sábado, 3 de septiembre de 2011

Novillero al servicio de los nazis

La inteligencia británica abre el fichero del falangista español y agente doble Ángel Alcázar de Velasco 
LOURDES GÓMEZ | LONDRES.


Novillero al servicio de los nazis
Alcázar de Velasco era un «simpatiquísimo pequeño fanático», según los informes confidenciales. :: EL NORTE

Ángel Alcázar de Velasco llegó a Londres en enero de 1941 como consejero de prensa de la embajada española, que dirigía el duque de Alba. Venía avalado por la diplomacia británica, aunque informes confidenciales de la época le describen como «simpatiquísimo pequeño fanático», mano derecha del cuñado de Franco y entonces ministro de Exteriores, Ramón Serrano Suñer. «Es un empedernido falangista, en el bolsillo de los alemanes y agente de la Gestapo», se lee entre el caudal de información sobre este doble espía español que salió ayer por primera vez a la luz.

Los servicios secretos de Reino Unido han tardado siete décadas en difundir los archivos que poseen sobre este falso periodista que nació en Mondéjar, Guadalajara, en 1909. Contienen siete carpetas con datos que ayudarán a completar algunas lagunas sobre el esquizofrénico ambiente internacional de contraespionaje durante la II Guerra Mundial. Para los británicos, España era caldo de cultivo para los agentes nazis y consideraban la embajada de Londres entre las plazas más importantes a vigilar.
El seguimiento de Alcázar de Velasco se extiende por España, Reino Unido y Portugal, entre otros países. Se prolongó hasta 1978, aunque es particularmente intenso durante 1941 y 1942. Parte de la documentación desclasificada, que aún contiene espacios en blanco para proteger la identidad de agentes y oficiales, se puede leer en la web de la institución (www.nationalarchives.gov.uk).
La embajada británica en Madrid comunicó el traslado del enviado de Serrano Núñez en diciembre de 1940. Le presentan como un extorero, con título universitario pero que no hablaba inglés. Le sitúan entre los fundadores de la Falange y en el centro de un complot para asesinar a Franco. «Merece la pena contar con alguien de genuina influencia en España», responden desde Londres. El MI5 recibía así luz verde para utilizar a Alcázar de Velasco como conducto en su campaña de propaganda tanto hacia España como dirigida a Alemania.
Bocazas sin talento
Alcázar de Velasco pronto se hizo notar en Londres. El servicio de inteligencia le considera un bocazas con escaso talento como espía: lleva su insignia de la Falange en la solapa de la chaqueta y emite en público el saludo fascista. Le interfieren la correspondencia y escuchan sus conversaciones telefónicas, dejando al descubierto una red de supuestos dobles agentes conectados con la embajada del duque de Alba.
«Alcázar es el villano de esta maniobra», admite Alexander Cadogan, alto funcionario del Foreign Office. Había presión para declararle 'persona non grata', que trabajó para los japoneses además de los alemanes, pero el Gobierno de Londres le dejó escapar para evitar represalias contra su gente en Madrid.

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