Lo primero de todo agradecer a toda la afición maña en general y a La Cabaña Brava en particular su hospitalidad y recogimiento para con nosotros.
Mención especial para Fernando y sus chicas que nos hicieron sentir en su casa realmente como en la nuestra propia.
Sólo comentar que, con mucho, eso fue lo mejor del finde, taurinamente hablando fue bastante pobre a pesar de la expectación creada por el de la Puebla en su encerrona dominguera. Se vió más el Sábado con un Ponce efectista que nos engañó a casi todos para que le diésemos dos orejas y un Castella que se picó cuando observó que tras las dos orejas a Enrique I , El Emperador de Toreo (así rezaba un cartel en la plaza de la Misericordia...) el tendido estaba entregado a la causa.
Ahí es cuando Sebastián ligó dos buenas tandas al quinto de la tarde, justo antes de que se le rajara y se empezara a arrimar.
Lo mejor, con diferencia, la procesión por las calles mañas, hasta la estatua del gran Nicanor Villalta justo delante de la Plaza de la Misericordia, de la tradicional procesión de Lagartijo por parte de "La Cofradía de los Apóstoles del Toreo Antiguo y de Petos Fuera". Seguro que entre los hermanos cofrades podéis reconocer a algún costalero y/o penitente...
Después de pasar la noche cantando con la tuna.....
... al día siguiente el plato fuerte (que al final se quedó en un pequeño mal sabor de boca).
Antes, durante y después de los 6 toros 6 de Morante (baturro autóctono incluido).
El resto ya lo conocéis.
Por supuesto, lo mejor todo lo que rodeó el fin de semana, más que contar fuera que dentro de la plaza.
Esperemos que el año que viene se mantenga el nivel de comercio y bebercio y suba un poquito el del Arte en el coso de Pignatelli.
Salud y buenos alimentos pa tós.
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