martes, 16 de junio de 2009

TRIUNFADORES FERIA DE ABRIL


PREMIOS LA TABERNA DEL ALABARDERO DE SEVILLA
La Taberna del Alabardero de Sevilla y su tertulia 'Los toros en la Taberna' han otorgado los IX premios taurinos Alabardero correspondientes a la temporada taurina 2009, que han recaído en los diestros José María Manzanares y Morante de la Puebla, y en la ganadería de El Pilar. El jurado ha encontrado grandes dificultades para fallar estos galardones "a consecuencia de los pobres resultados tanto artísticos como ganaderos de la temporada sevillana", según ha informado la Taberna del Alabardero.

En cualquier caso, el jurado ha otorgado el premio Alabardero 'A la mejor lidia y muerte' al matador de toros alicantino José María Manzanares. El premio Alabardero 'Al toro de vaca' ha recaído en el toro 'Huracán', marcado con el hierro de la ganadería de El Pilar y que fue lidiado en sexto lugar en la corrida celebrada el 2 de mayo.

El toreo de capa de Morante de la Puebla se ha hecho merecedor del premio Alabardero 'Al detalle torero'. El jurado también ha decidido distinguir a los veteranos toreros sevillanos Julio Pérez 'Vito', Manolo Carmona y Tito de San Bernardo, otorgándoles el premio Alabardero 'Al recuerdo'.

TOREROS FLAMENCOS

EZPELETA
Ezpeleta Ortega:
Hijos de Dolores Ortega Díaz, la Jacoba, con Francisco Ezpeleta Machuca.
Ignacia Ezpeleta Ortega: (n.1852 +1919) Hija de Dolores la Jacoba y del torero Francisco Ezpeleta, se casó con Enrique Jiménez el Mellizo empleado del matadero gaditano, donde era compañero de Curro Dulce. Enrique, actuó de puntillero de importantes matadores, como el Lavi, Marinero, Lagartijo y sobre todo Hermosilla, que gran aficionado al cante, lo llevaba siempre en su cuadrilla. Fue un gran creador de cantes y un gran interprete. Su creación cumbre fue la Malagueña Doble, Grande o del Mellizo, prodigioso grito musical de tal profundidad y hondura que hace imposible el escucharla sin emocionarse. También se le tiene por el creador de los Tientos que luego generalizó su discípulo D. Antonio Chacón; de la Saeta que generalizaría el también discípulo Manuel Torre; y quizás de la actual forma de las Alegrías y de diversos estilos de Soleares y Siguiriyas, transmitido todo este caudal por sus hijos y el amigo de estos, Aurelio Selles a la llamada Escuela Gaditana. Los dos primeros cantaores citados, jerezanos, y Arturo Pavón y sus hermanos, —Tomás y Pastora—, de Sevilla, ayudarían a la generalización de sus cantes.
Jiménez Ezpeleta:
Hijos de Ignacia Ezpeleta Ortega y Enrique Jiménez Fernández el Mellizo.
Antonio Jiménez Ezpeleta, Antonio Mellizo: (n.1874 +1936) Como su padre, fue empleado del matadero, puntillero y sobre todo gran cantaor, aunque también como su padre, se negó a grabar, el uno en los cilindros de cera de su época, y su hijo en los primeros discos de 78 revoluciones. Fue el que llevó el apodo de su padre, aunque en alguna ocasión aparece citado con el que llevó su hermano, Hermosilla, posiblemente por la amistad del torero con su padre. Fue el único de los hermanos que se dedicó profesionalmente al cante, llegando a formar parte de la compañía de Pepe Marchena. También fue el único que tuvo descendencia, transmitiendo los cantes de su padre a través de sus hijos, y de sus amigos Chele Fateta y Aurelio Selles.
Enrique Jiménez Ezpeleta, Enrique Hermosilla o el Morcilla: (n.1877 +1929) Siguió el ejemplo de su padre y de su hermano el mayor, pero solo lo hemos encontrado de puntillero en el cartel de un festejo menor. Para los grandes profesionales del flamenco fue el que mejor cantó por soleares. Junto a su hermano intervino en el famoso concierto flamenco que organizó D. Alvaro Picardo en el conservatorio de Cádiz, por encargo de Falla, como réplica o complemento del famoso concurso de Granada en 1922.
Carlota Jiménez Ezpeleta: (n.1889 +1907) Aunque solo sobrevivió a su progenitor un año, pues murió muy joven, llegó a alcanzar fama como cantaora de saetas, que interpretaba sobre todo en su barrio de Santa María, junto a su padre, al paso del Nazareno.
Enrique, el Cuco: (n.1889). Cossío equivoca su segundo apellido, otorgándole el segundo de su madre, Ezpeleta. También equivoca la fecha y el lugar de de su nacimiento, que fue Cádiz, el 11 de junio de 1889. Fue un gran banderillero. Su vida taurina empezó con una escapada a América acompañando a Ignacio Sánchez Mejías, que con el tiempo seria su cuñado. Al volver a España, fue banderillero de su primo "Joselito", desde su alternativa hasta su trágica muerte en Talavera. Después de retirado hizo sus pinitos como autor de teatro, siguiendo el ejemplo de su amigo de correrías y también cuñado Ignacio Sánchez Mejías, escribiendo el sainete "El triunfo del Manoliyo". Se casó con una hermana de su primo y maestro, Gabriela Gómez Ortega, con la que tuvo cuatro hijos, dos toreros, José, Gallito VI, —banderillero de Juan Posada, Pedrés y Antoñete—, y Rafael Gallito VII o simplemente Gallito, torero artista de los años cuarenta, que alternó en muchas ocasiones con Manolete y dejó escritos dos libros taurinos con sus reflexiones sobre los toreros que conoció. Enrique, tuvo también dos hijas, Trini y Gabriela, esta última la famosa recitadora.


EZPELETA (FRANCISCO). Matador de toros, natural de Cádiz. En 1826 ya toreaba como tal, creemos que por provincias, por delante de José de los Santos. He visto su nombre en carteles madrileños de 1833 y 1843. El 17 de abril de este último año alternó en el circo de Madrid con Juan Pastor (el Barbero) y Manuel Díaz (el Lavi). En un periódico taurino de aquellos tiempos se dijo que en la corrida del 25 de junio de 1855, al media espada Ezpeleta le echaron a su primero la media luna y el segundo quedó vivo mientras le conducían a la cárcel. Para entonces ya toreaba dificultosamente, debido a su obesidad y sus años avanzados; pero todas las noticias coinciden en que siempre fue muy mediano.
EZPELETA (GASPAR DE). Caballero navarro del siglo XVII, famoso en la biografía literaria, pues por su muerte, acaecida en Valladolid, cerca de la casa en que vivía Cervantes, fue éste preso y empapelado, aunque luego se mostró su inocencia. Góngora le dedicó unas décimas satíricas por haberle derribado un toro en unas fiestas.
EZPELETA (IGNACIO). Banderillero, nacido en Cádiz. Trabajó a las órdenes de Francisco Montes y otros espadas, que alguna vez le cedieron la muerte de algún toro, sin que tal camino fuera el a propósito para su carrera. De 1849 a 1857 banderilleaba con frecuencia en Madrid, siendo ya viejo para entonces. Fue muy popular en su tierra.
EZPELETA (IGNACIO), Ezpeletita. Matador de novillos gaditano. Marchó a Méjico a probar fortuna como torero, y aunque no se le mostró muy espléndida, tampoco dejó de favorecerle. El 29 de enero de 1910 trabajó en Guadalajara, de Méjico, con Pascual Bueno, alcanzando Ezpeletita un buen éxito.
EZPELETA (JOSÉ), Pollo Rubio. Banderillero de novillos, nacido en Cádiz. En esta disciplina trabajó algunos años de los primeros del siglo, haciéndose después matador, sin que llegara a presentarse de esta manera en Madrid u otras plazas de categoría.
EZPELETA (JOSÉ), Torero. Banderillero cuyo nombre veo anunciado en un cartel de Chiclana del año 1887.
EZPELETA (JUAN). Matador de novillos, natural de Cádiz, que estuvo muy bien en las dos novilladas que toreó el año 1927. Esperanzas frustradas, porque murió en 1928.
EZPELETA (JUAN), Águila. Banderillero, hermano sin duda de José, que figura a su lado en el mismo cartel de Chiclana. Uno y otro no debieron de pasar de lidiar novillos.
ORTEGA Y EZPELETA (Enrique), el Cuco. Banderillero de toros. Había nacido en San Fernando (Cádiz), y era primo carnal de los Gallos, como hijo de José Ortega, hermano mayor de la madre de los célebres diestros. Tras andar en plan de aficionado por tentaderos y capeas, influido por el ambiente familiar, saturado de torerismo, marchó a Mejico en compañía, por cierto, de Ignacio Sánchez Mejías, de quien había de ser cuñado andando el tiempo. De regreso en España, actuó en diversas cuadrillas, hasta que, al tomar la alternativa, ingresa en la de Joselito, su primo, y en ella permanece hasta la trágica muerte del gran torero. Su vida torera esta pues, adscrita a la de Joselito, que en el hecho de hacerse acompañar siempre de él en la brega, anticipa un juicio favorable de su arte. Fué, en efecto, el Cuco un peón de brega inteligentísimo, con ese instinto taurino que tan sólo poseen los que por tradición y convivencia han estado constantemente con la afición y el pensamiento fijos en los toros. Lució en la cuadrilla de Joselito esta intuición, y llegó a ser un auxiliar de primer orden para todos los casos que en la lidia se pueden presentar, y un buen banderillero. Hombre de imaginación e inquietudes, fué gran aficionado al teatro, para el que escribió y logró ver representado en uno de Madrid, en enero de 191 á» un saínete, El triunfo de Manoliyo, que el público acogió con simpatía. Muerto Joselito, con una de cuyas hermanas estaba casado, se dedicó a negocios de empresas teatrales.

Parte de la documentación de este articulo es de” Toreros gaditanos en la génesis del flamenco” de Guillermo Boto Arnau y "Los Toros" de José María de Cossío.