miércoles, 4 de octubre de 2017

San Victorino, 'ora pro nobis'

Entró Victorino Martín en la catedral venteña bajo palio, y salió por sobre las andanadas, ascendiendo a los cielos. Ahora es San Victorino, y allí va a estar unos dias, convenciendo a San Pedro para que dé corridas, en régimen de autogestión. Menuda feria se puede organizar en el cielo, con la de toreros que hay allí, el Cúchares y todos los demás. La afición pasaba los inviernos ofreciendo novenas para que salgan toros en Las Ventas, y ni caso arriba. Pero ya tiene a quien rezar, y los toros se los pide a San Victorino, ora pro nobis.San Victorino se los manda siempre y ayer no fue una excepción. No toros, sino torazos, que es santo generoso. Los toreros rezan en sentido contrario, San Victorino, ora pro nobis, no nos mandes toros, por tu santa madre. Pero como si blasfemaran, ahí los tienen, para que haya llantar y crugir de dientes. Sin embargo existen expertos victorinistas, como es el caso de Ruiz Miguel, que entiende a esas fieras y pues valentía y pundonor le sobran, les saca pases.

Plaza de Las Ventas, 20 de mayo

Séptima corrida de feria.Toros de Victorino Martín, con gran trapío, bravucones, broncos. Ruiz Miguel: media (vuelta); estocada corta (oreja protestadísima). Ortega Cano: dos pinchazos y estocada siempre recibiendo, dos descabellos -aviso- y tres descabellos más (gran ovación y dos salidas a los medios); media estocada tendida (silencio). Tomás Campuzano: estocada baja (algunos pitos); estocada baja (división).
Al primero de ayer, que era pregonao por el pitón derecho y por el izquierdo maligno, le obligó a aceptar los derechazos y cuando ya los tomaba con sumisa servidumbre, se empeñó en que embistiera a los naturales también. Tuvo un mérito enorme esa faena, que el público agradeció a medias, quizá porque cayeron cuatro gotas y estaba ocupado en guarecer el traje.
El cuarto, un cárdeno aparatoso, impresionante estampa, fosca cara de cartel, potencia la que hiciera falta y bronquedad más, se había escapado de los grabados de "La Lidia". Hay constancia de ello. Sembró el terror, hasta el victorinista se asustó de la avasalladora envergadura y violencia de aquella fiera surgida de la noche de los tiempos, y decidió entregarla al verdugo del castoreño, para que la convirtiera en bicarbonato.
La afición se indignó por ello, faltaria más; a buena hora iba a consentir que, después de tanta novena, llegara un listo y le pulverizara el toro. Por eso aunque Ruiz Miguel hizo después una faena importante, dominadora, ceñida, llena de emoción, sometiendo la peligrosa bronquedad de la mole aquella, protestó la oreja que otro público menos devoto de San Victorino había solicitado.
Toros y lidia quería la afición, y les complacieron, de consuno, San Victorino y Ortega Cano. El diestro cartagenero, que pisó el ruedo con autoridad, dirigía, el primer tercio. Por ahí se empieza. Efectuada ordenadamente la suerte, se podía calificar la bravura, que era más bién vulgarcilla.
El picador Mejorcito, buen profesional, tiraba la vara a las proximidades del morrillo, y el toro salía de la suerte enterizo, ahormado, dispuesto a embestir y humillar. Ortega Cano le ligó naturales de alta escuela, muy largos y templados, muy hondos, aunque algunas veces citaba fuera de cacho. El diestro cartagenero, que se sentía tocado por la más perfumada torería, no se cansaba de dar pases, y así le ocurrió que se pasó de faena. Tres veces citó a recibir y falló el descabello, lo que le privó de un triunfo sonado.
Banderilleó Ortega Cano reuniendo en la cara pares magníficos. Estuvo toda la corrida impecablemente colocado, intervino con acierto en las distintas bregas y lidió muy bien al quinto. ¿Se podía pedir más? Él mismo se lo pedía, apuró al máximo las posibilidades de construirle faena al quinto, que se revolvía en un palmo de terreno. Su actuación de ayer le abre un esperanzador futuro, porque demostró encontrarse en un espléndido momento de madurez artística. Ortega Cano seguramente cree ya en San Victorino con la apasionada fe del converso. Le van a dar el carné de victorinista.
En cambio Tomás Campuzano no tiene motivos para solicitar la militancia, porque los victorinos le hicieron fracasar. No su primero, al que demasiado porfió para la poca casta que tenía el producto, sino el último, cuya nobleza, unida al cadencioso ritmo de su embestida, no encontró el toreo de esencias que esperaba ver la afición y reclamaba a voces.
Campuzano se esforzaba en pegar pases y no era eso lo que habría hecho contrapunto con la boyantía del victorino. Pases, no.
La feligresía ovacionó mansos; hasta al amoruchado primer toro ovacionó y aclamó al bronco cuarto. Bravura o mansedumbre casi le daba igual, pues San Victorino había escuchado sus oraciones enviando toros, con trapío y emoción.
Victorino, ora pro nobis, cuando baje del cielo estará en un altar, per omnia saecula saeculorum, amen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 21 de mayo de 1985

VIII CORRIDA DE TOROS PINZONIANA - PALOS DE LA FRONTERA


martes, 3 de octubre de 2017

Fallece D. Victorino Martín Andrés, DEP GANADERO


En la tarde de hoy, 3 de Octubre de 2017, ha fallecido a los 88 años de edad en su finca cacereña de “Monteviejo”, el ganadero D. Victorino Martín Andrés, como consecuencia de haber sufrido el pasado 1 de octubre un accidente cerebrovascular.
La misa funeral tendrá lugar mañana a las 18:00 h en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Galapagar y posteriormente su entierro en el cementerio viejo de la misma localidad.
La Asociación El Toro de Madrid quiere expresar su más sincero pésame y condolencias a su familia y amigos, como también a todos los aficionados, ya que se ha ido un GANADERO, que vivió para y por el TORO, íntrego, con bravura, casta y emoción . Descanse en paz.
Nadie podría imaginar en agosto de 1960 cuando los hermanos Martín, Adolfo, Victorino y Venancio adquieren el primer lote de la ganadería de los hermanos Escudero Calvo procedencia Albaserrada, la dimensión que su acción iba a adquirir.
Entre abril de 1962 y diciembre de 1965 adquieren el total de la ganadería, el hierro de la A coronada del Marqués de Albaserrada, junto con la finca de Monteviejo donde trasladaron sus Albaserradas desde la finca los Labajos en Guadarrama.
Quedándose en propiedad de Victorino Martín Andrés el hierro y la finca de Monteviejo en 1988, después de la partición de la ganadería con su hermano Adolfo Martín Andrés, y yendo a parar a éste el hierro y todas las reses herradas con la V de Venancio Martín.
Hablar de Victorino Martín es hablar de un ganadero hecho a sí mismo, que sin pertenecer al elenco de ganaderos de alcurnia y tradición está sabiendo permanecer en lo más alto del escalafón temporada tras temporada, y ya son muchas. Hoy gracias a él, el nombre de Victorino es conocido en el mundo entero y hasta en el lenguaje coloquial ¿Quién no ha escuchado la frase cuando hay dificultad de por medio de ¡vaya Victorino tienes por delante!.
De Victorino han salido algunas afirmaciones que reflejan el sentir y el pensamiento de esta asociación y como ejemplo citaré algunas:
“El toro debe de ser fiero y no eso de toreable” 
“El problema es que se ha inventado el toro fácil, sin emoción y eso no es la fiesta
“Si cae el toro, cae la fiesta”
Es desde la historia más reciente de la Plaza de las Ventas (1950) el ganadero con mayor número de vueltas al ruedo de sus ejemplares al coso venteño: “Baratero” y *“Minerito”*, 1969, “Pajarero” y “Cigarrero” 1970, “Jaquetón” 1975, “Bodeguero” 1976, “Conducido” 1978, “Bustillo” 1980, “Director” 1982, “Buscador” 1984, “Matador” y “Milanero” 1989, “Hebreo” 1997, “Escamon” 1998, “Portillo”1999 y “Murciano” 2002”.
* Del toro “Minerito” no he encontrado datos en la hemeroteca y es según Victorino Martín Garcia es el nombre del toro que lidio Sánchez Bejarano en la corrida a favor del Montepío de Toreros el 18 de Septiembre de 1969*.
Con más azulejos en la Venta del Batán como el toro más bravo de la Feria de San Isidro de ese año: “Jaquetón” 1975, “Bodeguero” 1976, “Conducido” 1978 “Pobretón” 1982, “Ventolero” 1986, “Escamón” 1998 y “Gaditano” 2003.
También el que más azulejos tiene en el patio de arrastre de la Plaza de Toros de las Ventas como la corrida más completa de la Feria de San Isidro de ese año en presentación y bravura desde su instauración en 1981: años 1982, 1989, 1998, 2000, 2001 y 2003.
Victorino Martín Andrés ha salido varias veces a hombros por la Puerta Grande de las Ventas y debemos destacar: en 1978 junto a Ruiz Miguel y en 1/6/1982 en la llamada corrida del siglo, con los diestros Ruiz Miguel, Luis Francisco Espla y José Luis Palomar.
No podía, ni debía olvidarme de su mayor éxito logrado en el coso venteño como fue el indulto a “Velador” el 19/7/82 a manos de Ortega Cano en la Corrida de la Prensa. Único en la historia de la plaza.
Y como colofón a su trayectoria la placa homenaje de este año, en la Puerta de Madrid de la Plaza de Toros de las Ventas como reconocimiento a su labor en la cría de reses brasas y defensa de la Fiesta de los Toros.
Por último, no quisiera olvidarme de los otros dos hierros que la familia Martín posee: los Vega-Villar de Monteviejo y los Urcola. Auténticas joyas genéticas de la cabaña brava española, que fueron adquiridos a los herederos de D. Francisco Galache Covaleda allá por el año 2002 y que tanto esfuerzo les está costando mantener. Esta última compra de los Vega-Villar completó la adquirida en 1995.
(Texto de la presentación de nuestro socio Miguel Requís, en la tertulia de Victorino Martín García del 2016)

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6 DE FLOR DE JARA EN BOADILLA DEL MONTE


FESTEJO TAURINO EN ESPARTINAS


lunes, 2 de octubre de 2017

Cuando la palabra ya no es la ley


Paris Match



No hace falta rebuscar demasiado para acordarse de aquel tiempo en el que, en esto de los toros, un apretón de manos tenía más valor que un contrato firmado; un tiempo no muy lejano en el que, como dice la ranchera, la palabra dada era la ley. Y seguro que habrá quien nos tilde de cascarrabias agoreros, de ser los del vaso medio vacío, de poner pegas a todo y no conformarnos con nada. O quizá, por eso mismo, albergamos justo lo contrario: un espíritu tenaz pero, por qué no decirlo, constructivo si se quiere; un talante crítico de poner el dedo en la llaga, de evitar que ya que somos unos cornudos no seamos también apaleados. Pero a falta de buenas razones el refrán apuntilla que obras son amores, y un gesto -o la ausencia del mismo- vale más que todo un pliego. Pedir que se cumpla lo firmado no es una exigencia caprichosa, sino una obligación contractual. Que se acate un reglamento taurino no es un antojo de cuatro intrusos, sino la oportunidad que se les brinda a todos de jugar, sin romperla, con la misma baraja. El respetar la figura del presidente sin ninguneos ni alevosía no es una imposición lacaya, sino la única vía racionalmente legítima que iguala a toros y toreros, aunque sólo sea en el momento en el que suenan los clarines.

 Viene esto al hilo porque la memoria es vaga y los recuerdos selectivos, y cuando hace un año Simón Casas se convirtió en nuevo empresario de la plaza de Madrid las primeras puertas que se le abrieron fueron justo las de nuestra casa, en las invernales tertulias de La Asociación El Toro de Madrid. Sabía Simón que no habría una segunda oportunidad para crear una buena primera impresión, y allí nos contó todo lo quiso, incluso más. Pero del dicho al hecho va un trecho, exactamente diez meses: los que han transcurrido desde que Simón Casas estuvo en Casa Patas en noviembre pasado hasta el preciso instante en el que este boletín ha visto la luz. Desgajando lo que allí nos dijo, y siendo honestos, se han cumplido muchas de las promesas que entonces avanzó: tantas como las que se han quedado por el camino. Inició la temporada como prometió, con novilladas toristas de la Quinta y de Fuente Ymbro y una corrida de Victorino Martín el Domingo de Ramos, pero más allá del gesto de Talavante no ha podido cumplir su deseo de acartelar figuras con encastes del gusto de la afición (y eso que en Casa Patas afirmó que “quisiera acabar mi carrera aportando algo al torismo y tengo grandes ideas que intentaré llevar a cabo”).  Ha implantado un novedoso y modernizado sistema informático para facilitar la venta de localidades y de abonos, que al final no ha podido ser usado para adquirir entradas para ver a José Tomás, que por mucho que nos escueza es quien realmente revienta la taquilla… Por lo que ya se puede decir que de la revolución vaticinada por Casas jamás se supo.


Pero el hecho inmaculado, el epílogo que sintetiza a la perfección lo poco que importa en los toros morder la mano que da de comer es la opinión que hace pocas semanas vertió el empresario sobre los aficionados y jóvenes de la plaza de Madrid. Según Simón son, somos “imbéciles”, aunque lo que no queda claro es si se refiere a cuando exigimos en la plaza porque no se cumple el reglamento, o cuando adocenados desfilamos por taquilla sin protestar. Porque el hecho es que se paga por algo que luego no te dan,  pero la mano que mece la cuna opina que es mejor que acuda gente sin afición. El cirujano insultando al paciente, el camarero regañando al cliente, el empresario de la primera plaza del mundo quejándose de los abonados que exigen que cumpla el pliego.
Como otras veces, aquí ya se ha dicho, recordamos a Lord Kelvin, que dejó otra perla para la posteridad con esta cita: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.  El propio Simón Casas en aquella lejana y borrosa tertulia de noviembre dejó dicho que “hay que engrandecer el torismo desde la evolución, lo que no evoluciona desaparece y no vayamos a perder el torismo por no evolucionar. No hay que tener miedo a reflexionar para evolucionar“.


El hecho de que siempre habrá aficionados rigurosos nunca podrá ser vilipendiado por la opinión de quien, en cierta medida, vive de esos a los que denigra, se ponga Simón como se ponga. Aunque el francés con dinero o sin dinero, por momentos, siga siendo el rey.



Este texto puede hallarse en el boletín de la Asociación El Toro de Madrid, "La Voz de la Afición" y en el Blog Rebelión a bordo

viernes, 29 de septiembre de 2017

DISTINCIONES ANUALES DEL CLUB TAURINO DE CALASPARRA Y ENTREGA DE PREMIOS DE LA XXVIII FERIA TAURINA DEL ARROZ

Foto del perfil de Club Taurino Calasparra (tú)

Un año más, y por vigesimoprimer año consecutivo, el Club Taurino de Calasparra ha organizado una gran comida-gala en la que se entregarán los premios correspondientes a la XXVIII edición de la Feria Taurina del Arroz.

El acto tendrá lugar en el Restaurante-Salón Albero -Avda. Juan Ramón Jiménez nº 140- de la localidad, el sábado 28 de octubre a las 14 horas.

Se hará entrega de las distinciones anuales que el Club Taurino de Calasparra otorga. Tras la valoración de méritos de las personas y entidades propuestas por parte de la junta directiva, en reunión celebrada el pasado 21 de septiembre en su sede social, decidió por unanimidad conceder las distinciones que a continuación anunciamos:

·         DISTINCIÓN NACIONAL: A la Ganadería de Miura, con motivo de los 175 años de antigüedad.

·         DISTINCIÓN REGIONAL: A Nicolás de Maya, por demostrar de manera constante que los toros son cultura.

·         DISTINCIÓN 2017: Al matador de toros Rafael Rubio “Rafaelillo” por sus éxitos y por ser el torero en activo que más veces ha toreado reses de la ganadería de Miura.

·         DISTINCIÓN 2017: A la Asociación de Aficionados Prácticos de Calasparra, por su difusión del arte de la tauromaquia entre personas de todas las edades, especialmente entre los más jóvenes.

Así mismo queremos anunciar la decisión de Jóvenes Taurinos de Calasparra, Sección juvenil de este Club Taurino, que han otorgado su distinción a Florencio Fernández Castilla, “Florito”, por su apoyo a los encierros de Calasparra y a las iniciativas de esta sección juvenil.

Se entregarán también los premios del III Concurso Internacional de Fotografía Taurina.

Les recordamos la relación de premiados de la XXVIII Feria Taurina del Arroz 2017, que fueron fallados por el jurado y anunciados el pasado 8 de septiembre, y que se entregarán en la comida-gala:

MEJOR PUYAZO: Al ejecutado sobre el novillo nº 18 “Limpio” en la novillada del día 6, cobrado por Francisco Javier Elena “Patillas” de la cuadrilla de El Adoureño.

MEJOR PAR DE BANDERILLAS:  Al cobrado sobre el novillo nº 72, “Gaditano” de nombre, por Carlos Pacheco, de la cuadrilla de David Fernández, la tarde del día 3.

MEJOR ESTOCADA:  A la ejecutada la tarde del día 4 de septiembre sobre el novillo número 31 “Jerezano” de Villamarta, por Jesús Enrique Colombo.

QUITE AL PELIGRO: Al realizado para librar a un compañero totalmente expuesto por Alberto Carrero, de la cuadrilla de Migurel A. Pacheco, la tarde del 8 de septiembre.

MEJOR NOVILLO: Premio otorgado por el Ilustre Colegio de Veterinarios de Murcia. Al novillo “Jerezoso” de Villamarta lidiado el dia 4 de septiembre en tercer lugar.

MEJOR NOVILLADA: Monteviejo y Ana Romero. Lidiadas el 3 y el 7 de septiembre respectivamente.

PREMIO DETALLE PARA EL RECUERDO “ÁNGEL RODRÍGUEZ MOYA”:  Otorgado a presentación del Club Taurino de Calasparra, a Jordi Arce y a Antonio Merino, por su entrega y dedicación más allá de sus obligaciones a todos los aspectos de la Feria Taurina del Arroz.

MEJOR NOVILLERO. TROFEO ESPIGA DE ORO AL TRIUNFADOR DE LA XXVIII FERIA TAURINA DEL ARROZ: Jorge Rico.

El precio será de 32€ el menú adulto y 15€ el especial de niño en la mesa reservada para ellos. Las invitaciones se podrán adquirir en los sitios de costumbre: Club Taurino y Globalcaja. Las reservas las podrán realizar en los teléfonos 618.99.55.75 (José Martínez) o 636.47.10.50 (Francisco García).




CLUB TAURINO DE CALASPARRA

FESTEJOS TAURINOS EN TORREJÓN EL RUBIO


Seis toros de Núñez del Cuvillo para la antepenúltima de la Feria de Otoño







CORRIDA DE TOROS EN VALERA DE ABAJO