¿Qué hago yo en un sitio como éste?
Se presenta en la Asociación el Toro de Madrid D. Juan Ignacio Pérez-Tabernero.
Comenzó recordando
"He tenido cuatro abuelos ganaderos de bravo".
Ha tenido cuatro abuelos ganaderos de bravo.
Su abuelo Antonio, fue un gran ganadero y un gran tratante. Una anécdota curiosa, es que tenía reservada la habitación 213 en el Hotel Palace de Madrid todo el año. Llego a un acuerdo con la dirección del hotel y pagaba por ella el precio de mercado de un cordero. Su abuelo Ignacio estaba prácticamente ciego, era un gran jinete, gracias a un caballo negro colín, el caballo más listo que ha conocido.
Hace mención especial, a los mayorales y vaqueros, gente anónima, que sin ellos los ganaderos –“no seriamos nadie”-.
Un gran mayoral fue Severiano, mayoral de su abuelo. Rafael Lucas, Graciliano, el mejor jinete que ha conocido, montaba y domaba caballos complicadísimos.
Miguel más de 30 años trabajando con ellos
Tienen 10 empleados, para una explotación de ganado de lidia, de carne y porcino.
D. Juan Ignacio Pérez-Tabernero toreo muchos festivales, algún año llego a 25 festejos.
Nos comenta que, hay mucho sobrante de toros en la cabaña brava, debido a la oferta y la demanda.
Los empresarios les tienen acogotados. Esta a favor de las fundas……menos roturas y queda más integro el pitón .Lo que no es bueno, y afecta algo al toro, es el manejo para poner las fundas en el mueco.
Es un enamorado de las tradiciones, si no son caras. En su casa hay dos paradas de 18 cabestros de Miura. Por tradición se quitan los cencerros a los cabestros por un año, si hay un fallecimiento de alguien de la familia o allegado, como luto.
En la ganadería de su abuelo existía la figura del cabestrero…..había un cabestro llamado “caminante” que tenia inteligencia.
Si quitan las subvenciones, quedarían la mitad de las ganaderías. Se está herrando la mitad de ganado que años pasados. Muchos nuevos ganaderos, banqueros, constructores…..utilizan este mercado como trampolín social.
Se presenta en la Asociación el Toro de Madrid D. Juan Ignacio Pérez-Tabernero.
Comenzó recordando
"He tenido cuatro abuelos ganaderos de bravo".
Ha tenido cuatro abuelos ganaderos de bravo.
Su abuelo Antonio, fue un gran ganadero y un gran tratante. Una anécdota curiosa, es que tenía reservada la habitación 213 en el Hotel Palace de Madrid todo el año. Llego a un acuerdo con la dirección del hotel y pagaba por ella el precio de mercado de un cordero. Su abuelo Ignacio estaba prácticamente ciego, era un gran jinete, gracias a un caballo negro colín, el caballo más listo que ha conocido.
Hace mención especial, a los mayorales y vaqueros, gente anónima, que sin ellos los ganaderos –“no seriamos nadie”-.
Un gran mayoral fue Severiano, mayoral de su abuelo. Rafael Lucas, Graciliano, el mejor jinete que ha conocido, montaba y domaba caballos complicadísimos.
Miguel más de 30 años trabajando con ellos
Tienen 10 empleados, para una explotación de ganado de lidia, de carne y porcino.
D. Juan Ignacio Pérez-Tabernero toreo muchos festivales, algún año llego a 25 festejos.
Nos comenta que, hay mucho sobrante de toros en la cabaña brava, debido a la oferta y la demanda.
Los empresarios les tienen acogotados. Esta a favor de las fundas……menos roturas y queda más integro el pitón .Lo que no es bueno, y afecta algo al toro, es el manejo para poner las fundas en el mueco.
Es un enamorado de las tradiciones, si no son caras. En su casa hay dos paradas de 18 cabestros de Miura. Por tradición se quitan los cencerros a los cabestros por un año, si hay un fallecimiento de alguien de la familia o allegado, como luto.
En la ganadería de su abuelo existía la figura del cabestrero…..había un cabestro llamado “caminante” que tenia inteligencia.
Si quitan las subvenciones, quedarían la mitad de las ganaderías. Se está herrando la mitad de ganado que años pasados. Muchos nuevos ganaderos, banqueros, constructores…..utilizan este mercado como trampolín social.
Juanpasmo
Destacar sobremanera el hincapié que hizo Juan Ignacio en lo importantes que han sido en su formación como persona y como ganadero la convivencia "semi-salvaje" (sic) en la que se crió tanto con primos como con hijos de vaqueros y mayoral. Economisa y abogado de formación universitaria, enfatizó la gestión de equipos y el acompañamiento de los mismos como el gran plus para poder triunfar como ganadero de bravo, aunque suena más a Escuela de Negocios para Directivos la mención fue extensa y sentida, honesta también (la pena es que él lo dijo en la Asociación del Toro y no en la sala Bienvenida de Las Ventas).
Importancia de quienes te rodean y de que un ganadero/empresario/apoderado no tiene por qué llegar a todo (puso de ejemplo que "Botín no va todos los días a todas las sucursales de su banco"). Hacer que hagan, ése es su cometido.También digno de mención ver cómo insistió en que los empresarios de las plazas son siempre los mismos (más acerca de "la experiencia" como condición mandatoria en todos los pliegos) y así es difícil avanzar en la Fiesta que se quiere (perdón, que quiere el aficionado: los cuatro chalaos que allí estábamos).
Justificó el uso de fundas (él está en contacto con la Facultad de Veterinaria de Zaragoza y con la Complutense de Madrid para ver cómo trabajar para que dichas fundas dejen "respirar" y no sean tan dañinas como antaño).Habló de cómo ya no son de resina sino que ahora se trabaja con una especie de fibra de vidrio, también habló del tubo de cobre de fontanería que se usa en pequeños tramos. Insistió en que ellos las fundas las retiran 15 días antes de la corrida, no la víspera de embarcar.
Habló más de sus abuelos que de él, pero ya en el turno de preguntas fue solícito con todo lo expuesto. Insistió en que lo de Martínez lo lleva aparte, unas 40 vacas, que ya ha tenido la mala fortuna de que si sale un berrendo y no funciona los toreros ya te estigmatizan y no quieren ni verlos. Trabaja más las capas negras y coloradas. Confesó que la consanguinidad no es buena para perpetuar la ganadería, y que él ha probado con Daniel Ruiz, Algarra, Joao Moura,....
Siempre es interesante oir a un ganadero, al final te das cuenta que cada uno hace las cosas a su manera, aunque al final del todo el producto se está estandarizando y todos quieren, como él mismo explicó "un toro más chico, toreable".
OSCAR
3 comentarios:
Destacar sobremanera el hincapié que hizo Juan Ignacio en lo importantes que han sido en su formación como persona y como ganadero la convivencia "semi-salvaje" (sic) en la que se crió tanto con primos como con hijos de vaqueros y mayoral. Economisa y abogado de formación universitaria, enfatizó la gestión de equipos y el acompañamiento de los mismos como el gran plus para poder triunfar como ganadero de bravo, aunque suena más a Escuela de Negocios para Directivos la mención fue extensa y sentida, honesta también (la pena es que él lo dijo en la Asociación del Toro y no en la sala Bienvenida de Las Ventas).
Importancia de quienes te rodean y de que un ganadero/empresario/apoderado no tiene por qué llegar a todo (puso de ejemplo que "Botín no va todos los días a todas las sucursales de su banco"). Hacer que hagan, ése es su cometido.
También digno de mención ver cómo insistió en que los empresarios de las plazas son siempre los mismos (más acerca de "la experiencia" como condición mandatoria en todos los pliegos) y así es difícil avanzar en la Fiesta que se quiere (perdón, que quiere el aficionado: los cuatro chalaos que allí estábamos).
Justificó el uso de fundas (él está en contacto con la Facultad de Veterinaria de Zaragoza y con la Complutense de Madrid para ver cómo trabajar para que dichas fundas dejen "respirar" y no sean tan dañinas como antaño).Habló de cómo ya no son de resina sino que ahora se trabaja con una especie de fibra de vidrio, también habló del tubo de cobre de fontanería que se usa en pequeños tramos. Insistió en que ellos las fundas las retiran 15 días antes de la corrida, no la víspera de embarcar.
Habló más de sus abuelos que de él, pero ya en el turno de preguntas fue solícito con todo lo expuesto. Insistió en que lo de Martínez lo lleva aparte, unas 40 vacas, que ya ha tenido la mala fortuna de que si sale un berrendo y no funciona los toreros ya te estigmatizan y no quieren ni verlos. Trabaja más las capas negras y coloradas. Confesó que la consanguinidad no es buena para perpetuar la ganadería, y que él ha probado con Daniel Ruiz, Algarra, Joao Moura,....
Siempre es interesante oir a un ganadero, al final te das cuenta que cada uno hace las cosas a su manera, aunque al final del todo el producto se está estandarizando y todos quieren, como él mismo explicó "un toro más chico, toreable".
Nos vemos la semana próxima.
Salud y suerte, que diría Cárdeno Franciscano.
Qué canoso encuentro a Juan Ignacio desde que no le veo.
La condesa de Estraza
La señora Condesa, vaya, la que maldijo la tertulia en su blog, pues ya ve el ganadero se fue encantado.
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