La Plaza de Toros de la Misericordia tal y como la conocemos en la actualidad se encuentra en la ciudad de Zaragoza. Sus orígenes se remontan más de 200 años en el tiempo, siendo sin duda el coso taurino más antiguo de Aragón (edificado uncialmente en 1764), y tras la Maestranza de Sevilla, el segundo más antiguo de todas las capitales de provincia españolas. La Plaza de Toros de Zaragoza debe su nombre a una de las entidades benéficas que inspiró su construcción: "La Misericordia". Ocasionalmente también es bautizada como Plaza de don Ramón Pignatelli en honor a dicho hombre, el cual fue impulsor de la edificación del coso taurino.
Construcción y reformas
Construcción y reformas
Según el historiador y cronista Benjamín Bentura Remacha, con anterioridad al siglo XVIII, Zaragoza acogía festejos taurinos en los alrededores de la Magdalena, el Coso y la Aljafería. En aquel entonces se empezó a concebir la idea de construir una plaza de toros en las proximidades de lo que hoy es el Teatro Principal. No obstante en 1764 se firmaron las escrituras del emplazamiento actual. A iniciativa del ya nombrado Ramón de Pignatelli (en la imagen de la derecha) y con el arquitecto Julián de Yarza y Zeballos como responsable del proyecto, las obras se llevaron a cabo en seis meses. Se fijó como fecha para la apertura los Pilares de ese mismo año. Las corridas inaugurales se celebraron el 8 y el 13 de octubre de 1764.
La Plaza de Toros de Zaragoza tuvo un coste de 640.000 reales de vellón cuyo pago se realizó a lo largo de 20 años. Se decidió que los beneficios irían destinados a la institución benéfica que había promovido la construcción del coso.
Se sabe que respecto a la estructura y los materiales y utilizados, se tomó como modelo la plaza de toros de Aranjuez. Es preciso decir que la plaza actual poco se parece a la original. El diámetro exterior medía 85 metros, mientras que el correspondiente al ruedo tenía una longitud de algo más de 61 metros. La plaza podía acoger a 8.000 espectadores.
Tras dos reformas de poca importancia, en 1917, se llevó a cabo la que transformaría el coso dándole el aspecto con el que le conocemos actualmente. En esta reforma llevada a cabo por los arquitectos Félix Navarro y su hijo Miguel Ángel fue en la que se dotó a la fachada de su hoy en día emblemático estilo neo-mudéjar.
En la penúltima reforma, iniciada en 1983 y llevada a cabo en varias fases por la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), propietaria de la plaza, fue durante la que se instaló en 1988 en el coso taurino zaragozano un sistema de cubrimiento del ruedo mediante un material trasparente denominado teflón. De este modo, La Misericordia se convirtió en la primera plaza cubierta de España.La Plaza de Toros de Zaragoza tuvo un coste de 640.000 reales de vellón cuyo pago se realizó a lo largo de 20 años. Se decidió que los beneficios irían destinados a la institución benéfica que había promovido la construcción del coso.
Se sabe que respecto a la estructura y los materiales y utilizados, se tomó como modelo la plaza de toros de Aranjuez. Es preciso decir que la plaza actual poco se parece a la original. El diámetro exterior medía 85 metros, mientras que el correspondiente al ruedo tenía una longitud de algo más de 61 metros. La plaza podía acoger a 8.000 espectadores.
Tras dos reformas de poca importancia, en 1917, se llevó a cabo la que transformaría el coso dándole el aspecto con el que le conocemos actualmente. En esta reforma llevada a cabo por los arquitectos Félix Navarro y su hijo Miguel Ángel fue en la que se dotó a la fachada de su hoy en día emblemático estilo neo-mudéjar.
En el período de 1999-2002 se llevó cabo la última reforma hasta la fecha de la Plaza de Toros de Zaragoza. En estas obras se reformaron los tendidos (lo que provocó la disminución de la capacidad de la plaza, quedando ésta con un aforo de 10.300 personas), se sustituyó la cubierta móvil, se construyó una nueva enfermería y se volvió a pintar el edificio
Aspectos históricos
A lo largo de la historia de más de 200 años de la plaza de la capital de Aragón numerosas personalidades han presenciado corridas en este coso: el rey Alfonso XIII (1903), el dictador Francisco Franco (1954) o el entonces príncipe Juan Carlos I (1956) entre otros.
De las 27 alternativas que se han otorgado en el coso taurino zaragozano, dos recayeron en toreros extranjeros, otras dos han sido de padre a hijo, y 13 fueron otorgadas a toreros aragoneses.
El único torero muerto en el ruedo fue Joaquín Gil "Huevatero" el 16 de octubre de 1872, a causa de una cornada.
BLOG (ZARAGOZA DE EXPOSICION)
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