martes, 1 de marzo de 2011

POESIA TAURINA

 FIESTA DE TOROS EN MADRID" de Nicolás Fernández de Moratín


Fiesta de toros en Madrid
 Madrid, castillo famoso
que al rey moro alivia el miedo,
arde fiestas en su coso
por ser el natal dichoso
de Alimenón de Toledo.


Su bravo alcaide Aliatar,
de la hermosa Zaida amante
las ordena celebrar
por si la puede ablandar
el corazón de diamante.

Pasó, vencida a sus ruegos,
desde Aravaca a Madrid;
hubo pandorgas y fuegos
con otros nocturnos juegos
que dispuso el adalid.

Y en adargas y colores
en las cifras y libreas,
mostraron los amadores,
y en pendones y preseas,
la dicha de sus amores.

Vinieron las moras bellas
de toda la cercanía,
y de lejos muchas de ellas:
las más apuestas doncellas
que España entonces tenía.

Aja de Getafe vino,
y Zahara la de Alcorcón,
en cuyo obsequio muy fino
corrió de un vuelo el camino
el moraicel de Aldabón;

Jarifa de Almonacid,
que, de la Alcarria en que habita,
llevó a asombrar a Madrid
su amante Audalla, adalid
del castillo de Zorita.

De Adamuz y la famosa
Meco llegaron allí
dos, cada cual más hermosa,
y Fátima la preciosa,
hija de Alí el Alcadí.

El ancho circo se llena
de multitud clamorosa,
que atiende a ver en la arena.
la sangrienta lid dudosa,
y todo en torno resuena.

La bella Zaida ocupó
sus dorados miradores
que el arte afiligranó,
y con espejos y flores
y damascos adornó.


Añafiles y atabales,
con militar armonía,
hicieron salva, y señales
de mostrar su valentía
los moros más principales.

No en la vegas de Jarama
pacieron la verde grama
nunca animales tan fieros,
junto al pueblo que se llama,
por sus peces, de Viveros,

como los que el vulgo vio
ser lidiados aquel día;
y en la fiesta que gozó,
la popular alegría
muchas heridas costó.

Salió un toro del toril
y a Tarfe tiró por tierra,
y luego a Benalguacil;
después con Hamete cierra
el temerón de Conil.

Traía un ancho listón
con uno y otro matiz
hecho un lazo por airó,
sobre la enhiesta cerviz
clavado con un arpón.

Todo galán pretendía
ofrecerle vencedor
a la dama que servía;
por eso perdió Almanzor
el potro que más quería.

El alcaide, muy zambrero,
de Guadalajara, huyó
mal herido al golpe fiero,
y desde un caballo overo
el moro de Horche cayó.

Todos miran a Aliatar,
que, aunque tres toros ha muerto,
no se quiere aventurar,
porque en lance tan incierto
el caudillo no ha de entrar.

Mas viendo se culparía,
va a ponérsele delante:
la fiera le acometía,
y sin que el rejón le plante
le mató una yegua pía.

Otra monta acelerado:
le embiste el toro de un vuelo
cogiéndole entablerado;
rodó el bonete encarnado
con las plumas por el suelo.

Dio vuelta hiriendo y matando,
a los de a pie que encontrara,
el circo desocupando,
y emplazándose, se para,
con la vista amenazando.

Nadie se atreve a salir;
la plebe grita indignada,
las damas se quieren ir,
porque la fiesta empezada
no puede ya proseguir.

Ninguno al riesgo se entrega
y está en medio el toro fijo,
cuando un potrero que llega
de la puerta de la Vega
hincó la rodilla y dijo:

«Sobre un caballo alazano,
cubierto de galas y oro,
demanda licencia, urbano,
para alancear un toro
un caballero cristiano.»

Mucho le pesa a Aliatar;
pero Zaida dio respuesta
diciendo que puede entrar,
porque en tan solemne fiesta
nada se debe negar.


Suspenso el concurso entero
entre dudas se embaraza,
cuando en un potro ligero
vieron entrar en la plaza
un bizarro caballero.

sonrosado, albo color,
belfo labio, juveniles
alientos, inquieto ardor,
en el florido verdor
de sus lozanos abriles.

Cuelga la rubia guedeja
por donde el almete sube,
cual mirarse tal vez deja
del sol la ardiente madeja
entre cenicienta nube.

Gorguera de anchos follajes,
de una cristiana primores,
en el yelmo los plumajes,
por los visos y celajes,
vergel de diversas flores.

En la cuja, gruesa lanza,
con recamado pendón,
y una cifra a ver se alcanza
que es de desesperación,
o a lo menos de venganza.

En el arzón de la silla
ancho escudo reverbera
con blasones de Castilla,
y el mote dice a la orilla:
Nunca mi espada venciera

Era el caballo galán,
el bruto más generoso,
de más gallardo ademán:
cabos negros, y brioso,
muy tostado y alazán:

larga cola recogida
en las piernas descarnadas,
cabeza pequeña, erguida,
las narices dilatadas,
vista feroz y encendida.

Nunca en el ancho rodeo
que da Betis con tal fruto
pudo fingir el deseo
más bella estampa de bruto,
ni más hermoso paseo.

Dio la vuelta alrededor;
los ojos que le veían
lleva prendados de amor:
«¡Alah te salve!, decían;
¡déte el profeta favor!»

Causaba lástima y grima
su tierna edad floreciente;
todos quieren que se exima
del riesgo, y él solamente
ni recela ni se estima.

Las doncellas, al pasar,
hacen del ámbar y alcanfor
pebeteros exhalar,
vertiendo pomos de olor,
de jazmines de azahar.

Mas cuando en medio se para,
y de más cerca le mira
la cristiana esclava Aldara,
con su señora se encara,
y así la dice, y suspira:

«Señora, sueños no son,
así los cielos, vencidos
de mi ruego y aflicción,
acerquen a mis oídos
las campanas de León,

como ese doncel que, ufano,
tanto asombro viene a dar
a todo el pueblo africano,
es Rodrigo de Vivar,
el soberbio castellano.»

Sin descubrirle quién es,
la Zaida desde una almena
le habló un anoche cortés,
por donde se abrió después
el cubo de la Almudena.

Y supo que, fugitivo
de la corte de Fernando,
el cristiano, apenas vivo,
está a Jimena adorando
y en su memoria cautivo.

Tal vez a Madrid se acerca
con frecuentes correrías
y todo en torno la cerca;
observa sus saetías,
arroyadas y ancha alberca.

Por eso le ha conocido,
que en medio de aclamaciones
el caballo ha detenido
delante de sus balcones
y la saluda rendido.

La mora se pone en pie
y sus doncellas detrás;
el alcaide que lo ve,
enfurecido además,
muestra cuán celoso esté.

Suena un rumor placentero
entre el vulgo de Madrid:
«No habrá mejor caballero,
dicen, en el mundo Cid.

Crece la algazara, y él
torciendo las riendas de oro,
marcha al combate cruel;
alza el galope, y al toro
busca en sonoro tropel.

El bruto se le ha encarado
desde que le vio llegar,
de tanta gala asombrado,
y alrededor ha observado
sin moverse de un lugar.

Cual flecha se disparó
despedida de la cuerda,
de tal suerte le embistió;
detrás de la oreja izquierda
la aguda lanza le hirió.

Brama la fiera burlada;
segunda vez acomete,
de espuma y sudor bañada,
y segunda vez le mete
sutil la punta acerada.

Pero ya Rodrigo espera,
el pueblo, mundo y atento;
con heroico atrevimiento,
se engalla el toro y altera,
y finge acometimiento.

La arena escarba, ofendido,
sobre la espalda la arroja
con el hueso retorcido;
el suelo huele y le moja
en ardiente resoplido.

La cola inquieto menea,
la diestra oreja mosquea,
vase retirando atrás
para que la fuerza sea
mayor, y el ímpetu más.

El que en esta ocasión viera
de Zaida el rostro alterado,
claramente conociera
cuánto le cuesta cuidado
el que tanto riesgo espera.

Mas, ¡ay, que le embiste, horrendo
el animal espantoso!
Jamás peñasco tremendo
del Cáucaso cavernoso,
se desgaja estrago haciendo,

ni llama así fulminante
cruza en negra oscuridad
con relámpagos delante,
al estrépito tronante
de sonora tempestad,

como el bruto se abalanza
con terrible ligereza;
mas rota con gran pujanza
la alta nuca, la fiereza
y el último aliento lanza.

La confusa vocería
que en tal instante se oyó
fue tanta, que parecía
que honda mina reventó,
o el monte y valle se hundía.

A caballo, como estaba,
Rodrigo, el lazo alcanzó
con que el toro se adornaba:
en su lanza le clavó
y a los balcones llegaba.

Y alzándose en los estribos
le alarga a Zaida, diciendo:
«Sultana, aunque bien entiendo
ser favores excesivos,
mi corto don admitiendo,

si no os dignáredes ser
con él benigna, advertid
que a mí me basta saber
que no lo debo ofrecer
a otra persona en Madrid.»

Ella, el rostro placentero,
dijo, y turbada: «Señor,
yo le admito y le venero,
por conservar el favor
de tan gentil caballero.»

Y besando el rico don,
para agradar al doncel,
le prende con afición
al lado del corazón
por brinquiño y por joyel.

Pero Aliatar el caudillo,
de envidia ardiendo se ve,
y, trémulo y amarillo,
sobre un tremecén rosillo
lozaneándose fue.

Y en ronca voz: «Castellano»,
le dice, con más decoros
suelo yo dar de mi mano,
si no penachos de toros,
las cabezas del cristiano.

«Y si vinieras de guerra
cual vienes de fiesta y gala,
vieras que en toda la tierra
al valor que dentro encierra
Madrid, ninguno se iguala.»

«Así», dijo el de Vivar,
«respondo», y la lanza al ristre
pone, y espera a Aliatar;
mas, sin que nadie administre
orden, tocaron a armar.

Ya fiero bando con gritos
su muerte o prisión pedía,
cuando se oyó en los distritos
del monte le Leganitos
del Cid la trompetería.

entre la Monclova y Soto
tercio escogido emboscó,
que, viendo como tardó,
se acerca, oyó el alborozo,
y al muro se abalanzó.


Y si no vieran salir
por la puerta a su señor,
y Zaida a le despedir,
iban la fuerza a embestir:
tal era ya su furor.

El alcaide, recelando
que en Madrid tenga partido,
se templó disimulando,
y por el parque florido
salió con él razonando.

Y es fa que, a la bajada,
juró por la cruz el Cid
de su vencedora espada
de no quitar la celada
hasta que gane Madrid.

NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Segundo día de la “XI Jornadas Taurinas” de Villaseca de la Sagra (Toledo).


Hoy segundo día de las XI Jornadas Taurinas de Villaseca de la Sagra (Toledo).


Hoy martes en el segundo día de la “XI Jornadas Taurinas”, contará con la presencia bajo el título “Ganaderías emblemáticas del campo bravo nacional" con las ganaderías de Sánchez Cobaleda, invitada la ganadera legendaria, Dña Pilar Majeroni Sánchez-Cobaleda, D. Javier Clemares Pérez-Tabernero de la ganadería Javier Pérez-Tabernero, D. Lucas Carrasco de la Ganadería de Ana romero y la Ganadería de Prieto de la Cal, con la presencia de Tomás Prieto de la Cal. Actuando de moderador Julián Agulla López, experto conocedor de las ganaderías nacionales, autor de diferentes libros de ganaderías y colaborador de medios taurinos.
Tendra lugar en el Salón de Actos Municipal a las 20:30 horas, entrada libre y gratuita.

EL TORO DE LA VEGA CONTARÁ CON NUEVAS ORDENANZAS MÁS RESTRICTIVAS




Los caballistas que quieran participar en el torneo tendrán que inscribirse de forma previa

La alcaldesa de Tordesillas, Marlines Zarzuelo, ha comenzado una ronda de contacto con diversas asociaciones de la localidad y con miembros de Patronato del Toro de la Vega para elaborar unas nuevas ordenanzas para la celebración del festejo. Zarzuelo manifestó que se están estudiando diferentes alternativas para tener el certamen «más controlado» y evitar de esta forma posibles desavenencias entre los participantes.

Así las cosas, Zarzuelo manifestó que los caballistas que quieran participar en el torneo tendrán que inscribirse de forma previa para que el Ayuntamiento tenga un control de todos los caballistas que participan en el certamen. «Tendrán que inscribirse para poder bajar a la Vega».

Estas nuevas ordenanzas, una vez que estén concluidas, se elevarán a Plano como orden del día para su aprobación. El objetivo de la alcaldesa es que entren en vigor para la celebración del certamen de este mismo año.

El año pasado se produjo alguna controversia por la muerte del astado, al considerar que el caballista lo había abatido antes de que el toro entrara en la zona reglamentaria para hacerlo.

Castellón aumenta el número de festejos taurinos pese a la crisis


El mundo del toro experimentó un incremento del 10% en cuanto a la celebración de festejos taurinos tradicionales el pasado año, al pasar de los 5.289 en el 2009 a los 5.815 que se organizaron en el 2010. Y la provincia de Castellón vuelve a situarse en el primer puesto del ránking, con 3.320 actos --una cifra que casi duplica los 1.895 de la provincia de Valencia-- y un aumento del 7,8% respecto al año anterior.

Estas cifras podrían resultar llamativas en el actual contexto de crisis económica, pero el presidente de la Associació en Defensa del Bou al Carrer, Juan Carlos Paricio, explica que “la actual situación hace que las comisiones de fiestas y peñas taurinas busquen nuevas fórmulas para seguir con los festejos y estiran al máximo los presupuestos”. “Esto se traduce en que antes se solía gastar mucho dinero en un solo ejemplar de una ganadería de élite, algo a lo que actualmente pocas entidades pueden acceder, mientras que ahora se suele acudir a hierros de menos nombre pero que te aseguran una calidad. Con lo que antes costaba un ejemplar, ahora se compra un lote de animales”, afirma Paricio.

Un total de 128 localidades de la provincia de Castellón celebraron festejos taurinos durante el 2010, frente a los 103 de Valencia y los 35 de Alicante. Esto se traduce en que de 365 días, 253 acogen alguno de estos eventos festivos en sus diversas modalidades en la Comunitat.

Asimismo, cabe destacar que en los últimos años se ha producido un descenso del número de heridos. El pasado año fueron 486 las personas heridas y dos las fallecidas, en unas cifras que van en línea descendente.

elperiodicodelmediterraneo

II Bolsín Taurino Villar del Olmo


La Asociación Cultural Taurina ‘San Isidro’ de Villar del Olmo (Madrid), en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, organizan el II Bolsín Taurino Villareño.

En este certamen participarán alumnos de las escuelas taurinas de Madrid, Guadalajara, Moralzarzal, Colmenar Viejo y la Fundación El Juli. Las tientas previas serán el las ganaderías de Flor de Jara, Román Sorando, Aráuz de Robles, y la cuarta por confirmar. La final tendrá lugar en una becerrada incluida en los festejos taurinos que tradicionalmente ofrece la localidad en sus fiestas patronales el tercer fin de semana de septiembre.
El acto de presentación de este II Bolsín Taurino Villareño tendrá lugar el viernes 4 Marzo a partir de las 20.30 horas en el edificio municipal C/ Pililla, 3. Será presentado por D. Jorge Fajardo Liñeira presidente de la Federación Taurina Madrileña, y en el que participarán profesores y alumnos de la distintas escuelas, asi como D. Carlos Aragón Cancela y D. Juan Román García Sorando.
Completará el coloquio una exposición de serigrafía taurina de Pepe Moreda y fotografía de Miguel de Castro López.
 
 


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