martes, 15 de diciembre de 2009

Sevilla y José Tomás



Me disponía a escribir de mi encuentro con la Asociación “El Toro de Madrid”, sobre las materias abordadas, la necesidad de recuperar la Venta del Batán, la posibilidad de exigir dos orejas en un mismo toros para abrir la Puerta Grande venteña, la urgencia de mejorar la suerte de varas, cuando salta la noticia de que José Tomás se queda fuera de Sevilla una vez más. Pero las negociaciones han discurrido de otra manera diferente a temporadas anteriores. O al menos la postura de Eduardo Canorea y Ramón Valencia ha sido abierta, flexible, incluso paciente. La presión de factores populares y los balances de los últimos abriles así lo requerían. ¿Corrida de Núñez del Cuvillo? Sea. ¿Y Domingo de Resurrección? Venga. Sobre la actitud del bueno de Álvaro Núñez habría mucho que hablar. Particularmente, no me ha gustado. Y lo escribo desde el respeto, porque Álvaro lo merece. Hay una cosa peor que no saber perder, no saber ganar. Si ya habías conseguido las condiciones económicas pretendidas y una vuelta a Sevilla por la Puerta del Príncipe de regresar a la gran fecha de la temporada maestrante, no se entienden las declaraciones aquellas de que si no toreaba JT no habría corrida más que como una meada fuera del tiesto. O en los zapatos de Canorea. No entiendo los motivos, que seguro te sobran. No lo entiendo ni desde el punto de vista de que hagas pinza para forzar la contratación de José Tomás. Y sobre todo no entiendo que, después de tantas guerras, te pases a la afición sevillana por el forro de la calzona. Das a entender con tu actitud que lidiar en la Maestranza al final te daba lo mismo, y a quienes han y hemos reclamado tus toros como garantía de calidad para una feria que ganaderamente la necesita nos han entrado un frío por el nalgatorio de quien de pronto se encuentra con el culo al aire.

Respecto a la forma de negociar de Salvador Boix y José Tomás, seguro que me faltan datos. Igual que lo de Bilbao me ha parecido una jugada maestra, aunque las mentes perniciosas asalariadas de otros intereses buscasen explicaciones fiscales a un gesto de extrema generosidad y torería, en Sevilla han rizado el rizo. Entiendo que el dinero no es para JT más que el reconocimiento de su categoría, y así lo ha demostrado en diferentes ocasiones. Pero, coño, cuando ves que unos tíos tan reacios como Canorea y Valencia empiezan a tener cintura y, por fin, Cuvillo entra en sus esquemas, que el año pasado ni por el putas. Cuando ves, decía, que la fecha de Resurrección te la ofrecen, sin que económicamente José Tomás vaya a aportar nada a la taquilla, porque categoría sí, y a espuertas. Cuando la paciencia de Ramón Valencia frena a Eduardo Canorea ante los periodos de espera sin sentido, y todavía se estira como para que viajen los dos a Barcelona –que, hosti, Boix, sólo te ha faltado pedirles que te lleven un panecillo del Horno de Buenaventura para el desayuno- y se encuentran con un abismo inamovible y doliente, cuando ellos se han movido en todo, hasta en tren… Seguro que se me escapan los números y seguro que la diferencia era grande, aunque la bolsa, y de esto también estoy casi seguro, no fuera chica. Y, de repente, se acaban los argumentos e invade el ambiente la desilusión. Una fría desilusión que recorre la espalda hasta su final.

P.D. Uno, en su pequeño corazón torero, donde un día hubiera toreado gratis, habría sido en Sevilla, ¡ y un Domingo de Resurrección, qué sueño!, y no en Bilbao.
 
ZABALA DE LA SERNA Publicado Lunes en ABC, 14-12-09

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