sábado, 27 de marzo de 2010

HALLAN EN AFRICA LOS RESTOS DE UN CRANEO DE TORO DE HACE UN MILLON DE AÑOS

Un investigador del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), con sede en Tarragona, ha hallado en África los restos fósiles del cráneo de un toro de un millón de años, el más antiguo del mundo y que sitúa el origen de los toros modernos en ese continente.
Según ha informado hoy el IPHES en un comunicado, se trata de "una pieza espectacular" que, una vez reconstruida, ha permitido observar que los cuernos del animal medían dos metros, dirigidos hacia fuera y finalmente ligeramente apuntados hacia delante y hacia arriba, mucho más grandes que los de los más grandes toros de lidia actuales.
El cráneo de toro, prácticamente completo, ha sido localizado por el paleontólogo Bienvenido Martínez-Navarro, profesor de investigación del IPHES, en el yacimiento paleoantropológico de Buia en Eritrea, junto al mar Rojo, donde fue encontrado un cráneo humano de un millón de años en 1995.
Este hallazgo ha permitido describir una nueva especie de toro, denominada 'Bos buiaensis' -tomando el nombre de la localidad donde fue hallado- y, al mismo tiempo, ha servido para confirmar que homínidos y toros se originaron en el este de África hace 2,5 millones de años y luego se dispersaron en paralelo fuera de ese continente.
El descubrimiento se describe en un artículo recientemente publicado en la prestigiosa revista Quaternary International por Bienvenido Martínez-Navarro.
El investigador ha destacado que la estructura craneal del toro, aunque presenta algunos rasgos primitivos de sus ancestros -los correspondientes al linaje de los grandes bovinos llamados Pelorovis, conocidos en la literatura científica como los búfalos de Olduvai-, presenta, en general, una anatomía como "la de un toro moderno".
En este sentido, los restos fósiles localizados muestran que el animal tenía "un cráneo robusto en comparación con sus antecesores, adaptado a una dieta pastadora, y habitante de espacios abiertos, ya que con su cornamenta difícilmente podría moverse en ambientes forestados", ha señalado Martínez-Navarro.
El cráneo de toro fue encontrado fragmentado en diversos pedazos, algunos de ellos todavía 'in situ', mientras se realizaba una prospección en el área de Buia en el año 2003.

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