domingo, 16 de enero de 2011

Los toros en Estados Unidos

Tradición. La fiesta de los toros sigue abriendo fronteras. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza está anunciado para actuar en abril en plazas de Norteamérica, un proyecto de la empresa Don Bull Productions que visitará las ciudades de Fresno, Las Vegas, Ontario, San Diego, Chicago y Nueva York.


No será la primera vez que la tauromaquia esté presente en este país. En Nueva York llegaron a actuar como becerristas los días 17 y 30 de julio de 1927 Manuel y Pepe Bienvenida, en el Conney Island Stadium. En Oklahoma se celebraron festejos de 1947 a 1950 y en San Francisco tuvieron lugar en 1955. Más tarde, en 1966 en Houston hicieron el paseíllo Paco Camino y Antonio Ordóñez.
En otoño de 2009 en Las Vegas se celebraron cuatro corridas en el South Point Arena & Casino de esta ciudad. En ellos tomaron parte entre otros Julio Benítez, El Cordobés, Javier Conde, Juan José Padilla y Ortega Cano. Y el alumno de la escuela de Valencia Jesús Chover actuó los días 4 y 11 de junio de 2010 en Thorton y Tracy, ambas pertenecientes al estado de California, donde también ha hecho el paseíllo el matador de toros Víctor Manuel Blázquez.

Catorce plazas
Las corridas en los Estados Unidos se asemejan a los espectáculos taurinos en Portugal. No se pican ni se matan los toros y, de cara a evitar derramamiento de sangre, se pega en el morrillo del toro un trozo de belcro para que las banderillas se adhieran a este material. Ello ha permitido soslayar los ataques antitaurinos, argumentando que de esta forma los animales no sufren más que los utilizados en el rodeo americano. Además, se incluyen como parte de las celebraciones étnicas y religiosas de la comunidad portuguesa, ya que un estatuto aprueba celebrar esas corridas como expresión cultural.
El Valle de San Joaquín, en la región central de California, es la zona donde se concentra la actividad taurina. En este área se encuentran las plazas de Turlock, Laton, Modesto, Madera, Thorton, Artesia, Tulare, Stevenson, Gustine, Escalon y Tracy, entre otras. Sus aforos oscilan entre los 1.500 y los 4.000 espectadores y se están extendiendo hacia estados como Massachusetts, Kansas y Calgary, en Canadá.
Los ganaderos representan un papel importante, ya que varios de ellos han construido sus propias plazas y mantienen cuadras de caballos para el rejoneo. Entre las divisas cabe destacar a Borba, Sousa, Correia, Cabral, Joe Rocha, Antonio Nunes, Manuel Carmo, Joao Mendonça, Joe Souza, Manuel Machado, Cándido Costa, Steve Amaro y Manuel Da Costa. Todos afincados en el citado Valle de San Joaquín, sitio ideal para criar toros por sus pastos.
La nómina de toreros nacidos en Estados Unidos es más que notable. El primero fue Harper Lee, protagonista del libro First Yankee Matador, de Marshall Hail.

Un torero de Brooklyn
Mayor relevancia tuvo Sidney Franklin, nacido en Nueva York el 11 julio 1903. Le enseñó a torear Rodolfo Gaona y tomó la alternativa en Nuevo Laredo el 22 de febrero de 1931 de manos de Marcial Lalanda. En Muerte en la tarde Ernest Hemingway decía de él: "Franklin es valiente, sereno e inteligente. Ningún español que lo ha visto torear dudará de su arte y su excelencia con el capote". El "Estudiante" le confirmó en Madrid y es autor de una autobiografía titulada Torero de Brooklyn.
También fue todo un personaje John Fulton. Nacido en Filadelfia, tomó la alternativa en Sevilla el 18 de julio de 1963 de manos de José María Montilla y confirmó en Madrid el 29 de octubre de 1967. Una vez retirado se dedicó a la pintura y tenía una galería de arte en el barrio de Santa Cruz de Sevilla. Llegó a alternar con El Cordobés, Antonio Ordóñez y Pepe Luis Vázquez. Juan Belmonte dijo sobre él, tras verle torear: "Si no lo hubieran anunciado, no lo habría distinguido de un torero andaluz". Robert Ryan, natural de Los Ángeles , fue doctorado en Tijuana en 1967 y toreó bastante en ruedos españoles. Luego se orientó hacia la pintura y la literatura, publicando libros como El toreo de capa, Vestigios de sangre, y Trapío Verde. Otros espadas destacados fueron Diego O'Bolger, alternativado en 1969 en Tijuana, Ricardo Corey quien recibió el doctorado en 1974, en Cabra, de manos de Curro Girón, David Renk El Tejano, que lo hizo en 1981 en Juárez de manos de Armillita y hoy es profesor de la Escuela de Tauromaquia de Texas y Dennis Borba, que la tomó en Mazatlán el 27 de marzo de 1986 teniendo como padrino a Manolo Arruza.
También cabe citar dos toreras relevantes como Patty McCormick, de Missouri, que toreó mucho en los 50, escribiendo el libro Lady Torero. Y Bette Ford, modelo y actriz nacida en Pennsylvania, quien toreó mucho en Méjico y que, como actriz, tuvo gran relieve, llegando a actuar junto a Clint Eastwood, Sarah Jessica Parker y Steven Seagal.
En la actualidad la cantera la componen los banderilleros Mario Texeira y Jorge Gabriel Vaca, los rejoneadores Marcelino Cardoso, José Correia y Carlos Costa.
También hay forçados como los Amadores de Turlock, de Escalón, de Tulare y de Artesia. Y en la prensa informan sobre asuntos taurinos publicaciones como Cuarto Taurino el Tribune de San José, el programa de radio Festa Brava y la revista Internet Bullfighting de California.
En cuanto a peñas, el Club Taurino de Nueva York, creado en 1961 y que cuenta con 165 socios, está dirigido Lore Monning y aglutina una gran cantidad de entidades del país. En marzo de 2000 Valencia fue marco de la celebración del congreso de la National Association of Taurine Clubs USA.

El percance de Rubio de Boston en Valencia
Ernest Porter Tuck, apodado "Rubio de Boston", fue un novillero norteamericano nacido en Boston el 25 de mayo de 1932. Se aficionó a los toros en México, donde hacía el servicio militar, y en 1953 vino a España a probar fortuna, formándose como torero junto a su compatriota, Sydney Franklin. Debutó con picadores el 16 de diciembre de 1954 en Casablanca, alternando con Miguel Campos y Francisco Barrios "El Turia". En 1955 actuó en tres ocasiones en Carabanchel y luego hizo el paseíllo en Requena el 18 de septiembre. Siete días después, se presentó en la plaza de toros de Valencia, enfrentándose a un encierro de Sánchez Escudero alternando con Gregorio Sánchez y Manolo Zúñiga. A su primero le cortó una oreja después de una faena decidida y valiente. Cuando muleteaba al sexto de la tarde en busca de consolidar su éxito, fue dramáticamente cogido por el pecho, sufriendo una cornada que le rompió varias costillas, afectándole a la pleura, perforando el diafragma y dañando el hígado. Tras ser operado por las expertas manos del doctor Serra y dado su estado de extrema gravedad, tuvo que permanecer en la enfermería de la plaza dos días, en los que se temió por su vida. Tanto es así, que un sacerdote perteneciente a la VI flota americana que se encontraba en el puerto de Valencia decidió bautizarle. La convalecencia del rubio torero fue lenta y no terminó de recuperarse totalmente de sus graves lesiones. Ello le llevó a caer en una intensa depresión al postergarse su regreso a los ruedos, y de ahí pasó al consumo de drogas. Y cuando se cumplían diez años de la cogida, puso fin a su existencia, dándose un tiro en la cabeza en un parque de Nueva York. Un libro -titulado Un río de leones- de Patrick Cunningham narra la historia de este torero.

Enrique Amat

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