Los protagonistas del tentadero, Ricardo Muñoz, Jorge Gómez, Manuel Escribano y Antonio Manuel Punta. / Pablo Pastor
En la bonita finca Quintanar, donde pastan y se crían reses bravas de la ganadería de Marqués de Quintanar —poseedor del hierro titular encaste Núñez y de reses formadas por vacas de vientre, erales y sementales de la ganadería de Derramaderos, acaso con lo único existente en la cabaña española de la línea Rincón, al menos lo de mayor pureza— se llevó a cabo un tentadero dedicado exclusivamente a Manuel Escribano que vino desde su Gerena natal acompañado por su banderillero de confianza Antonio Manuel Punta, quién fuera matador de toros en activo hasta 2008 y su mozo de espadas José León.
Largo viaje y bien aprovechada la jornada matinal con la tienta de tres ejemplares, dos de la ganadería titular y una de Derramaderos, mejores las de Marqués de Quintanar y muestras de excelente torería y puesta a punto del diestro.
Intervalo para almorzar en la propia finca en el salón acondicionado con chimenea confortable, una de las acondicionadas dependencias de la plaza de tientas.
Tras el ágape al que concurrieron el presidente de la Asociación Cultural Taurina La Granja y el matador de toros Manolo Sánchez entre otros muy pocos presentes— ya que se procuró realizar el tentadero con escasa presencia de espectadores— Manuel Escribano tentó otra hembra de lo de Rincón a campo abierto que mejoró el comportamiento de su hermana tentada en la mañana.
A caballo picó con maneras correctas y prácticas el mayoral de la ganadería Jorge Gómez, dirigiendo el tentadero Ricardo Muñoz con maestro criterio.
La visita a la finca por parte de los toreros dejó impacto agradable y de admiración por los cuidados que se prodigan en todos los aspectos al complejo con cuadras y boxes para la yeguada de Quintanar de puro español y los cercamientos para el ganado bravo, amén de la cuidada y preciosa plaza de tientas con todos los servicios inherentes al respecto.