jueves, 14 de enero de 2010

SE VAN PERFILANDO LA TEMPORADA SEVILLANA.





Para el Domingo de Resurrección parecen fijos en el cartel Morante de la Puebla, José Maria Manzanares. El tercer torero que pise el  albero del coso del Baratillo este día tan señalado en la temporada sevillana, esta entre Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera. Parece que el torero extremeño tiene la papeleta.



Morante de la Puebla, estará presente cuarto tardes, Domingo de Resurrección, dos tarde en la Feria de Abril y una en la Feria de San Miguel.
 Manuel Jesús «El Cid», uno de los diestros base en el abono del pasado año, volverá a estar presente en la corrida de Victorino Martín,  el de Salteras tiene una especial predilección este hierro , por los triunfos que le ha reportado y por lo que significa en  su carrera.



La corrida de Victorino, se ha lidiado años anteriores el jueves de prefería, por lo que correspondería con el 15 de abril.

In Memoriam Julio Robles



HOY 9 AÑOS DE SU ÚLTIMO ADIOS.



Avelino Julio Robles Hernández nació en Fontiveros (Ávila) el 4 de diciembre de 1951. Robles, que desde muy temprana edad estuvo en contacto con el campo charro, se vistió por vez primera de luces el 28 de agosto de 1968 en Villavieja de Yeltes (Salamanca), y durante esa temporada intervino en 40 festejos económicos. Debutó con picadores el 10 de mayo de 1970, en la plaza de Lérida, y tomó parte en 25 corridas en esa categoría.


El torero de Ávila hizo su presentación en Madrid el 10 de junio de 1972, alternando con Angelete y El Niño de la Capea, con toros de Juan Pedro Domecq. Ocho días más tarde repitió con Capea, ya que ambos habían conseguido un gran éxito. El 8 de julio de ese año tomó la alternativa en Barcelona, con Diego Puerta como padrino y Paco Camino como testigo. Esa misma temporada obtuvo el «Capote de oro y piedras preciosas», otorgado por el Club Colavides de Bilbao a la mejor faena de la Feria bilbaína.


El 23 de mayo de 1973 confirmó la alternativa en la Monumental de Las Ventas, de manos de Antonio Bienvenida y en presencia de Palomo Linares. Entre sus mejores actuaciones en Madrid, destacan las del 18 de mayo de 1975 y el 24 de mayo de 1978. En diciembre de 1984 consiguió en Barcelona los premios a la mejor estocada y a la mejor faena. En la temporada de 1987 tuvo que dejar un tiempo de torear a causa de una lesión de abductores y reapareció el 28 de noviembre de ese año en Quito (Ecuador). Ese temporada toreó en 36 corridas y los aficionados recuerdan la memorable faena que Robles hizo en Las Ventas a un toro de Bartolomé.


Posteriormente, tuvo que interrumpir varias corridas debido a la lesión y reapareció en mayo de 1988 en San Isidro. Ese año toreó un total de 55 corridas en las que cortó 33 orejas. En 1989 realizó buenas actuaciones en la Feria del Pilar de Zaragoza, en Valladolid, Salamanca y en Pamplona, donde fue uno de los triunfadores. Esa temporada participó en 63 corridas, en las que cortó 66 orejas.


Tres Puertas Grandes venteñas (1983, 1985 y 1989) coronan su trayectoria, aunque en el año 84 sólo la negativa presidencial impidió una nueva salida a hombros por la calle de Alcalá.


El 13 de agosto de 1990, después de torear en Pamplona y en Santander, resultó gravemente herido al ser volteado por un toro de Cayetano Muñoz, de nombre «Timador» en la plaza gala de Béziers. Sufrió un traumatismo del raquis cervical entre la quinta y la sexta vértebra, que le provocó la tetraplejia. Desde que padeció el grave percance Julio Robles paso la mayor parte de su vida en su finca salmantina.