martes, 1 de diciembre de 2009

El toro de Osborne


El toro de Osborne será Bien de Interés Cultural
La Consejería de Cultura de Andalucia considera que estos elementos constituyen un símbolo de identificación colectiva en Andalucía · Serán protegidos tres Cordoba ,Almería y Jaén.

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Bienes Culturales, esta en proceso para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Monumento, y de forma individualizada, de tres de las 20 estructuras publicitarias conocidas como "los toros de Osborne" localizadas en la comunidad andaluza: la número IX del término municipal de Córdoba (ubicada en la Cuesta del Espino), la del término municipal de Santa Elena, en Jaén, y una tercera en el Benahadux (Almería).

Estas tres estructuras, que fueron instaladas en 1965 -las de Almería y Jaén- y 1974 -la de Córdoba-, constituyen, según la Junta, un símbolo de identificación colectiva en el territorio, con distintos valores históricos, sociales, artísticos, constructivos, estructurales y paisajísticos, motivos por los cuales se integrarán en el Catálogo General y se les dotará de la máxima figura de protección al declararlos BIC. En esta ocasión, el expediente de incoación se realizará de forma individualizada por provincias, empezando por estos tres toros, ubicados en Almería, Jaén y Córdoba.

En los próximos meses se tramitarán los expedientes para la inscripción de las 17 estructuras publicitarias restantes, las cuales no presentan diferencias significativas entre ellas, a excepción del tamaño en el caso de los dos toros situados en Alcalá de los Gazules, en Cádiz. Estos dos ejemplares corresponden al tipo toro grande, con 6,54 metros, mientras que los 18 restantes entran en la tipología de toros gigantes, con una altura de 13,13 metros que permite divisarlos desde mayor distancia.

La imagen de los toros de Osborne, diseñada por Manuel Prieto Benítez (1912-1991), nació como una estructura publicitaria para pasar a convertirse en objeto artístico, siendo un ejemplo ilustrativo del pop-art contemporáneo mientras funcionó como reclamo de Osborne. Esta pieza así concebida supuso una noción rompedora de los valores clásicos definitorios de la autenticidad, entendida como lo antiguo, único y excepcional.

Desde el punto de vista antropológico, el toro de Osborne constituye un potente símbolo español, pero también un referente identificador de Andalucía, trascendiendo el soporte estético de la marca. La imagen proyectada esquematizada del toro de lidia representa un símbolo de buena parte de la cultura andaluza plasmada en los rituales taurinos.

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