martes, 2 de noviembre de 2010

La Escuela de Tauromaquia de Jerez, ó 1.200 sueños en potencia


Que la Escuela Municipal de Tauromaquia sea la más antigua de Andalucía no es de extrañar, y es que, con sus 24 años de edad, por este centro han pasado más de 1.200 alumnos de los cuáles muchos han llegado a convertirse en profesionales del toreo.
El director de la Escuela, Eduardo Ordóñez, comenta que “el movimiento de la Escuela de Tauromaquia se inició en Jerez en el año 1986, cuando apenas había escuelas dedicadas a esta materia en toda Andalucía”. De este modo, los responsables de este centro consideran que esta escuela ha sido el germen que ha potenciado y ayudado a formar las 23 Escuelas de Tauromaquia oficiales que hay ahora mismo en la comunidad andaluza. Este hecho, unido al esfuerzo y al trabajo de todo el equipo que compone la escuela ha conseguido que este centro se haya convertido en un referente no sólo a nivel andaluz, sino sobre todo a nivel nacional. El director comenta que “muchas escuelas de otras comunidades autónomas nos toman como ejemplo y envidian por cómo trabajamos aquí”.
El trabajo, la ilusión y la educación en valores han sido las señas de identidad de la escuela durante todos estos años, lo que ha conllevado que año tras año el número de alumnos se mantenga y en algunas ocasiones aumente. En 2010 hay 56 alumnos inscritos en esta escuela que muestran su entusiasmo por poder aprender algo que ellos denominan “como una afición que llevan dentro desde pequeños”.

La vida en la escuela
El trabajo diario en el Escuela es muy duro tanto para los profesionales que se dedican a llevarla adelante como para los alumnos que pretenden triunfar en el mundo del toreo.
El primer paso para ingresar en la Escuela Municipal de Tauromaquia es dirigirse hasta el centro e inscribirse aportando un certificado médico y una autorización paterna. Una vez se ha aceptado la inscripción los menores pasan a formar parte del alumnado de manera completamente gratuita. La edad mínima para ingresar en este centro es de 8 años, y los alumnos reciben clases dependiendo de su edad y nivel.
Desde la organización de la escuela se enorgullecen al afirmar que “los alumnos que ingresan en nuestra escuela reciben una educación integral, para nosotros es sumamente importante inculcarle a los menores el respeto por todo el mundo, el compañerismo y el ser capaces de superarse día a día”, afirma Eduardo Ordóñez, director de la Escuela.
El horario del centro está completamente integrado con la educación de los menores. Según el reglamento de la Escuela obliga a que los profesores lleven un control trimestral sobre las calificaciones de los alumnos exigiéndoles que sean capaces de compatibilizar ambas tareas.
Las tardes son el momento más esperado para éstos jóvenes, ya que es cuando estos “aprendices de toreros” pisan el albero para aprender lo que verdaderamente les interesa. “El trabajo en la escuela es muy bonito y apasionante, me gusta por lo que aprendo y por el compañerismo con los otros alumnos”, destaca Miguel Andrade, alumno de 15 años. Para otros como Francisco Moreno, “vivo la experiencia de aprender en la escuela con mucha ilusión de hacer lo que me gusta y tener unos buenos compañeros que me ayudan”. El director afirma que es muy emocionante trabajar con algo “tan bonito como es el hecho de que los sueños de los alumnos se pueden hacer realidad”.

El apoyo paternal
Los padres por su parte, se muestran bastante contentos con la educación que sus hijos reciben en la Escuela y la mayoría de ellos son muy participativos con las actividades que se realizan. Muchos de ellos están satisfechos no sólo por lo referente al toreo, sino por la educación que reciben los menores, centrada en los valores como el respeto, la vida sana y el deporte en la naturaleza.
Para todos ellos, independientemente de que sus hijos triunfen en el mundo del toreo, lo más importante es que será una experiencia que marque de manera positiva el carácter de sus hijos. Algunos de los padres de los actuales alumnos han sido anteriormente pupilos de la Escuela.
Todos los años los padres y familiares de los alumnos de la Escuela Municipal de Tauromaquia se reúnen para celebrar una convivencia en la que se hace un balance del trabajo de los alumnos en este centro. Este año se celebrará el 14 de noviembre y los alumnos esperan ansiosos para poder demostrar a sus padres y familiares lo aprendido en la Escuela durante estos meses.


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