Manuel Escribano junto a su apoderado Manuel Campuzano muestra el óleo de Lope Tablada. / Juan Martín |
El diestro sevillano desgranó su trayectoria taurina y los retos de futuro para la próxima temporada en la 227 Tertulia Taurina celebrada en el Mesón de Patricia.
El matador de toros sevillano Manuel Escribano fue el invitado especial de la 227 Tertulia Taurina de Segovia, celebrada en su sede, mesón Patricia. Unos días antes recibió el trofeo que la peña taurina " La Capea" de Carbonero el Mayor instituye para premiar al diestro más destacado de la feria del Bustar.
En esta ocasión y tras realizar el viaje directo desde Sevilla para parar en Segovia e integrarse en la tertulia taurina, pernoctar en La Granja y al día siguiente reanudar el viaje hacia tierras lusitanas para participar en un tentadero en la finca "Heredade de Adema" en Santarem donde se crían reses del ganadero Joao Folque de Mendoza "Palha". Total que, ha tenido que viajar más de tres mil kilómetros entre el doble recorrido Sevilla-Segovia y continuar a Portugal y regreso a su lugar de residencia, Gerena para dos encuentros culturales y un tentadero. Los éxitos obligan a ello, como los conseguidos la pasada temporada en La Granja y Carbonero el Mayor.
--- Lo hago gustoso porque en estas dos plazas segovianas me han dado cabida para torear y tuve la fortuna de salir airoso de los compromisos. En La Granja, el 25 de agosto corté tres orejas a toros de Juan Pedro Domecq y en Carbonero el Mayor otras tres orejas a toros de Charro de Llen, saliendo ambas tardes en hombros. La recompensa es muy de agradecer, pues es un reconocimiento a mis dos tardes de triunfo.
Yo tomé la alternativa en Aranjuez el 19 de julio de 2004 con toros de Victoriano del Río, con Canales Rivera de padrino y El Fandi de testigo. Corté tres orejas. Antes había acaparado grandes expectativas como novillero, pero ya como matador de toros comencé un cierto declive motivado por asuntos especialmente de despachos. Por fin, tras muchas probaturas y subidas y bajadas, logré este año cuajar siete grandes tardes en otras tantas corridas de toros. Siete corridas, 19 orejas y un rabo, éste trofeo con las dos orejas correspondiente fue en Antequera a un toro de Lora Sangrán.
Sobre mis buenos momentos de novillero, recuerdo mi presentación en la Maestranza de Sevilla el 19 de julio de 2001 cortando dos orejas y saliendo de la plaza en hombros. Y el debut con picadores en Victoria (Venezuela) en diciembre de ese mismo año. Todo hacía presagiar una carrera brillante y ascendente, pero, repito, asuntos de despacho dieron al traste con estos augurios.
Sigue conmigo Manuel Campuzano, pero he firmado poderes con Fernández Meca y Roberto Pires, hombres de pretigio y con mucha fuerza sobre todo en Francia. Recuerdo que en dos años de novillero actué en catorce novilladas en plazas francesas. Ahora, supongo que torearé en ferias francesas y lograré sumar un alto número de corridas la temporada próxima en la que espero iré a Madrid a confirmar y a Sevilla a refrendar. También, como no, espero y deseo poder repetir actuaciones en La Granja y Carbonero el Mayor al menos. Si puedo actuar en otras plazas segovianas más, mucho mejor.
El próximo día 6 toreo un festival en Vélez Málaga y luego más adelante, allá para primeros de febrero viajo a América para cumplir algunos contratos venezolanos, colombianos y acaso mexicanos.
COLOQUIO Y OLEO DE TABLADA
Se mantuvo un cordial y taurino coloquio en el que participó muy acusadamente Manuel Campuzano, co-apoderado de Escribano. Comentó algunos pormenores de su corta carrera como matador de toros.
Dijo: como sabéis soy hermano de los matadores de toros José Antonio y Tomás, los cuales me han comentado que en su momento fueron invitados de esta tertulia. Me envían recuerdos para todos vosotros.
Yo soy matador de toros más o menos retirado. Cuando parecía que uba a romper, sufrí un grave accidente de carretera en 1995 que me tuvo seis meses convaleciente y cinco años sin poder torear. Lo hice en el 2000 pero ya sin fuerza y sin muchos deseos. Desde entonces entré en al ámbito taurino llevando algunos toreros hasta el apoderamiento deManuel Escribano, que es mi amigo y con el que quiero continuar. Manuel es torero de arte, de toreo clásico, puro, de mano baja y de largura. En esa dinámica anda en el toreo. Y pone banderillas porque es excelente ejecutor del segundo tercio y complementa esa función con brillantez.
Como es norma de obligado cumplimiento, le fue entregado un óleo de Lope Tablada en el cual se refleja al torero en un muletazo muy sentido y vestido de blanco y plata.
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