de Vega de Yuso con su Tres Matas 2009.
El palmarés lo completaron el caldo Viñaarroyo 2010 de Bodegas Santiago Arroyo en la categoría de Rosado; Martín Berdugo 2010, de Bodega Martín Berdugo en Tinto Joven; El Lagar de Isilla 2009 en Joven Roble y Majuelos de Callejo 2006 de bodegas Félix Callejo en Tinto Reserva. Durante el anuncio de los ganadores el concejal de Promoción y Desarrollo, Ferias y Turismo, Javier Rojas, se mostraba ilusionado y comentó que ha puesto mucho empeño para que estos premios sean un valor añadido para los vinos.
Por su parte el director del certamen, el periodista Ignacio Pérez Lorenz, alabó la calidad de las muestras presentadas y destacó la seriedad y rigor de los premios fijándose en el desarrollo de los mismos y poniendo en valor la figura del notario.
La gala de entrega de premios se celebrará el próximo día 15 de diciembre.

 

¿Por qué Felipe II no prohibió los toros?


Desde Grecia, nuestra cultura está, sigue estando, religada a lo taurino... No es cuestión menor: en pleno siglo XXI se intentan reunir las 500.000 firmas necesarias para proclamarla de interés cultural, al tiempo que se prohíbe en Cataluña y el mismo Ministerio de Cultura, que miró a otro lado en plena tropelía, crea un premio Nacional de Tauromaquia... Pero la batalla comenzó hace siglos. Ahora, y gracias a Gonzalo Santonja, El Cultural descubre en el Archivo de Simancas las razones por las que Felipe II ignoró una bula papal de Pío V que pretendía prohibir la Fiesta.
Los archivos atesoran documentos que modifican, matizan o corroboran los planteamientos tradicio- nales. Así sucede a propósito de las circunstancias que rodearon a la bula De salutis gregis dominici, fechada en Roma el 1 de noviembre de 1567, con la que Pío V pretendió prohibir “estos espectáculos donde toros y fieras en plazas se corren”, bula que jamás entró en vigor y nunca pasó de tentativa, paralizada su promulgación por Felipe II.

¿A qué respondió la actitud del monarca? Guiado por la prudencia, se ha dado por supuesto que no quiso contrariar los gustos de los españoles, sumamente aficionados a los toros y movilizados en su defensa. Pues bien, ahora contamos con un memorial acreditativo de ese fervor popular, conservado incompleto en el Archivo General de Simancas y colgado en el Portal de Archivos Españoles (PARES). Está dirigido al doctor Velasco, consejero de Felipe II, atribuye el intento de prohibición al “desconocimiento que el pontífice tenía de la costumbre y fundamento de la fiesta, sobre todo en Castilla” y pide al rey que asuma la defensa de las corridas de toros.
Fechado a mi juicio en 1570 ( se refiere al “fallecimiento del príncipe y reyna”, sin duda el príncipe Carlos de Austria y la reina Isabel de Valois, que murieron en 1568, y al “casamiento de Su Magestad”, a todas luces con Ana de Austria, en 1570), sus anónimos autores sabían muy bien lo que hacían al ponerlo en manos del doctor Juan López de Velasco (Vinuesa, hacia 1530/1540), intelectual de quehaceres múltiples, gramático, geógrafo e historiador, amén de otras muchos intereses. Empleado primero por el Consejo de Indias en recopilación, y traslado de leyes americanas, pronto se ganó la confianza del gran legislador Juan de Ovando y Godoy, al servicio de cuya gran aspiración (“conocer las cosas de las Indias”) fue nombrado Cosmógrafo Oficial y Cronista del Consejo de Indias, viéndose abocado a una tarea abrumadora, porque en su mesa desembocaban las anotaciones de cosmógrafos y pilotos mayores de todas las expediciones oficiales, material considerado alto secreto de Estado.

La rica personalidad intelectual de Juan López de Velasco, que falleció en Madrid el 3 de mayo de 1598, siete meses antes que Felipe II, cristalizó en una admirable diversidad de campos: cronista, geógrafo, cosmógrafo, codificador de leyes y lingüista, aunque a la postre sea recordado por un trabajo en apariencia menor: las versiones castigadas de Bartolomé Torres Naharro, Cristóbal de Castillejo y en particular del Lazarillo de Tormes, censura que llevó a cabo por mandato de la Inquisición.

Funcionario abnegado, leal y de la plena confianza del rey, Velasco era uno de los canales idóneos para influir en su ánimo. Los autores del Memorial eligieron bien, y Felipe II actuó en consecuencia Lo que sigue es la transcripción fiel de un documento, reflejo de la opinión popular, que empieza por acusar el golpe de la bula, combate luego la falsa información que habría confundido al Papa, abona después la antigüedad de los festejos taurinos (“más de quinientos años”, indicación que no rueda a humo de paja, porque los primeros festejos taurinos acreditados datan de 1067), pondera a continuación su popularidad y sostiene por últmo el orden que los preside, subrayando la presencia de unos hombres “a pie […] diestros y animosos” que lidian “con tanta destreza y están con tanta seguridad”. Valioso por lo mucho que dice y por lo mucho que apunta, este documento nos transmite la pasión taurina de los españoles del Siglo de Oro.

Gonzalo Santonja, en El Cultural de ABC

TORO DE ORO 2011



El toro premiado al mejor toro de la pasada feria de Salamanca ha sido `Burgúes´, de capa negra, de 560 Kg y de la ganadería `Garcigrande´, que fue lidiado por Alejandro Talavante el 13 de septiembre de este año, cortándole dos orejas.

La ganadería propietaria del astado pasta en las fincas `Garcigrande´ y `Juarros´, pertenecientes a los municipios salmantinos de Alaraz y Chagarcía Medianero respectivamente.

Este galardón fue creado, en 1974, por el extinguido Ministerio de Información y Turismo con el fin de estimular a los ganaderos de reses bravas, teniendo en cuenta la importancia de estos animales y su atractivo turístico.

Desde 1997 es la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León la que concede este premio al mejor toro de la Feria de Salamanca.

Cartel Toro de San Nicolás 2011

Más de 3.000 personas podrían darse cita en Madrigal de las Altas Torres el próximo día 6 para presenciar o participar en el ‘toro de San Nicolás’, un singular encierro con el que se cierra la temporada de festejos taurinos populares en Castilla y León, y en el que este año se podrían soltar hasta tres astados, que recorrerán la calle El Tostado, desde la plaza del Cristo, hasta la plaza de San Nicolás.
Asociación Taurina de Madrigal, organizadora del festejo