martes, 26 de octubre de 2010

ENTREVISTA AL GANADERO CARLOS NUÑEZ

«Los toros no reciben más subvenciones que otras actividades culturales»

El ganadero pide a los Parlamentos autonómicos que defiendan la fiesta de la mejor forma «política y jurídica»
 
La tauromaquia «es lo que es, un arte». Lo grita el sector taurino y lo ha asumido el Ministerio de Cultura. Eso sí, de niña bonita, nada de nada. «Los toros no reciben más subvenciones que otras actividades culturales». Palabra de ganadero.
-Supongamos que está frente a una antitaurina visceral, ¿cómo me llevaría a su terreno?
-Ante todo respetaría su opinión de la misma manera que me gustaría que hiciesen conmigo. Pero desde luego le mostraría la realidad del toro bravo, su belleza en el campo, la dedicación y cariño de la gente que trabaja para el animal y la verdad de un espectáculo que es capaz de transmitir intensas emociones.
-Después de la prohibición de las corridas en Cataluña y de la negativa del Senado a declarar la tauromaquia Bien de Interés Cultural, el Gobierno ha echado por fin un capote a la fiesta al pasar sus competencias de Interior a Cultura.
-Hasta ahora, el Gobierno ha mostrado una postura favorable al traspaso de competencias. Pero lo más complejo es el cambio administrativo. El sector unido exige un cambio de forma responsabilizada.
-¿Saben ya cuándo se materializará la transferencia?
-De momento se están dando los primeros pasos y lo más importante es que en todos ellos exista compromiso, firmeza y coherencia.
-Llegado el momento, ¿qué beneficios les reportará?
-Es el reconocimiento de la tauromaquia como lo que es, un arte, y de los toreros como artistas. Pero además implica protección, fomento y difusión de la fiesta. Es un paso adelante en la defensa de nuestros derechos como sector. De esta manera, hemos abierto además un camino concienciados de la necesaria reestructuración y reorganización de la fiesta, pues necesitamos ofrecer un espectáculo de máxima calidad que despierte interés siempre.
-El traspaso también supondrá la reducción del tipo de IVA del 17% al 8%. Según los antitaurinos, empresarios y promotores se ahorrarán unos 100 millones de euros al año. ¿Dicen arte cuando quieren decir 'business'?
-Se ataca a la fiesta por las subvenciones que recibe, que no son más que las que pueda percibir otra actividad, pero se desconoce que este espectáculo retorna más dinero público del que percibe. Desde el sector se está trabajando con responsabilidad en una reducción de costes que permita la viabilidad de un espectáculo con unos costes de producción altísimos y que posibilite marcar unos precios más competitivos. Eso ayudará a adecuar nuestra oferta con la de otros espectáculos.
Reducción de festejos
-En dos años, los festejos taurinos se han reducido un 28% y el excedente de toros supera los 4.000. ¿Sobran ganaderías?
-La fiesta padece la crisis económica española o europea como la acusan los cines, los teatros o el sector inmobiliario. Los festejos taurinos se han visto afectados por la recesión, especialmente en ferias celebradas en plazas de tercera categoría, donde para programar un espectáculo de primer nivel es necesaria la colaboración de los ayuntamientos. Y en las ferias de segunda, las cuentas de los empresarios son deficitarias debido a unos pliegos de condiciones irracionales que no se ajustan a la necesidad del mercado.
-¿Y cómo piensan poner freno a esta caída libre?
-Como apuntaba antes, desde el sector estamos planteando una reestructuración económica para abaratar costes, así como una implicación responsable para ofrecer un espectáculo cada vez más atractivo y adaptado a las necesidades del mercado de ocio.
-¿Francia podría ser otra de sus tablas de salvación?
- Nuestro trabajo quizá no sea la salvación, pero sí el de remontar una difícil situación donde todo se nos ha puesto un poco cuesta arriba. Francia es un referente, su cuidada afición es admirable y su modelo de administración, ejemplar, pues las Villas Taurinas se acercan al espectador y conocen a la perfección sus intereses. Nosotros adaptaremos de su modelo de gestión todo lo que sirva para el español.
-Por lo tanto, puede decirse que tienen motivos para el optimismo...
-La prohibición en Cataluña ha supuesto un revulsivo para trabajar aún más por los toros y por que se respeten nuestros derechos. Dado que es una decisión de un Parlamento democrático nos queda la vía judicial a través del recurso de inconstitucionalidad, cuya interposición ya hemos solicitado a la Defensoría del Pueblo. Y según las últimas noticias, el PP también tiene previsto interponer el suyo.
Ecosistema «único»
-¿No teme que el ejemplo de Cataluña siente un precedente?
-No es descabellado pensar que se puedan promover más iniciativas abolicionistas, pero el matiz político que se dio en Cataluña no existe en el resto de España. Precisamente eso es lo que ha ayudado a que haya prosperado su ILP. De cualquier forma, aunque no hay un peligro inminente queremos que los parlamentos autonómicos defiendan la fiesta de la mejor forma política y jurídica que proceda.
-Los antitaurinos insisten en que el toreo es tortura hecha espectáculo y llegan a compararlo con la violencia de género. ¿Qué les responde?
-Que la ignorancia es muy atrevida y muy poco respetuosa.
-¿El toro tiene que morir en la plaza?
-El toro muere en la plaza porque es así. Es su fin. Debe pelear hasta la muerte en el coso. Es el único animal al que se le conceden 20 minutos de vida pública para demostrar lo que lleva dentro y, además, es necesario para la subsistencia de la especie.
-Si las corridas desaparecieran, ¿el toro bravo quedaría relegado al zoológico?
-La raza de lidia se extinguiría. Y con ella perderíamos gran parte de un ecosistema único, que nos caracteriza, como es la dehesa. Se perdería una raza muy antigua con un 'studbook' de más de tres siglos, una obra de ingeniería genética elaborada gracias a la intuición de los ganaderos a lo largo de los años y un ecosistema que se extiende por casi 500.000 hectáreas en España.
-¿Es Europa una aliada o una enemiga en este conflicto?
-Europa se ve condicionada por la política que se haga a favor o en contra de la fiesta. Curiosamente, nos apoyan muchos europarlamentarios no españoles y de diferentes ideologías, pero son los políticos que nos representan los que están obligados a defender la fiesta.
 
hoy.es
EL PERIODISMO TAURINO DE 1898
Mª Celia Forneas Fernández
Profesora de Periodismo
">

Toros, La hora de la revolución


EL IMPARCIAL
La temporada 2010 ya está entregada a las mulillas. De hecho el pasado domingo podría haber sido el final oficial con la conclusión de Zaragoza, última de las grandes ferias del circuito de 1º, de existir algún organismo que oficializara un calendario medianamente coherente y cohesionados.
Tres festejos absurdos, como sobreros, han protagonizado los últimos días.
Pedro J. Cáceres
PEDRO JAVIER CÁCERES es crítico taurino y periodista.

Uno en Madrid y otro en Zaragoza, más la corrida final de la feria de Jaén, feria cada vez más marginada, por todo: por dicho calendario, por lo prolija y densa de la temporada, con muchos espectáculos artificiales, y por la incompetencia de la propiedad privada del coso como la desidia y ninguneo institucional de su Ayuntamiento, Diputación o Junta de Andalucía, independientemente que sea coso privado o público; el espectáculo es público por encima de quien sea el dueño del chamizo.
Es hora, de balances e informes.
Para muchos, números, puros y duros, estadísticas en su versión matemática, que suelen ser un indicio del discurrir del ejercicio pero que se prestan a engaño si no se hace una segunda lectura sobre el por qué, el como, el donde y cuando de tales números y sus circunstancias.
Por ejemplo, festejos de suma y sigue, sin relevancia alguna celebrados en este fin de semana (ya escrito), como algún otro anunciado en los próximos días y así mismo los habrá en enero antes que la temporada “oficial” eche a andar con la Feria de Invierno en Vista Alegre o la simpáticas, aperitivo, de Valdemorillo u Olivenza, todo como pórtico de La Magdalena (Castellón) y Fallas, primera gran cita de cada una de las temporadas.
Festejos sin relieve, de difícil viabilidad económica, que evidencia lo dicho antes en cuanto a los números y abren una vía, si no de investigación si de indagación, del por qué se dan y en que condiciones para ir depurando responsabilidades e ir construyendo, ahora que parece, o al menos dicen, comienza una nueva etapa, para ofrecer un diseño más limpio y real de este espectáculo.
Los montajes no tiene por qué ser nocivos, pero sí sus entre bastidores que pueden ocultar una economía sumergida del “toro” que le hace perniciosa por competencia desleal: entre los diferentes sectores de protagonistas e incluso a la hora de ocupar dichas fechas con otros modelos inferiores como novilladas de promoción o festivales de apertura o cierre de campaña, y que si no corresponden como antaño a la condición de benéficos, así se titulan pero es una engañifa manifiesta, sirvan al menos para algo, no sé, para algo.
Es momento de hacer una reflexión con el “cuerpo, todavía, caliente, de una temporada conclusa.
Ha muerto el 2010 taurino. Una temporada finita, según lecturas, de muerte natural, por cronología y estacionalización, y según otras asesinada en sus principios de integridad. Ni tanto ni tan calvo.
Las grandes ferias, que deben ser el referente de un espectáculo de élite, se han desarrollado con satisfacción razonable. Valencia, Sevilla, Madrid, donde fallaron los toreros, pero fue un escaparate de toros embistiendo, Pamplona con sus matices, Bilbao, el sobrio espectáculo con rigor, y el último gran acontecimiento de la feria de Otoño de Madrid que quedó a las puertas de producir un hecho histórico con tres toreros por la Puerta Grande.
Casos como los de Jaén, El Puerto, Málaga o recientemente Sevilla, por San Miguel, no son meros accidentes, y podrían haber sido evitados por el hecho de estar por medio en casi todos los casos los mismos personajes.
Es este hecho, el del conocimiento, por contumaces de aquellos que, un día sí y otro también, intentan subvertir los valores de un espectáculo grandioso basado en la verdad del juego de la vida y la muerte, el que da pronóstico de gravedad al paciente mientras no se tomen medidas de depuración o al amenos de crítica abierta cuando no repulsa, y sin embargo, según cual sea el personaje en juego se le “baila el agua” y adula. Se le justifica todo echando por delante cualquier cabeza de turco: un compañero, de profesión o “cuadra” o un apoderado, o un propio que pasaba por allí.
Termina 2010 con un golpe de mano no previsto como es el traspaso de La Tauromaquia a Cultura. Nos parece perfecto como “efectos especiales”.
Pero tal logro, conseguido por la élite, repito —y no me canso- esto es un espectáculo de élite, debe ser secundado (ahora con mayor responsabilidad obligada) por una reconversión profunda de la organización interna de la Fiesta sin esperar a que todo lo arreglen los reglamentos o las enmiendas que en ellos se puedan introducir. En el peor de los casos habría incluso que provocarlas con altura de miras y limpieza y rigor en la autocrítica.
Un reciclaje, en algunos casos traumáticos, que debe partir del propio sector. No es verdad que esté hipotecado por normas y normativas gubernamentales.
Ahora que es tiempo de balances y clasificaciones buen sería el reclasificar según las cirucnstacias actuales una reclasificación, más que la merar administrativa, taurina de las categorías de las plazas de toros para que, como en el deporte, se delimitara claramente y a todos los efectos de exigencias, calibración de resultados y, por supuesto, precios de taquilla, la categoría oportuna y no oportunista como es el caso de muchas en la actualidad. Los ejemplos están ahí.
Y de tal forma las categorías de matadores fueran algo más que para fijar tasas laborales y sí de derechos y obligaciones según méritos o deméritos contraídos, de tal manera que categoría de las plazas y categoría de toreros tuvieran una correlación lógica; lo mismo que las exigencias de los pliegos de condiciones según su casuística y viabilidad económica referente al canon y en cuanto a poder licitar empresarios con experiencia en categorías similares al coso en concurso.
Y un montón de cosas más, a partir de ahí, con el compromiso de todo el sector de cumplir una especie de reglamento interno de funcionamiento bajo apercibimiento de expulsión del “colectivo taurino”, aislándolo, y poder así luchar con arsenal adecuado ante cualquier abuso de las administraciones o propiedades privadas de las plazas de toros. Esto no es ir contra el libre mercado, ni la libre competencia, es evitar la competencia desleal entre los gremios del sector y en los mismos colectivos uno a uno.
Es tiempo de poner los cimientos para demostrar la condición de “los toros” como cultura y no, como hasta ahora, un estraperlo de usureros, mercaderes y mercenarios. Medios bastardos, para un fin noble: la vida en juego cada tarde.
Los toros van atener una nueva herramienta, su condición cultural; sellada y certificada.
No es momento de cambios, es de “revolución”.

HOY SAN FRUTOS “PAJARERO”



Juan Ortiz con el toro de alternativa 

En Aguilafuente (Segovia) por el día de su patrón San Frutos, se celebro una corrida de toros el sábado 23 de Octubre, donde hubo un poco de todo, alternativa, toro indultado y excesivos trofeos.
Toros de Fernando Peña (1,2, 5 y 6) y El Serrano (3 y 4).
Julio Pedro Saavedra, pinchazo y media caida oreja y estocada caida; dos orejas, José Ramón García “Chechu”, estocada casí entera atravesada y descabello; oreja y dos orejas y rabo simbólico y Juan Ortiz , estocada caida y perpendicular, descabello ;dos orejas y pinchazo y estocada caida;oreja.
Unas 500 personas vieron el espectáculo, entrada floja teniendo en cuenta que el precio del boleto era económico, 10 euros y niños menores de 12 años entrada gratuita.


Ritual de alternativa.

Paseado Juan Ortiz los trofeos del toro de su alternativa.

Tercero de la tarde "Sin comentarios".



Toro  Indultado.Quinto de la tarde, bravo y codicioso en la muleta.